Sierra Saladaviciosa y Fates

Alcanzamos con las primeras luces el mirador alto de Facinas, la vieja Faysana. Dejamos el coche junto al Mirador y contemplamos, atónitos, la fantasmagórica aparición de la ancestral Laguna de la Janda. La bruma dibujaba un escenario insólito. Sin duda sería un hermoso día.

Nos encontramos en las estribaciones septentrionales de la Sierra de Saladaviciosa, que se continua hace el sur, consecutivamente, por la Sierra de Fates y la Sierra de Enmedio. Este eje montañoso protege la mitad occidental del tímido paso de montaña que une Tarifa con Facinas, conocido popularmente como Puerto Llano. Frente a nosotros debió pasar la Vía Hercúlea, la autopista del mediterráneo de los romanos.

La ruta es bastante sencilla. Se trata de ir subiendo por una cómoda pista forestal (por la que podría ir perfectamente un todoterreno). Conforme tomamos altura las vistas de la Janda tornan a espectaculares, emergiendo al noreste Medina Sidonia y al noroeste Vejer de la Frontera. Disfrutar de esta estampa, es bellísima.

Seguimos subiendo, sin demasiadas dificultades, por la Sierra de Fates. A nuestra izquierda puede apreciarse perfectamente la Sierra del Niño, la Sierra de Saladavieja y la Sierra de Ojén. Es fácil identificar el pantano de Almodovar y la colina piramidal que esconde la almenara de Torregrosa. Seguimos subiendo hasta toparnos con unas curiosas formaciones de arenisca, justo antes de alcanzar nuestro primer objetivo; el vértice geodésico de Facinas (640m) que coincide con la cota más alta de ésta sierra. Al parecer existe una placa que indica el lugar exacto... nosotros nos la encontramos, aunque descansamos un buen rato en la casa de los forestales y en las instalaciones militares abandonadas que circundan el lugar. Un mar de nubes cubría Puerto Llano. Precioso. También podemos contemplar la Playa de Valdevaqueros con sus colosal Duna de Arena.

Continuamos. Ya casi no tendremos que ascender más. Pasamos a la Sierra de Fates de inmediato y la recorremos paseando. Decidimos no visitar el VG de los Órganos (768m), que coincide con la cota más alta de la Sierra de Fates, por cuestiones de tiempo (he leído que hay que pasar un par de vallas). Al fondo los molinos de la Sierra de Enmedio nos marcan el camino. Pasamos el precioso Puerto del Toro, con sus bien delineadas curvas forestales.

Nuestro plan era alcanzar el cortafuegos que separa ambas sierras, el Puerto de Fates,... y eso hicimos, aunque el desenso fue un poco "incómodo", pues la vegetación había borrado buena parte del esfuerzo de los forestales. El descenso se inicia desde el Puerto de Fates, que separa las sierras de Fates y Enmedio. Con un poco de paciencia y una decena de arañazos alcanzamos la pista forestal GR7 y no tardamos en alcanzar nuestro destino, la casa de unos familiares en la falda de la Sierra de En medio, a un tiro de piedra del caudaloso Río de la Jara.

Toda la ruta, excepto el cortafuegos, discurre por senderos forestales amplios y de trazado sencillo. La mayor parte del camino funcionan los móviles y las vistas son inmejorables. No nos cruzamos con nadie a lo largo de todo el recorrido. Os recomiendo este paseo por un rincón precioso, y poco conocido, del PN de Los Alcornocales.