Soto de Bayona y Cortados de Titulcia

Titulcia se encuentra en la confluencia de los rios Tajuña y Jarama, nuestra ruta discurre junto a este último.
En la parte oeste del pueblo hay una calle con bastante aparcamiento y es un punto ideal para iniciar la ruta.
Comenzamos a andar pegados al río, si queremos observar las aves tendremos que ir
con cautela y en silencio, parece que esto es muy difícil también para muchas personas.
Nosotros tuvimos suerte porque fuimos temprano y pudimos ver cigüeñas, fochas, águila culebrera (o quizás era un busardo, no lo llegué a ver bien), milano negro, ánade azulón, carboneros, jilgueros, alondras, gallinetas, cormoranes, golondrinas, aviones, cerceta común, garzas, cigüeñuela, si que es cierto que pocos ejemplares de cada uno.



El camino es muy llano y no tiene perdida, casi sin darnos cuenta llegamos hasta un punto en que se encañona el terreno, esta es la parte de más desnivel pero se hace muy bien.
Al llegar a la parte más alta giramos a nuestra derecha y vamos bordeando los cortados, desde aquí hay muy buenas panorámicas.
Llegamos casi hasta el pueblo porque había leído algo de unos restos arqueológicos del siglo II pero lo único que hay es el cartel, los restos permanecen enterrados y cubiertos de hierbas, en este país se le da mucha importancia a las corridas de toros pero a descubrir, restaurar y conservar restos arqueológicos que forman parte de la cultura de nuestros antepasados y por lo tanto de la nuestra y de nuestras tradiciones, para eso no hay un duro.
Decidimos bajar otra vez hacia el río por prolongar un poco la ruta ya que, al no tener desniveles, se nos queda corta.

Regresamos contemplando los cantiles y sus oquedades.
De vuelta al punto de origen visitamos los puentes, el nuevo y el viejo (1891)

Después dimos un agradable paseo por el pueblo, aprovechando para repostar y dejar
algo de pasta en la zona que falta hace.