Subida al Jabalcuz

Había nevado recientemente y el monte Jabalcuz llevaba unos días vestido de blanco, así que decidimos estrenar las polainas, nos abrigamos convenientemente, cogimos la mochila y nos pusimos en marcha. No es la primera vez que subimos, incluso con nieve, pero cada vez nos gusta más. Para colmo, esta vez nos acompañó mi hija Mari Paz en su primera ruta de senderismo, ojalá le guste.

ACCESO: Desde Torredelcampo, por la carretera del Megatín, pasamos por la fuente del Palo y siguiendo en dirección a la cantera y Jabalcuz, en una curva a la derecha con ensanche, justo pasada la cantera y antes de llegar a la barrera, hemos dejado el coche.

Iniciamos la marcha sin rastro de nieve, lo que nos hizo pensar que haríamos la ascensión para nada, seguimos subiendo hasta que ya, próximo a los 1300 metros de altitud, nos encontramos los primeros restos de nieve helada en las umbrías del camino. A partir de aquí las expectativas fueron cambiando rápidamente, hasta el punto que en determinados tramos las cosas se complicaron, tanto que nos vimos obligados a colocarnos las polainas, bueno, la verdad es que estábamos deseando vivir la experiencia. A medida que fuimos ganando altura, iba aumentando la cantidad de hielo, haciendo la subida más dura y complicada, pero con cuidado y tesón nos dimos el gustazo de llegar a la cima (1614 metros) y disfrutar de las maravillosas vistas que ofrece siempre, y esta vez mucho más, por la cantidad de nieve que nos rodeaba.

Después de reponer fuerzas e inmortalizar el momento con fotos, iniciamos el regreso, ahora por ser bajada, con muchas más precauciones, aunque en mi caso no fueron suficientes y di dos buenos resbalones con sus correspondientes culetazos, algunas risas, pero sin consecuencias.

Tanto la subida como la bajada, la hicimos prácticamente en su totalidad por la pista de acceso a la caseta de vigilancia, por lo que no hay pérdida y no he querido dar detalles innecesarios. Es de destacar la gran cantidad de amantes de la naturaleza que nos dimos cita allí, sobre todo muchos ciclistas, que con tanta nieve helada hacen que su subida sea mucho más meritoria.