Sierra de las Villas (Aguascebas): las 8 escaleras. Cascadas de la Palomera, de Fuente Tejo y de Chorrogil

Completa circular que transcurre por recónditas zonas de la Sierra de Las Villas, en el entorno del Embalse de Aguascebas. No es esta una ruta para principiantes en la montaña, pues incluso con un buen track se van a suceder las zonas sin sendero, principalmente en la primera mitad. La orientación es difícil casi en todo momento, ya que en muchas ocasiones hay que buscar el mejor paso, intuyéndolo gracias a las huellas de animales. Si sé es consciente de todo ello, la ruta es una delicia, ya que sigue los pasos de los caminos trabajados por los antiguos pobladores de estas sierras, que se las ingeniaban para superar grandes desniveles por las zonas más inesperadas.

Los primeros kms son por pista, bajando hasta el Arroyo de Hoyo Redondo entre casas rurales y cortijos en funcionamiento (ojito con los perros). Una vez cruzado el arroyo hay que seguir las gomas de toma de agua durante unos cientos de metros, hasta que vuelven al arroyo. Entonces hay que volverlo a cruzar y comenzar a subir monte a través, en una zona donde la vegetación es densa pero principalmente romero, buscando la escondida y preciosa Cascada de la Palomera. El trabajo bien merece la pena, pues el lugar es idílico. Ahora hay que remontar la cascada dejándola a la derecha, pero tendiendo a su punto alto: primero con una sencilla trepada que te aúpa a una fotogénica roca y después por una loma descompuesta pero donde se adivina la traza que te lleva a la singular Escalera de La Toba, la primera y más bonita del día. Esta escalera, tallada en la roca del mismo nombre, te deja en la parte alta de la cascada y con todas las opciones de encarar el Tranco de la Palomera, un ancho cinto con brutales vistas a todo lo subido.

Tocan ahora varios kms intentando vislumbrar el mejor camino hasta el Cortijo del Tranco del Acebo y su escalera. Esta, como la mayoría, no es más que un sendero en zigzag que, de forma muy inteligente, permite salvar un desnivel muy importante. Lo siguiente es salvar el Arroyo de Aguascebas de Chorrogil, que metros después se despeña en una brutal cascada que pondrá broche final a la ruta. Después de pasar una estratégica choza (con preciosas vistas al Aguascebas), hay que buscar la Escalera de Poyollano, que te sube a los abrigos, cuevas y el arco de Justa La Fumaora.

Desde las ruinas del antiguo cortijo de Justa, se vislumbra una cañada que lleva a La Morra, su pequeño polje y su cima; pero sobre todo a la nueva escalera que nos baja un buen desnivel pasando por la Cueva Carambilla. Antes de llegar abajo viramos a derecha por una senda que entre el pinar nos va a llevar a la Escalera Romana (o de Los Faustinos), que salva una cerrada por la que cae un arroyo hasta llegar a un llano muy inundable (donde un mes después sobrevivían los restos de un nevero) de nombre Los Chortales. Desde ahí pongo dirección a Las Huelgas, una especie de pequeña finca donde tuve que abrir una puerta, cruzar el Arroyo de la Fuente del Tejo, y cerrar otra puerta; antes de coger la Escalera de las Huelgas, justo en el mismo sitio donde el arroyo se despeña en una bonita cascada (que hoy no estaba en su mejor momento). La Escalera de las Huelgas es un sendero en zigzag con gran pendiente, donde tuve que usar las manos en un par de ocasiones. Terminada esta te encuentras con una gran parcela vallada donde se mete el arroyo, y que unos zagales me avisaron que era propiedad privada, y que debía bordearla dejándola a la derecha hasta llegar al carril. Hago unos metros por este hasta desviarme a la última escalera, la Tarquino, poco después de pasar por un cementerio hippie y antes de toparme con la valla del cortijo del mismo nombre. La escalera es también una vereda en zigzag que me vuelve a bajar al Arroyo de la Fuente del Tejo, paralelo al cual hay un claro sendero que comparto con más gomas de toma de agua. Curiosamente, tengo que vadear el arroyo que viene de Los Chortales (el de la Escalera Romana) durante este tramo justo antes de desembocar en el Arroyo de la Fuente del Tejo. El sendero muere definitivamente en un gran carril y que ya no abandonaré hasta el final salvo para acercarme a la gran cascada del día: la de Chorrogil, por la que cae el arroyo del mismo nombre y que vadeé allí arriba por la Pasá Candiles.

En suma, ruta que tiene gran interés paisajístico y montañero, que marco como difícil por su complicada orientación. A pesar de la sequía que tenemos, había zonas embarradas, por lo que si se hace tras las lluvias, nos encontraremos preciosas las cascadas, pero el paso se dificultará y se hará peligroso en muchos tramos.