Sierra de Cazorla. Paseo a los Tejos Milenarios desde la zona recreativa de la Cañada de Las Fuentes

Tejos milenarios.
La ruta la comenzamos en el área recreativa de la Cañada de las Fuentes, no sin antes hacer una pequeña parada en el "Nacimiento del Guadalquivir" ya que veníamos desde Arroyo Frío, y está muy cerca del área recreativa.
Como comentario podría decir que son unos once kilómetros de pista sin asfaltar desde el puente de Las Herrerías hasta donde se llega por una carretera estrecha pero con asfalto. Valorar lo "que quiera uno a su vehículo". La pista no está muy mal, pero no sé si es por las lluvias recientes, que estaba bacheada y con algún resto de lavado del firme por escorrentías.
Otra cosa a tener en cuenta, la zona recreativa tiene un buen parking, pero está a casi un km del comienzo del sendero, donde hay un pequeñito parking y así se evitaría el exceso de tránsito por pista.

INFORMACIÓN OFRECIDA EN LA CARTELERÍA DEL COMIENZO DEL SENDERO:

"SenderoTejos Milenarios
Longitud del Trazado: 1,2 Km.
Duración (ida): 30 minutos
Grado de dificultad: Baja

Estamos en uno de los senderos de acceso controlado del parque natural. Estos senderos nos ofrecen la posibilidad de conocer alguno de los ecosistemas mejor conservados de Andalucía. Nos encontramos por tanto en un entorno sensible en el que debemos ser especialmente cuidadosos para no alterar el medio natural.
El recorrido es corto, pero nos ofrece una visión completa de uno de los elementos representativos de la flora de las Sierras de Cazorla, Segura y las Villas, el tejo. Comenzaremos a caminar por una zona umbría donde la sombra será participe de nuestros pasos y nos proporcionará un frescor muy reconfortante en los tórridos meses estivales. Entre la vegetación destacan numerosos arbustos como los majuelos, cerecinos, madreselvas arbóreas y rosales silvestres, precursor este último de nuestras rosas de jardineria, Además de alta variedad de flora abundan los grandes herbivoros como la cabra montés, especie señera en estas sierras, o el ciervo, cuyos berridos podremos escuchar sobre todo a final de verano. Disfrutaremos con el canto de pequeñas aves y con el majestuoso vuelo de las rapaces.
En el último tramo del recorrido, el camino se trasforma en una senda. Aquí el pinar es más denso, dejando claros junto a los roquedos en los que crece vegetación más adaptada a la umbria y condiciones más exigentes. Es en estos lugares donde se encuentran los tejos objeto de nuestra visita, que han encontrado el entorno ideal para vivir por más de 1000 años."