Subida al Cisne
near Acebuchal, Andalucía (España)
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Itinerary description
La ruta parte desde la aldea de El Acebuchal, que merece un poco de historia antes de entrar en faena.
El Acebuchal es una pequeña aldea que se encuentra enclavada en un valle con orientación oeste dentro del término municipal de Cómpeta (a 13 Km) y a tan solo 5 Km de Frigiliana. El Acebuchal está en pleno corazón del parque natural sierras Tejeda, Almijara y Alhama.
La aldea consta en la actualidad de 33 viviendas. Echando la mirada atrás, remontándonos al reinado de Isabel II, la aldea llegó a tener 100 habitantes, 20 casas, dos ventas y un molino de aceite. En 1958 eran 180 los habitantes, y había 44 casas entre el Acebuchal de arriba y el abajo, además de 20 cortijos y tres hectáreas de regadío.
En pleno siglo XX, la economía del Acebuchal se basaba en la agricultura, ganadería y todas las profesiones existentes en la zona en dicha época, calereros, tomilleros, carboneros, esparteros, peones de caminos, arrieros, etc
En 1949, tras la guerra civil española, acabó siendo abandonada por todos sus habitantes.
En 1998 y tras 49 años de abandono y misterios, la familia García Sánchez y el resto de propietarios deciden de restaurar la aldea.
Sin luz, agua y todas las comodidades de las que hoy día disponemos, se fueron reconstruyendo las casas y calles para conseguir el resultado del actual Acebuchal.
La patrona de este lugar es la Inmaculada Concepción, se celebra el primer sábado después de San Juan, celebrándose una fiesta en su honor.
Para llegar al pueblo hay un par de km de pista asfaltada, con algún que otro tramo terrizo en estado aceptable para los coches, aunque es mejor todoterrenos o SUV.
El coche se puede dejar, si hay plazas en el pequeño aparcamiento junto a la Ermita de San Antonio.
La ruta parte de la pequeña capilla en honor a San Judas Tadeo, junto a la propia carretera, por el cauce seco del Arroyo del Acebuchal, bastante cómodo de andar pues tiene bastante arena. Este tramo coincide con la etapa Cómpeta - Frigiliana de la Gran Senda de Málaga.
Después de algo más de un km, dejamos el lecho por un sendero empinado que nos sale a la derecha, que nos lleva a la pista llamada en el mapa Vereda de la Coscoja a Granada, hasta las ruinas de la Venta Cebollero.
Inmediatamente después de la Venta, abandonamos la ruta de la Gran Senda por el sendero que sale a la derecha por el lecho del arroyo. Está parte presenta mayor dificultad por las piedras sueltas existentes, que dificultan el avance. Nuevamente nos encontramos con la pista terriza que nos lleva al Puerto Blanquillo .
Por fin aparece ante nosotros la enorme mole del Cisne, a primera vista inaccesible con unos tajos verticales impresionantes. La vista desde el Puerto es espectacular.
El camino continua en bajada dejando a la derecha la Vereda del Puerto de los Umbrales. La bajada termina en el cauce del Río Higuerón, cuyo caudal afortunadamente es pequeño y salvamos sin dificultad. Continuamos dejando a la derecha el Helipuerto del Infoca para inmediatamente cruzar el Arroyo de las Angustias, que también vadeamos sin mayor dificultad.
Seguimos por el cauce del arroyo unos metro para pronto girar a la derecha por un tramo de pista hormigonada que abandonamos unos cientos de metros más adelante, para empezar la parte dura de la etapa.
Desde aquí el sendero asciende vertiginosamente por una torrentera con pidras sueltas que hacen aun más difícil la ascensión. En apenas 800 m. superamos un desnivel de más de 200 m. por lo que el pequeño collado existente nos permite recuperar la respiración. Es en ese collado donde encontramos un enorme bloque de piedra de unos tres metros de alto, llamado El Centinela. El camino continua con fuerte pendiente y piso inestable de piedras sueltas y arena hasta alcanzar una bifurcación a la izquierda de la creta del Cisne.
Hay dos opciones de subida: a la izquierda se llega al Collado de las Dos Hermanas y la cueva del Cisne o del fantasma, y a la derecha se sube por el sendero que traíamos, aunque, si cabe, con mayor pendiente aún.
La subida la hemos hecho por el Collado de las Dos Hermanas siguiendo las recomendaciones de otros senderistas. Una vez ahí, y después de recuperar fuerzas hemos entrado en la única parte algo complicada de la ruta.
Dejando atrás el Collado, y después de unos metros de sendero, encontramos una pared de piedra, bastante ancha y empinada que, inicialmente asusta. Es conveniente, a partir de este punto plegar los bastones y sujetarlos a la mochila porque desde aquí y hasta la cumbre, nuestras manos van a ser nuestra mejor ayuda.
Con las debidas precauciones, y entrando pegados a la hermana de la derecha, es cuestión de algunas trepadas ayudándose de las manos.
Aunque el desnivel es mucho y hay que ir con precaución, no es una ascensión difícil ni con demasiado riego. Pronto aparece la Cueva del Cisne o Cueva del Fantasma que nos indica que lo peor ya ha pasado. Llegamos fácilmente al último collado donde aparece la cresta irregular del Cisne a apenas 50 metros de desnivel. El sendero bien marcado y donde es necesario alguna pequeña trepada nos lleva en pocos minutos a la cresta del Cisne y al merecido descanso.
En la cima, un pequeño buzón metálico colocado por un grupo de montañeros de Velez Málaga en 1995, da fe de que hemos superado el reto.
La bajada la hemos hecho por el empinado barranco que se abre desde el collado. Hay que ir con mucha precaución porque la pendiente es muy fuerte y hay muchas piedras sueltas que pueden provocar accidentes, tanto a nosotros como a compañeros que vayan delante. En apenas 500 m. descendemos más de 200 m hasta enlazar con el sendero de subida y cerrar el bucle.
A partir de ahí, todo en descenso y con mucha precaución, pues las piernas empiezan a acusar la dureza de la etapa, llegamos al helipuerto y al cruce de los arroyos.
Antes de volver al Acebuchal, una pequeña subida nos lleva hasta el Puerto Blanquillo, desde donde vemos por última vez la imponente silueta del Cisne cuya subida nos producía mucho respeto.
Una ultima recomendación para quien quiera hacer esta ruta:
La ruta no tiene pérdida, además de que en muchos tramos sigue el lecho de arroyos y torrentes claramente definidos, está perfectamente marcada por los hitos de piedra que dejan los senderistas.
Es dura por las fuertes pendientes que hay que salvar, 700 metros de desnivel en los últimos 3 km.
Nos es una ruta difícil ni peligrosa para quien está habituado a salir al monte, aunque en la parte final de ascensión hay que ir con precaución.
La subida con mal tiempo y especialmente con la roca mojada no creo que sea aconsejable.
Aunque algunos otros tracks catalogan la ruta de difícil, la considero moderada porque en ningún momento la exposición al vacío ha sido significativa.
Nos vemos en la montaña.
El Acebuchal es una pequeña aldea que se encuentra enclavada en un valle con orientación oeste dentro del término municipal de Cómpeta (a 13 Km) y a tan solo 5 Km de Frigiliana. El Acebuchal está en pleno corazón del parque natural sierras Tejeda, Almijara y Alhama.
La aldea consta en la actualidad de 33 viviendas. Echando la mirada atrás, remontándonos al reinado de Isabel II, la aldea llegó a tener 100 habitantes, 20 casas, dos ventas y un molino de aceite. En 1958 eran 180 los habitantes, y había 44 casas entre el Acebuchal de arriba y el abajo, además de 20 cortijos y tres hectáreas de regadío.
En pleno siglo XX, la economía del Acebuchal se basaba en la agricultura, ganadería y todas las profesiones existentes en la zona en dicha época, calereros, tomilleros, carboneros, esparteros, peones de caminos, arrieros, etc
En 1949, tras la guerra civil española, acabó siendo abandonada por todos sus habitantes.
En 1998 y tras 49 años de abandono y misterios, la familia García Sánchez y el resto de propietarios deciden de restaurar la aldea.
Sin luz, agua y todas las comodidades de las que hoy día disponemos, se fueron reconstruyendo las casas y calles para conseguir el resultado del actual Acebuchal.
La patrona de este lugar es la Inmaculada Concepción, se celebra el primer sábado después de San Juan, celebrándose una fiesta en su honor.
Para llegar al pueblo hay un par de km de pista asfaltada, con algún que otro tramo terrizo en estado aceptable para los coches, aunque es mejor todoterrenos o SUV.
El coche se puede dejar, si hay plazas en el pequeño aparcamiento junto a la Ermita de San Antonio.
La ruta parte de la pequeña capilla en honor a San Judas Tadeo, junto a la propia carretera, por el cauce seco del Arroyo del Acebuchal, bastante cómodo de andar pues tiene bastante arena. Este tramo coincide con la etapa Cómpeta - Frigiliana de la Gran Senda de Málaga.
Después de algo más de un km, dejamos el lecho por un sendero empinado que nos sale a la derecha, que nos lleva a la pista llamada en el mapa Vereda de la Coscoja a Granada, hasta las ruinas de la Venta Cebollero.
Inmediatamente después de la Venta, abandonamos la ruta de la Gran Senda por el sendero que sale a la derecha por el lecho del arroyo. Está parte presenta mayor dificultad por las piedras sueltas existentes, que dificultan el avance. Nuevamente nos encontramos con la pista terriza que nos lleva al Puerto Blanquillo .
Por fin aparece ante nosotros la enorme mole del Cisne, a primera vista inaccesible con unos tajos verticales impresionantes. La vista desde el Puerto es espectacular.
El camino continua en bajada dejando a la derecha la Vereda del Puerto de los Umbrales. La bajada termina en el cauce del Río Higuerón, cuyo caudal afortunadamente es pequeño y salvamos sin dificultad. Continuamos dejando a la derecha el Helipuerto del Infoca para inmediatamente cruzar el Arroyo de las Angustias, que también vadeamos sin mayor dificultad.
Seguimos por el cauce del arroyo unos metro para pronto girar a la derecha por un tramo de pista hormigonada que abandonamos unos cientos de metros más adelante, para empezar la parte dura de la etapa.
Desde aquí el sendero asciende vertiginosamente por una torrentera con pidras sueltas que hacen aun más difícil la ascensión. En apenas 800 m. superamos un desnivel de más de 200 m. por lo que el pequeño collado existente nos permite recuperar la respiración. Es en ese collado donde encontramos un enorme bloque de piedra de unos tres metros de alto, llamado El Centinela. El camino continua con fuerte pendiente y piso inestable de piedras sueltas y arena hasta alcanzar una bifurcación a la izquierda de la creta del Cisne.
Hay dos opciones de subida: a la izquierda se llega al Collado de las Dos Hermanas y la cueva del Cisne o del fantasma, y a la derecha se sube por el sendero que traíamos, aunque, si cabe, con mayor pendiente aún.
La subida la hemos hecho por el Collado de las Dos Hermanas siguiendo las recomendaciones de otros senderistas. Una vez ahí, y después de recuperar fuerzas hemos entrado en la única parte algo complicada de la ruta.
Dejando atrás el Collado, y después de unos metros de sendero, encontramos una pared de piedra, bastante ancha y empinada que, inicialmente asusta. Es conveniente, a partir de este punto plegar los bastones y sujetarlos a la mochila porque desde aquí y hasta la cumbre, nuestras manos van a ser nuestra mejor ayuda.
Con las debidas precauciones, y entrando pegados a la hermana de la derecha, es cuestión de algunas trepadas ayudándose de las manos.
Aunque el desnivel es mucho y hay que ir con precaución, no es una ascensión difícil ni con demasiado riego. Pronto aparece la Cueva del Cisne o Cueva del Fantasma que nos indica que lo peor ya ha pasado. Llegamos fácilmente al último collado donde aparece la cresta irregular del Cisne a apenas 50 metros de desnivel. El sendero bien marcado y donde es necesario alguna pequeña trepada nos lleva en pocos minutos a la cresta del Cisne y al merecido descanso.
En la cima, un pequeño buzón metálico colocado por un grupo de montañeros de Velez Málaga en 1995, da fe de que hemos superado el reto.
La bajada la hemos hecho por el empinado barranco que se abre desde el collado. Hay que ir con mucha precaución porque la pendiente es muy fuerte y hay muchas piedras sueltas que pueden provocar accidentes, tanto a nosotros como a compañeros que vayan delante. En apenas 500 m. descendemos más de 200 m hasta enlazar con el sendero de subida y cerrar el bucle.
A partir de ahí, todo en descenso y con mucha precaución, pues las piernas empiezan a acusar la dureza de la etapa, llegamos al helipuerto y al cruce de los arroyos.
Antes de volver al Acebuchal, una pequeña subida nos lleva hasta el Puerto Blanquillo, desde donde vemos por última vez la imponente silueta del Cisne cuya subida nos producía mucho respeto.
Una ultima recomendación para quien quiera hacer esta ruta:
La ruta no tiene pérdida, además de que en muchos tramos sigue el lecho de arroyos y torrentes claramente definidos, está perfectamente marcada por los hitos de piedra que dejan los senderistas.
Es dura por las fuertes pendientes que hay que salvar, 700 metros de desnivel en los últimos 3 km.
Nos es una ruta difícil ni peligrosa para quien está habituado a salir al monte, aunque en la parte final de ascensión hay que ir con precaución.
La subida con mal tiempo y especialmente con la roca mojada no creo que sea aconsejable.
Aunque algunos otros tracks catalogan la ruta de difícil, la considero moderada porque en ningún momento la exposición al vacío ha sido significativa.
Nos vemos en la montaña.
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