SIERRA DE LÚJAR

Tiempo en movimiento: 5 h 36'.

El sentido de mi marcha fue el mismo que llevan las agujas del reloj.

Vamos a conocer varios parajes de la Sierra de Lújar poco transitados, algunos de extraordinario encanto.

Nos salimos de la autovía de la Costa Tropical en su PK 181 y tomamos dirección Vélez de Benaudalla. Justo antes de pasar bajo la autovía emerge una pista a nuestra derecha que hemos de tomar. Esa pista tendrá dos bifurcaciones optando nosotros por nuestra izquierda en ambas. Más allá llegamos de nuevo muy cerca de la autovía en un cruce de caminos, cogiendo nosotros el de la derecha. A unos 600 metros aparcamos en un pequeño ensanche.

Ya a pie el primer ascenso es continuo y, al poco, zigzagueante por carril hasta que lo abandonamos, cuando este fenece, para ganar la loma en donde nos encontramos, supuestamente monte a través, y digo supuestamente porque yo tracé este tramo mediante la mayor comodidad ofrecida por las curvas de desnivel y me encontré con una difusa vereda de cazadores que va ganando altura y que conecta diversos puestos de caza. La vereda no es fácil de seguir y, ya casi arriba, acabé por olvidarla al completo.

Poco más allá de arribar a una casucha ruinosa, y muy cerca del punto más elevado de la loma, hallamos un carril que aboca a una cortijada también ruinosa, buen sitio para reposar, aunque yo no lo usé por hallar en ese momento un grupo ruidoso de senderistas.

Muy pronto abandonamos el carril que bordea la cortijada para coger una senda a nuestra derecha (dejé allí un hito pétreo), senda que se hará trocha para ganar altura de manera pina.

Nuestro paso se relaja, tras ello y continuando este camino, en una suerte de leve meseta.

Mi trazado había sido planificado totalmente circular, pero me dio por subir un poco más para gozar de las impresionantes vistas de la vega tropical. Podría haber subido más aún y haber ganado el peñón, pero me contenté con lo que observé.

Volvemos al tramo circular, donde volví a proyectar previamente a través de la mayor comodidad ofertada por las curvas de desnivel. De vez en cuando aparece una veredilla y disfrutamos del hermoso paraje donde nos encontramos. Hay aquí pequeños tajos muy vistosos.

Encimamos el Cerro de los Voladeros y descendemos por cortafuegos hacia un collado donde cruzamos una pista. Aquí tenemos la opción de tomarla y no ascender al Pico de la Soltera, ya que la pista la volveremos a cruzar una vez hayamos bajado de la montaña. Nosotros somos más ambiciosos y subimos al pico y a visitar las excavaciones mineras de su entorno.

Tras la visita minero-cimera volvemos a descender por el cortafuegos. Existe un camino inmerso en él que ayuda en la bajada. Hay un momento en el que este camino se desvía a la derecha para alcanzar, más allá, la pista susodicha, pero yo opté por continuar por el cortafuegos: Da una sensación aérea estupenda. Dan ganas, ilusorias, al fin y al cabo, de despegar hacia la vega tropical y su litoral.

Alcanzada la pista la abandonamos pronto por un viejo camino que descubrí gracias a vistas fotográficas aéreas. Aquí tenéis que estar muy atentos al GPS porque el camino se deja de ver e intuir a veces. Él nos deja muy cerca de nuestro vehículo.

¡Disfrutad de la naturaleza!