Sierra Martés, desde Venta Gaeta

La Sierra Martés, desde Venta Gaeta y pasando por el Pico Noño, es un excelente itinerario, que hemos tenido la suerte de poder realizar en unas condiciones de tiempo especialmente favorables y cambiantes: otoño, con lo que eso representa por los colores, con niebla baja al inicio en los valles fluviales, y con excelente visibilidad (tanto con nubes como cuando el cielo se despejó más tarde) en todo el trayecto .
Seguimos la ruta propuesta por Biker077 (13119584), con algunas modificaciones menores, aunque haciéndola en el sentido de las agujas del reloj (inverso al propuesto).
Para llegar al punto de salida, desde Valencia, seguimos la A3 hasta Buñol, para luego coger la carretera CV-425, señalizada a Cortes de Pallás, hasta llegar a una intersección donde la carretera a Venta Gaeta (que sigue siendo la CV-425) sigue de frente, aunque se estrecha algo. Aparcamos el coche delante de la oficina de turismo (abierta sólo en fines de semana), aunque hay un aparcamiento a las afueras de la aldea.
Iniciamos la ruta cogiendo una desviación bien señalizada a la derecha, en dirección a la Sierra Martés, siguiendo las marcas del GR-7. A 1,3 km encontraremos una bifurcación señalizada, escogiendo continuar por el sendero de la izquierda, siguiendo el GR-7, hasta alcanzar el Collado de Robeno (aunque en algunos tracks se identifica como Collado del Rodeno, esta es la denominación correcta según el mapa), donde sigue tumbado el poste indicador del GR y variantes. Aquí hay una posibilidad de acceso directo al Pico Noño, por un sendero algo tapado por vegetación, pero bastante identificable en la parte baja, por el que se asciende muy rápidamente hasta el Pico, pero decidimos seguir el trazado propuesto por Biker 077, con lo que seguimos rodeando en descenso la base del Noño, hasta llegar al cruce con la pista hormigonada (que más arriba pasa a ser no asfaltada, pero se mantiene en buen estado aunque con algo de barro en zonas de umbría) que sube desde Siete Aguas, momento en el que giramos a la derecha para ascender en dirección al Pico Noño. Dejamos a la izquierda el sendero que continúa por la cresta de Sierra Martés y seguimos ascendiendo por la pista. Durante el trayecto pasamos por el refugio forestal de el Manquillo, del Ayuntamiento de Yátova y un par de fuentes (El Seco sin agua, y la segunda, un abrevadero con 1968 marcado en el frente, con un pequeño chorro); puede tener cierto interés señalar que el Pico Noño pertenece al municipio de Yátova, mientras el resto de la Sierra Martés y Venta Gaeta son parte del término de Cortes de Pallás. Ya cerca del pico encontramos una profunda sima o pozo parcialmente tapado por vegetación, justo al lado derecho de la pista, y algo más adelante vemos un poste metálico de la luz, en una zona relativamente despejada al pie de la cima que es un excelente mirador. Desde aquí vemos lo que parece un sendero algo tapado por la vegetación, que seguimos para subir hasta las escaleras de la torre de observación forestal en lugar de volver a la pista; al pie de la escalera hay un pequeño sendero por el que llegamos al vértice geodésico, donde aprovechamos para beber y comer mientras disfrutamos de las impresionantes vistas de 360º.
Terminado el sucinto refrigerio reemprendemos la marcha, descendiendo por la pista hasta encontrar el sendero que sigue por la cresta de Sierra Martés, pasando por los Picos Martés y de los Ajos. Esta parte es realmente bonita, con vistas bellísimas al entorno, y muy divertida de caminar, aunque en algunos puntos se requiere el apoyo de las manos para salvar pequeños repechos, sin sensación de peligro en ningún momento (importante comprobar que se está dentro del sendero, porque hay pasos algo escondidos sin ningún peligro y fáciles de atravesar, mientras el abordaje parece complicado fuera del sendero). Atravesamos algunas zonas de excavaciones arqueológicas, en la plana superior y en un puntal rocoso algo más adelante, antes de alcanzar la parte final, donde se encuentra el vértice geodésico, y que todavía es, si cabe, más interesante que el recorrido previo.
Desde el vértice geodésico iniciamos el descenso hacia el Collado de Pepín y después a Venta Gaeta, por una ruta bien marcada, con varias zonas en las que se han construido pasos a modo de puerta, con suelo de piedra en el que sería fácil perder la ruta si no fuese porque está muy bien marcada (en nuestra opinión es la ruta mejor marcada que hemos visto en bastante tiempo). Hacia media ladera el sendero deja de estar trazado sobre piedra para pasar a tener un suelo de tierra, con bastante pendiente y menos agarre, que no plantea problemas hoy por estar esta zona seca pero puede complicar la marcha cuando esté mojado. Al final el sendero alcanza la bifurcación citada al principio, por donde nos reincorporamos al GR-7, en dirección a Venta Gaeta, alcanzando la población unos minutos más tarde.
En la plaza donde hemos dejado el coche hay una carnicería y restaurante, donde decidimos comer y fuimos excelentemente atendidos. Un sitio recomendable.
En conjunto la ruta ha sido, como ya hemos indicado varias veces, muy bonita, mucho más de lo que esperábamos para ser sinceros. Las zonas de brezo en flor y los abundantes madroños con frutos ya maduros, junto a los bosquecillos de las umbrías, son realmente bonitas. De longitud media y desnivel medio-alto, aunque con algunas zonas de pendiente elevada y agarre bueno hoy, con buen calzado, pero que puede no serlo en otras circunstancias, creemos que es una ruta muy recomendable, pero no para todos los senderistas. En la zona alta hay cortados que pueden ser peligrosos si se sube con niños y no se les vigila adecuadamente, o en casos de falta de atención. Se puede llegar al Pico Noño en coche, pero en ese caso probablemente se apreciará bastante poco de las muchas bellezas de esta ruta. A pesar de las limitaciones antes señaladas, en nuestra opinión ruta muy, muy, muy recomendable.