Sóller - Mirador de Ses Barques - Camí de Sa Figuera

Esta es una de las tantas rutas que ofrece el inagotable Valle de Sóller para disfrutar de la montaña, bancales, olivos, naranjeros, historia y arquitectura popular, y esta vez con la familia. Arrancamos cerca de la rotonda del Bar Stop en la Ma-11 y en nada pasamos junto a la cruz de término d'en Barona y el puente homónimo sobre el Torrent Major, con la fecha del año de su construcción grabado en sus muros, 1895.

En los primeros 1600m se va por vías pavimentadas para luego dar paso al Camí Vell Bálitx, unos trozos empedrados y otros de tierra, cruzando la carretera de la Sierra cerca de una curva en donde hay que extremar la precaución. Hay que pasar dos barreras para llegar a las casas entre olivos de Can Costurer. La Font de Sa Tintorera¹ está junto al camino por su derecha, pero debido a la vegetación que casi la tapa pasa desapercibida. Para verla solo hay que tomar como referencia un estanque tapado con una placa de hormigón y dos arquetas de hierro que veremos por la izquierda, también pegado al camino. Es una fuente de mina cuya agua llega a una pila de piedra rectangular; el abrevadero que hay a su derecha no resulta visible.

En el doble cruce siguiente hay que seguir la indicación "Tuent - Camí Vell de Bálitx", los dos de frente, y luego tendremos muy buenas vistas sobre el Port d Sóller. Se cruzan dos barreras metálicas y en la segunda hacemos un giro de 180° tomando la pista ancha que pasa al pie de una casa, teniendo a la vista en lo alto el Mirador de Ses Barques.

Desde el mirador hay unas vistas fenomenales del Port de Sóller, la Sierra de Alfabia y las faldas de las montañas que caen hacia el mar desde el Puig des Teix. En su restaurante, dirigido por la Sra. Ángela a la que conozco desde hace 24 años, merendamos para reponer fuerzas; como siempre que he ido, un diez, una apuesta segura para comer y estar tranquilo.

Desandamos el camino de subida y seguimos el panel indicador de "Camino de Sa Figuera/Port de Sóller/Sa Figuera", prácticamente ya todo en bajada. Casetas de olivar (los porxos), antiguas casas como las de Can Verí que se hallan a pie del camino por la derecha y olivos nos acompañan durante todo éste tramo ancho que se abandona por la izquierda, dando paso a una estrecha senda por la que se llega a Can Bonjesús, unas casas en ruinas a las que le quedan unos cuantos elementos reconocibles: las picas de comida de los cerdos, el baño, portal de acceso, etc. Rodeándola hacia la derecha pasamos por una barrerita de madera y nos topamos más adelante con la carretera, escasamente transitada, a la altura del Coll d'en Marqués.

Un poquito de asfalto y en la primera curva cerrada abrimos la barrera metálica de nuestra derecha, con un indicador de madera cerca, y en constante bajada pasamos junto a la preciosa Font de sa Pica¹, que en realidad es un lavadero. El agua va a parar a las casas de Can Gordo y de Ca s'Hereu a través de una moderna tubería. Antiguamente lo hacía por un canal de barro que iremos viendo más adelante.

Las casas de Ca s'Hereu, por las que se pasa, sencillamente son espectaculares, todo está en armonía con el entorno. El camino es claro y por la izquierda en el lecho del torrente se encuentra la Font de Can Real¹, hoy no tenía agua, con un azud a pocos metros que consigue desviar el agua para que llegue por una acequia a un estanque. El azud es una barrera, una construcción habitualmente realizada para elevar el nivel de un caudal o río con el fin de derivar parte de dicho caudal a las acequias.

Se pasa por el "llogaret" de Sa Figuera, lavaderos, antiguas casonas, torre de defensa, todo rústico y auténtico, encantador. Continuamos por la carretera que baja junto al torrente de Sa Figuera y en la glorieta de entrada al Port de Sóller seguimos las indicaciones de Sa Figuera, cogiendo una senda que en pocos metros nos lleva hasta lo que parece un antiguo puente de piedra. Junto a él hay un horno de cal que pasa desapercibido.

Ahora en ligera subida el caminito discurre por un pinar para enlazar con una pista ancha de tierra. Antes de una puerta de madera, por la izquierda a 20m se encuentra la Font de Son Llampaies¹, de la que solo es visible algo de su entrada entre la maleza. Tiene la curiosidad de que el agua que sale por boca de entrada proviene de dos captaciones diferentes; uno el de la propia mina de la fuente y el otro de las aguas de escorrentía que le entran por un pozo sin cuello de piedra seca, que es el que se ve desde la misma puerta de madera. El Coll d'en Borrassá hace de puerta de entrada o de mirador sobre Sóller, al que nos vamos acercando por el Camí de Son Llampaies.

Un lugar destacado en la historia de Sóller son las casas de Can Tamany. El 11 de mayo de 1561 más de un millar de sarracenos desembarcaron en la costa para intentar coger desprevenidos a los habitantes del pueblo. Después del enfrentamiento en el que fueron derrotados, de regreso, algunos se extraviaron en el camino de Sa Figuera pasando por estas casas. Las hermanas Francesca y Catalina Casesnoves apalearon a uno de ellos y lo tiraron por la ventana, saliendo despavorido el resto del grupo. Una placa recuerda este suceso, precursor de la celebración el día del Firó de Sóller de la fiesta de moros y cristianos².

Al llegar a la carretera la cruzamos y continuamos por el camino de Sa Figuera, pasando junto a la Iglesia de l'Horta para en quince minutos llegar al lugar de partida de esta ruta.

Todo el recorrido está muy bien señalizado con estacas y postes de madera, resultando sencillo el orientarse. No hay problemas de paso por ninguna de las barreras que cruzamos. El caminar se hace muy agradable entre tanto olivo, naranjos y bosque; una gozada.

Compañera de ruta, Magdalena.

1.-https://sites.google.com/view/fontsdetramuntana/tramuntana

2.-https://caminsdepedra.conselldemallorca.cat/es/-/el-cami-de-sa-figuera