Subida al Moncayo desde el Santuario

Es la ruta clásica para subir a la cima del Moncayo a 2.314 m, subiendo en coche hasta el final de la pista de tierra, donde está el último parking.
A escasos 500 m del parking se encuentra el Santuario de la Virgen, donde también hay un restaurante para reponer fuerzas o tomar un refresco a la vuelta. También hay una fuente para refrescarse o lavarse a la bajada.
Enseguida la ancha pista se convierte en una senda entre pinos, en constante y cómoda ascensión. En un par de kilómetros desaparecen los pinos y la senda se convierte en un camino de piedra suelta y rocas, con el gran circo del Moncayo y su lengua de rocas a su derecha. Son otros 2 kms por piedra, hasta llegar al cucharón, una vaguada en lo alto, con vistas a ambos lados del monte, a la izquierda Soria y a la derecha Zaragoza, que sube muy suavemente hasta la cima durante aproximadamente 1 km.
Durante la subida se va protegido del viento y la única dificultad es la pendiente del camino. Pero en cuanto se llega a la llanura del cucharón, aunque abajo haga un día soleado y sin viento, es muy habitual encontrarse con un fortísimo viento e incluso con una densa niebla que obligan a abrigarse y a extremar las precauciones.
En un día claro, soleado y sin viento, las vistas panorámicas son espectaculares y es un sitio ideal para comerse el bocadillo y descansar un poco. Pero en un día con viento y nubes, hay que tocar chufa y volver sin más dilación.
La bajada es por el mismo camino y hay que tener cuidado porque la pendiente es elevada y la inercia te empuja, y al ser el camino de piedra suelta los resbalones están asegurados. Los bastones facilitan enormemente la bajada.
La bajada es muy rápida y en poco más de 1 hora se llega al coche.
Es una ruta sencilla, pero traicionera porque las condiciones climatológicas en la cima puden ser completamente diferentes a las del inicio de la ruta. Por eso conviene llevar en la mochila sudadera, cortavientos y hasta guantes. Los bastones son una ayuda importarte, tanto en la subida como en la bajada.
Un buen calzado de montaña o zapatillas de trail son imprescindibles.
El agua siempre es necesaria.
Una excursión imprecincible, ya que se trata del punto más alto de la Cordillera Ibérica, y además asequible para todos los públicos.