Subida al Calvitero desde el Albergue del Solitario

Una subida sencilla (se parte de un lugar elevado, la cuesta es bastante tendida y por un camino bien marcado), ideal para hacer en invierno. Pero sin olvidarse de las precauciones usuales: no ir solo (es alta montaña), equipo adecuado, cuidado con la hora que cae la noche muy pronto. Durante nuestra ruta tuvimos un recordatorio constante: guardias civiles y voluntarios seguían buscando a un montañero desaparecido desde hace tres días. Era impresionante ver lo mucho que se acercaba el helicóptero de la Guardia Civil a las paredes del circo del Trampal tratando de divisar algún rastro.

Aunque nuestra intención era dejar el coche en el aparcamiento llamado "El Travieso", un guardia civil nos aconsejó que, si no llevábamos neumáticos de invierno, era mejor aparcar más abajo, donde hay un "hotel de montaña" cerrado a cal y canto. En el mapa aparece como "Albergue del Solitario". Eso nos obligó a prolongar la ruta un par de kilómetros y 200 m de desnivel por abajo, que hubo que restar de las cumbres para dejar algo de margen para imprevistos. Por suerte, hay un camino más o menos apañado que evita tener que andar por el duro asfalto.

No es necesario describir en mucho detalle el recorrido, pues es sencillísimo: ascenso entre piornos hasta el Calvitero, para seguir por la cuerda en dirección suroeste, contemplando a la derecha la comarca de Béjar, al frente cómo van bajando las estribaciones hacia la llanura extremeña, y a la izquierda, mucho más escarpada, la caída hacia las lagunas del Trampal, en la parte abulense. Ascendimos hasta la Ceja del Calvitero (2420 m), la mayor altura, pero en lugar de continuar algo más, decidimos dar la vuelta.

Tuvimos mucha suerte con el tiempo: nieve recién caída y alternancia de nubes y sol, pero sin viento, por lo que el frío era muy tolerable. En la subida a la Ceja los crampones, aunque quizá no estrictamente necesarios, ayudaron mucho.