South Kaibab Trail to Skeleton Point

Qué poder escribir sobre el respeto y la emoción que se siente al dar el primer paso y empezar a adentrarse en el cañón más famoso del mundo. Empezamos la ruta sobre las 7:30 h, expectantes de ese calor terrible que te describen los rangers del parque y que lees en páginas de internet y guías de viaje. Nadie aconseja llegar al río Colorado y subir en un mismo día, al menos en verano, pero es lo que todos, o al menos nosotros, deseábamos. Bajar es muy fácil y el respeto por la subida y, sobretodo, el calor que se va haciendo cada vez más intenso nos hacen finalizar nuestro descenso en Skeleton Point. Sentimos que, aunque no de cerca, hemos podido ver el río y suplir, de alguna manera, esas ganas por llegar a lo más profundo del cañón. La subida nos regala ver las mulas ascender desde el mismo río, mientras nos encontramos con más gente a medida que vamos ascendiendo. Durante la ruta hablamos con una ranger encantadora que, de manera voluntaria, advierte a los excursionistas de los peligros de adentrarse en lo más hondo del cañón y que va contando la gente que baja y la que sube. Es impresionante la pasión y la buena atención que pueden ofrecer los estadounidenses. Una gestión del parque exquisita, que ya me gustaría pudiéramos tener también por algunos parques de Europa. Finalmente llegamos al punto de partida, sintiendo que la ruta no ha sido tan dura como anticipábamos y que, quizás, podríamos haber bajado un poco más. Sabemos que parar y retroceder a tiempo nos ha permitido disfrutar de la ruta y esperamos, algún día, poder llegar al río, quizás pasar una noche y volver ascendiendo por Bright Angel Trail. Qué maravilla de parque!