Sierra de Villares (Este - Oeste)

Dice Pepe Marcos: había ganas de montaña. Teníamos mucha gana (casi necesidad) de volver a senderear por todo lo que la Naturaleza nos ofrece. Precisábamos volver a “subir para ver”. Por ello, en este más que primaveral día murciano, “cuatro de los siete” - (sí, de los “Siete Magníficos”) con la incorporación de Yaiza, nos dirigimos a explorar una Sierra parcialmente conocida: Villares. Siguiendo el estupendo track de I. Iniesta https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/sierra-de-los-villares-cuerda-y-arista-al-completo-42786751 , nos dirigimos tempranico al Collado de las Zorras (asiento de la Venta del Garruchal), para realizar una travesía no muy larga ni excesivamente dificultosa en desnivel, pero sí picajosilla en su desarrollo y deambular. Partiendo de la mentada Venta, descendimos al Estrecho del Garruchal siguiendo la variante del PR-MU 23.1,y, tras cruzar la carretera RM-F13, seguir el PR-MU 23 durante unos 2.5 kilómetros para abandonarlo por el sur, ascendiendo por pequeña senda y, tras un hectómetro, llegar a las ruinas de un antiguo corral. En este momento, variamos nuestro transitar en dirección oeste para, desde aquí, recorrer durante algo más kilómetro y medio la arista este de esta entretenida Sierra. Deambular realizado con tranquilidad, visualizando a nuestro norte el espectacular Columbares, la Sierra de Altaona y el Cabezo del Buitre; y al sur Cabezo Gordo, todas las montañas de la ciudad departamental cartagenera, así como el Mar Menor. Tramo a realizar de forma casi intuitiva y con ciudado en algunas zonas de bajada. Enlazamos tras un pequeño descenso de un hectómetro con la conocida Senda del Gato ( ó de los Gatos), que recorrimos durante un kilómetro hasta llegar a nuestro punto de origen, usease, la Venta del Garruchal. Estábamos en el kilómetro 6.5 y, desde aquí, tomando el camino asfaltado situado al sur de la misma, sendereamos durante unos cinco hectómetros abandonándolo por la derecha para, ascendiendo durante unos doscientos metros campo a través, tomar la cuerda de la parte oeste de esta entretenida Sierra. Desde aquí, y durante cerca de dos kilómetros, fuimos siguiendo este bonito, vertiginoso y “cuidadoso” terreno, ora por cresta, ora por traza senderil, visualizando a nuestro norte y este Columbares, Mamellones, Puntarrón, Cabezo del Buitre y las portentosas Murallas de King- Kong. Mencionar que estamos en un terreno algo complejo, en el que hay que llevar cuidado y carecer de vértigo. Como se nos estaba haciendo algo tarde, decidimos abandonar el track que seguíamos y bajamos por el antiguo PR, (descatalogado en la actualidad) en dirección noroeste durante unos quinientos metros, hasta salir al sendero en la base de nuestra Sierra. Tras cuasi un kilómetro, llegamos a la curiosidad de esta salida, un vagón de Renfe (ó lo que queda de él), que hace que sea conocido este tránsito como la Senda del Vagón (ó de la Vagoneta). Tras su observación, tranquilo deambular de poco menos de un kilómetro y medio para volver (por segunda vez y esta vez de forma definitiva), a nuestro destino en la Venta del Garruchal. En total, travesía de cerca de 12 kms., con unos 400 mts. de desnivel positivo, recorrida en poco más de cuatro horas y cuarto. Y claro, tras este meneico, tocó otro buen meneo “cervecerogastronómico”, con el añadido de la celebración cumpleañera de nuestro Paco. Recuperamos la Montaña. Recuperamos las travesías por ellas. Esperemos que las fuerzas nos acompañen para que puedan seguir siendo nuestra fiel compañera