Subida a Peña Rogueira, techo de Ibias, y Turrunteira desde el puerto de Cienfuegos. Vuelta por Guímara y el refugio del Cuadro

Partimos desde el puerto de Cienfuegos. Tanto desde Guímara como desde el Tormaleo, sólo se puede acceder a este puerto con un 4 x 4. La excursión en coche en sí ya merece la pena por sí misma por las vistas que se tienen de media cordillera cantábrica. Nosotros subimos desde el Tormaleo y bajamos por Guímara.
Aparcamos arriba del puerto con unas vistas de quitar el hipo al Miravalles. De hecho, desde ahí mismo parte una ruta que, en 2 h, te deja en el pico. Del otro lado, ya vemos nuestro primer objetivo del día, Peña Rogueira.
El camino empieza por pista buena que, con unos pequeños subes y bajas, te va acercando al pico, pasando primero por el Pico Ladeirón. Una pequeña pedrera bien jitada y, en nada, estás en el techo de Ibias.
La continuación hacia el Turrunteira es algo más agreste. Nosotros decidimos seguir toda la cumbrera, lo que requiere apoyar las manos en algún punto y dar algún paso un pelín aéreo pero sin dificultad, pero esto se puede evitar yendo algo más abajo. Las vistas al Tesu Mular, Miravalles, Cuiña, Mustallar, etc, son de escándalo. También se divisa la zona de Ubiña, el Alcornón de Busmori, Caniellas, Candanosa, Chagonacho, Valdeiglesias,... ¡Alucinante!
La bajada la hicimos primero por la cuerda hacia Guímara y, luego, por terrazas de brezo bajo, hacia la laguna. Parece difícil a simple vista, pero se baja con total comodidad. Lo más complicado de la ruta viene en este punto, que es enganchar el sendero bueno desde la zona de la laguna hasta donde empieza el camino que, por medio del bosque, te baja a Guímara. Hay senderos por todas partes, algunos con continuación y otros no. La idea es ir perdiendo altura usando las zonas de prado verde por la zona más a nuestra derecha. Las trochas de la izquierda te acaban metiendo en brezo alto y en arboleda, mientras que las de la derecha rodean esa arboleda. En un punto, empieza a aparecer algún jito que te lleva al camino bueno de bajada. Este problema se evita haciendo la ruta al revés, pues ya sales dirigido al punto correcto por donde continuar la ruta.
La bajada por el bosque, pegados al río, es un puro disfrute para los sentidos. Hay que cruzar el río en un par de ocasiones, pero sin mayor dificultad.
En Guímara hay bar y fuente, por si se quiere hacer un descanso antes de iniciar la parte más dura del recorrido, la subida al puerto de Cienfuegos. La pista es buena y no tiene ninguna dificultad, pero es laaaaarga (7,8 kms) y acumula todo el desnivel gordo del día (620 m). Nosotros, aunque parezca mentira, la disfrutamos. Estaba todo el brezo en flor y había una mezcla de blancos, rosas y amarillos con el verde de las hojas de hayas, robles, alisos y fresnos de flipar, y un olor que embriagaba. Las vistas de Peña Rogueira y el Turrunteira, espectaculares. A mitad de camino, está el refugio del Cuadro y una preciosa área recreativa con fuente donde nosotros paramos un buen rato.
Recorrido espectacular y muy variado. Nos encantó.