Sierra de San Mamede: capilla de San Mamede y silla de la reina

Esta ruta se realiza por pistas y por tanto no requiere experiencia en especial (al menos en verano). Mucha atención sin embargo, implica superar 1000m de desnivel acumulado.

Arranca la ruta en las afueras de Gabín, pasado el albergue. Un camino entre árboles se interna a la derecha y nos lleva a una pista grande cerca de una antena. Seguimos caminando y llegamos a un cruce de pistas que nos permite continuar hacia la cima (la capilla) o seguir por la ruta del Bidueiral (desde el Bidueiral también se puede llegar a la cima, aunque supondría un rodeo). Continuamos recto para desembocar en una pista/cortafuegos que ya nos llevará directos a la capilla. Este último tercio de subida (unos 2-3kms) es muy duro. Un poco más abajo, podemos reponer agua en la Fonte do Santo (manantial origen del río Arnoia).

Desde la capilla bajamos por la izquierda, manteniendo continuamente Rebordechao abajo, a nuestra derecha, camino de la silla de la Reina. Por aquí me metí por un cortaguegos cuando se podría seguir por el camino tranquilamente, aunque el resultado es el mismo. Al llegar casi abajo, en un cruce, retrocedemos unos 300m de subida para llegar hasta la silla y disfrutar de las vistas.

A continuación seguimos bajando hacia Rebordechao, aunque por culpa de una estribación de la sierra tendremos que dejarlo atrás y después volver hasta el pueblo por una pequeña carretera (existe un camino mucho más directo, pero yo no lo conocía). Antes de entrar en el pueblo hay una fuente que es el segundo y último punto de agua en esta ruta. Continuamos y justo a la entrada, a la izquierda, arranca la ruta de vuelta a San Mamede, con grandes desniveles. La ruta marcada con postes difiere de la que yo seguí, pues ya la tenía preparada y la ruta de los postes parecía volver al pueblo dando un rodeo (en realidad permite subir por un sendero guardado por una puerta). En cualquier caso, se cumple el kilometraje anunciado en el arranque para llegar a la pista que rodea la cima.

Tras terminar la primera parte de la ascensión, llegamos a un bosque y la pista se convierte en llana e incluso desciende un poco, desembocando en un cruce de pistas de las que hay que tomar la que sube. Yo me equivoqué y tuve más adelante que subir dolorosamente por un cortaguegos casi vertical (o así me pareció a mi, las fuerzas ya estaban justas). Esta pista nos llevaría de nuevo a la capilla de San Mamede, con una subida importante, aunque la ruta que tomé yo es una que rodea la cima con muchas subidas y bajadas (se hace muy larga).

Una vez termina esta pista, desemboca en la ruta que seguimos originalmente a la ida (hemos completado el anillo), con lo que solo es necesario seguir lo recorrido en sentido inverso para volver a Gabín.