Sierra de la Almijara. Cortijo Córzola - Piedra Sellada - Salto Caballo

Bonita ruta circular por la Sierra de la Almijara, partiendo desde la barrera situada en el camino al poco de pasar el cortijo de Corzola. Se llega fácilmente por la carretera de la Cabra, saliendo de la misma en los Prados de Lopera hacia la Granja-Escuela Huerto Alegre (en la cancela existente en el camino poco antes de Huerto Alegre se puede leer un cartel indicando que se cierra a las 18:30) y pasando el pino de las 5 ramas, para tomar a pocos kms el desvío a la izquierda.

La primera parte de la ruta, en cómoda subida, transcurre por la pista que llega al cortijo en ruinas de Cabañeros. El arroyo de las Golondrinas, con sus pozas turquesa, nos acompaña parcialmente en este tramo. Dejando atrás las ruinas, al poco se comienza a rodear el pico Cabañeros que dejamos siempre a nuestra izquierda, buscando el barranco de las Alfajas, que cruzamos para comenzar el ascenso por la vereda de los resineros. Dejando atrás el desvío hacia las casetas de la Monticana (por las que más adelante pasaremos), se sigue ascendiendo por la cresta de la loma en una bonita subida en zig-zag, quizá la más exigente de toda la ruta.
En el siguiente cruce de veredas se toma a la derecha (la izquierda alcanza el collado de La Ventosilla y el Navachica) buscando ya Piedra Sellada, faldeando bajo las crestas. Con bajas temperaturas esta parte del recorrido, húmeda y orientada al norte, puede ser complicada en caso de heladas.
Pasando bajo Piedra Sellada, continuamos hacia el Salto del Caballo, con su caseta forestal de vigilancia. Las vistas merecen la pena; lástima de los incendios que arrasaron estas sierras hace años.
El descenso lo hacemos buscando las casetas de la Monticana prácticamente en todo momento por pista, excepto al inicio del mismo y en un recorte de unos 200 m campo a través por un barranco (fácil, con poca pendiente). Recuperada la pista, se llega a las casetas de la Monticana continuando este camino hasta el siguiente cruce, a la derecha, para pasar por el puente del río Cebollón.
Más adelante, decidimos abandonar el camino y recortar por una vereda que transcurre por un pequeño barranco. El inicio de ésta se localiza muy bien, pues está marcado con dos grandes hitos de piedras en la margen izquierda del camino. El barranco desemboca en el mismo camino que hemos transitado a la ida, por lo que sólo queda regresar al punto inicial.

Muy bonita ruta, y en buena compañía.