Sierra de las Villas (Jaen) Las Correderas por el Cagadero
near Cañada de la Madera, Andalucía (España)
Viewed 2575 times, downloaded 54 times
Trail photos
Itinerary description
04-JUL-12
Con los albores partimos de la explanada de la Fuensanta camino de la preciosa “caña de la maera”, zona de transito entre la sierra profunda y las poblaciones, lugar muy humanizado a tenor de los numerosos cortijos (buenos cortijos) existentes, centrada por el arroyo del mismo nombre que desagua en el Gran río algo más arriba del popular Puente de la Gorda, por donde nosotros lo cruzamos con los vehículos. De aquí, por pista asfaltada hasta la coqueta ermita de Jesús del Monte comenzamos a elevarnos hacia los farallones que cierran por casi todos los costados esta brecha del terreno. En la ermita se acaba el asfalto y continuamos por tierra pero bueno de transitar. El camino gira varias veces, el más llamativo en los Angostones, donde la cuesta de los arrieros se separa para dirigirse sin dilaciones al corazón de la sierra, luego volveremos por aquí. Ahora más decididamente se empina el camino para alcanzar cotas superiores, siempre entre olivares que ellos le comieron al monte. Algunos ramales se separan, unos hacía el barranco de los Lobos, otros hacía los cortijos del arroyo. Por encima de la Fuente del Tejo y cortijo de Casablanca (que luego visitaremos), a pie de pista, dejamos los vehículos y desmontamos para comenzar nuestra caminata.
El inicio es prometedor. La senda que tomamos calienta rápidamente los músculos de las piernas ya que arranca con una explosiva subida.
Pronto estamos pasando el primer accidente geográfico de la zona, el Tranco de la Zorra, parece que buena parte de la fauna se encuentra reflejada en la toponimia serrana, ¡que riqueza!.De momento, coronamos y un llanejo nos dice que estamos en el vallejo de la zorra.Allí contemplamos de lejos Piedra Cubilla y las Correderas, dos macizos significativos de la zona. También el morrón grande, conocido como Cerro de Santa María con su estratégica caseta de fogoneros, tan cercana desde aquí. Enseguida volvemos a subir para encontrarnos con una de las angosturas más bellas salvadas con arquitectura serrana, el Tranco de los Albardanos, la imagen es mucho más rica que lo que pueda contar, ¡y está allí! aún en pie, testimonio de lo bien que se hacían las cosas.
Buen trabajo de limpieza se ve por este tranco, el descenso por esta antigua senda nos lleva al lugar donde corona la cuesta Juliana que viene del Cortijo Terrones.Nos vamos dirección N intentando seguir el trazado de la antigua senda que se trazó por encima de pequeños peazos de labor. Difícil empresa pues aunque reconocible se encuentra intransitable por lo que avanzamos como podemos por esta Lancha del Cagadero, mala de andar, pedregosa.
Nos alivia la vista la oquedad semicircular que súbitamente nos atrapa, el Cagadero (de D. Vicente según la historia que se cuenta). Parece que nos encontremos frente a una pantalla panorámica de Cinemascope y Technicolor de aquellas, este es un lugar para mirar,… Tras el deleite continuamos por la parte más amigable de esta lancha del Cagadero para darnos de bruces en un curioso collado: Puerto del Moro. Allí una cruz de piedras en pleno puerto parece querer redimir el lugar de su denominación asociado al infiel. Por aquí debieron darse “correrias” (Correderas,…) en la época de la frontera musulmana, lo atestigua la existencia del Castillo de Chincolla, pequeño baluarte árabe que generó no pocas historias de tesoros escondidos por estos lugares.Pronto captamos la cercanía de nuestro segundo objetivo de la jornada, el vértice geodésico de las Correderas, gran farallón visible claramente desde la carretera que baja de Villanueva al Tranco. Desde el puerto del Moro, tras un suave ascenso y repunteo de los intrépidos por una preciosa roca que nos llama la atención y nos hace retozar del horizonte de esta sierra, llegamos al mismo.
El regreso nos lo preparó Manuel por un sendero paralelo al que trajimos pero por una cota inferior y por delante del Cagadero. Allí observamos una pedrera posible vía de ascenso a un posible paso existente en el mismo. Por la sendilla aparecimos en un poyete por el que nos descolgamos por un tranquillo en una vibrante bajada hasta donde teníamos los vehículos.
Con los albores partimos de la explanada de la Fuensanta camino de la preciosa “caña de la maera”, zona de transito entre la sierra profunda y las poblaciones, lugar muy humanizado a tenor de los numerosos cortijos (buenos cortijos) existentes, centrada por el arroyo del mismo nombre que desagua en el Gran río algo más arriba del popular Puente de la Gorda, por donde nosotros lo cruzamos con los vehículos. De aquí, por pista asfaltada hasta la coqueta ermita de Jesús del Monte comenzamos a elevarnos hacia los farallones que cierran por casi todos los costados esta brecha del terreno. En la ermita se acaba el asfalto y continuamos por tierra pero bueno de transitar. El camino gira varias veces, el más llamativo en los Angostones, donde la cuesta de los arrieros se separa para dirigirse sin dilaciones al corazón de la sierra, luego volveremos por aquí. Ahora más decididamente se empina el camino para alcanzar cotas superiores, siempre entre olivares que ellos le comieron al monte. Algunos ramales se separan, unos hacía el barranco de los Lobos, otros hacía los cortijos del arroyo. Por encima de la Fuente del Tejo y cortijo de Casablanca (que luego visitaremos), a pie de pista, dejamos los vehículos y desmontamos para comenzar nuestra caminata.
El inicio es prometedor. La senda que tomamos calienta rápidamente los músculos de las piernas ya que arranca con una explosiva subida.
Pronto estamos pasando el primer accidente geográfico de la zona, el Tranco de la Zorra, parece que buena parte de la fauna se encuentra reflejada en la toponimia serrana, ¡que riqueza!.De momento, coronamos y un llanejo nos dice que estamos en el vallejo de la zorra.Allí contemplamos de lejos Piedra Cubilla y las Correderas, dos macizos significativos de la zona. También el morrón grande, conocido como Cerro de Santa María con su estratégica caseta de fogoneros, tan cercana desde aquí. Enseguida volvemos a subir para encontrarnos con una de las angosturas más bellas salvadas con arquitectura serrana, el Tranco de los Albardanos, la imagen es mucho más rica que lo que pueda contar, ¡y está allí! aún en pie, testimonio de lo bien que se hacían las cosas.
Buen trabajo de limpieza se ve por este tranco, el descenso por esta antigua senda nos lleva al lugar donde corona la cuesta Juliana que viene del Cortijo Terrones.Nos vamos dirección N intentando seguir el trazado de la antigua senda que se trazó por encima de pequeños peazos de labor. Difícil empresa pues aunque reconocible se encuentra intransitable por lo que avanzamos como podemos por esta Lancha del Cagadero, mala de andar, pedregosa.
Nos alivia la vista la oquedad semicircular que súbitamente nos atrapa, el Cagadero (de D. Vicente según la historia que se cuenta). Parece que nos encontremos frente a una pantalla panorámica de Cinemascope y Technicolor de aquellas, este es un lugar para mirar,… Tras el deleite continuamos por la parte más amigable de esta lancha del Cagadero para darnos de bruces en un curioso collado: Puerto del Moro. Allí una cruz de piedras en pleno puerto parece querer redimir el lugar de su denominación asociado al infiel. Por aquí debieron darse “correrias” (Correderas,…) en la época de la frontera musulmana, lo atestigua la existencia del Castillo de Chincolla, pequeño baluarte árabe que generó no pocas historias de tesoros escondidos por estos lugares.Pronto captamos la cercanía de nuestro segundo objetivo de la jornada, el vértice geodésico de las Correderas, gran farallón visible claramente desde la carretera que baja de Villanueva al Tranco. Desde el puerto del Moro, tras un suave ascenso y repunteo de los intrépidos por una preciosa roca que nos llama la atención y nos hace retozar del horizonte de esta sierra, llegamos al mismo.
El regreso nos lo preparó Manuel por un sendero paralelo al que trajimos pero por una cota inferior y por delante del Cagadero. Allí observamos una pedrera posible vía de ascenso a un posible paso existente en el mismo. Por la sendilla aparecimos en un poyete por el que nos descolgamos por un tranquillo en una vibrante bajada hasta donde teníamos los vehículos.
Waypoints
Comments (2)
You can add a comment or review this trail
Preciosa ruta. Difícil de seguir después de Cuesta Juliana. Tenía muchas ganas de conocer esta zona de la Sierra de Las Villas.
Buenos días jqbejar, difícil de seguir y mala de andar esa lancha, solo paliada por el regalo de las vistas que tiene. Me alegro que disfrutaras. Saludos.