Sopetrán-Sta Rita-El Pomar-Sopetrán

RUTA DE LOS MANGOS
Sopetrán-Sta Rita-El Pomar-Sopetrán
26 Mayo 2013

GRUPO “CRUZAMONTAÑAS”
KM: 24 KM
TIEMPO: 9H-50

Ésta es otra de ésas caminadas en las se comprueba, nuevamente, porqué Medellín es llamada “La Capital de la Montaña” ya que, en 8km, ganamos 1.101 mts de altura pues subimos de 683 msnm a 1.789msnm.

Éste ascenso lo hicimos por una de las montañas que se descuelgan del Páramo de Belmira a las cálidas tierras del Río Cauca. A propósito, dice Jairo Ruíz - Director de uno de los dos grupos de Cruzamontañas- que ésta caminada sí tiene una bajada…la del bus que lo lleva a uno a Sopetrán jajaja

Hace un par de años realicé ésta misma caminada con el grupo pero, en ésa oportunidad, la hicimos completa hasta Belmira. Ésta es una de las caminadas grado 5 que he hecho con Cruzamontañas.

Pero con el fin de socializar, y darles oportunidad a más caminantes; para ésta ocasión se recortó el recorrido y se designó como punto de llegada una finca en la Vda El Pomar que viene a ser siendo la mitad de camino entre el municipio de las frutas y el pueblo del páramo.

A eso de las 8 pasadas salimos de Sopetrán, uno de los pueblos que forma la trilogía de la Ruta del Sol de Occidente. Cruzamos la Qda La Sopetrana – que abastece de agua al municipio-, seguimos por la Vda Otra Parte, pasamos el puente sobre la Qda “La Mirandita” y comenzamos el ascenso.

Éste se hace por una trocha que en 8 oportunidades cruza la vía destapada que une a Belmira con Sopetrán por Horizontes. En ése orden de ideas mientras la carretera da vueltas para hacerse más accequible, nosotros subimos derecho por la loma

Y cada que lo hacíamos íbamos ganando altura y con ella la posibilidad de disfrutar de un majestuoso paisaje en el cual se puede apreciar el muy bello valle que forma el Río Cauca en ésa zona, Los municipios de Sopetrán, San Jerónimo y Sta Fé de Antioquia, la desembocadura del Río Tonusco al Cauca y las imponentes montañas que hacen parte del la Cordillera del frente o sea la Occidental.

Mientras subíamos a la Serranía Sta Rita, en donde está ubicada la Vereda que lleva el mismo nombre, me sorprendieron cuatro cosas: ver la cantidad de casas desocupadas y abandonadas a lado y lado de la trocha, descubrir partes de un vallado construido en piedra que seguramente perteneció a un importante camino antiguo, mirar los más de 5 cañones profundos que hay en ésta parte de la cordillera central y pasar por una cantidad de árboles de mangos repletos de ésta deliciosa fruta.

En plena cosecha la tentación de comerlos estaba por todas partes: colgada, en el suelo, arrumada, en cajas por lo que, en varias oportunidades, paramos a comer mangos de todos los tamaños y sabores y por eso, ésta ruta, lleva su
nombre.

Con un clima perfecto para la ocasión, ya que “jaramillo” permaneció oculto tras las nubes; seguimos ascendiendo, pasamos por el Pomar parte baja y a eso de la una de la tarde llegamos a la casa de Doña Marta en donde nos recibieron con un suculento sancocho de pollo.

Debo aclarar que yo siempre voy de “rastrillo” o sea de última y por eso demoró dos o tres horas más de los que van en la punta de la caminada. Esto lo hago, entre otras, inspirada en la sabia frase que dice “Disfruta el camino que la meta es efímera”

La idea en la Finca de Doña Marta, en donde terminó la jornada; era disfrutar del almuerzo, estrechar vínculos con los caminantes y darse una buena bailadita.

Como quedaba toda la tarde por delante yo opté por caminar un poco más y por eso decidí devolverme, a Sopetrán, por la carretera destapada hasta que el bus me recogiera. 3 horas más tarde, con un bello atardecer y casi llegando de nuevo al pueblo, pasó el bus.

Si bien la caminada estuvo muy buena, quedé antojada de hacerla de nuevo hasta Belmira para volver a sentir la satisfacción de ascender por ésa gran mole de tierra que arranca en el Cauca y llega hasta el Páramo.