Settimo-Superga

Cómoda ruta que parte de la localidad piamontesa de Settimo Torinese, en las proximidades de Turín, y alcanza las alturas de la Collina Torinese, donde se emplaza la espectacular basílica de Superga. De arquitectura clasicista y un toque barroco, Superga alberga el último lugar de descanso de muchos príncipes y reyes de la Casa de Saboya. Pero lo más destacado es, sin duda, el espectacular panorama que se divisa desde aquí, del que el filósofo ginebrino Jean-Jacques Rousseau afirmó "tengo delante el más bello espectáculo que puede afectar al ojo humano": en efecto, la vista abarca la verdeante llanura regada por el río Po sobre la que se asienta la gran y hermosa ciudad de Turín y sus poblaciones satélites, llanura que se halla circundada por el impresionante arco montañoso de los Alpes, que contemplaremos a placer desde este privilegiado lugar. La parte superior del recorrido transcurre dentro del Aree Protette del Po e della Collina Torinese, zona de especial protección natural, paisajística y cultural.
La ruta discurre por caminos bien marcados y señalizados. Si lo deseamos, podemos comenzar en la localidad de San Mauro Torinese, donde se inicia el sendero 65 (Sentiero di Feisola e di Brich Giardin) y el verdadero ascenso a Superga, a través de un precioso bosque de especies caducifolias. El efectuar el recorrido desde Settimo Torinese, nuestro lugar de residencia, añade un llano y agradable paseo por el parque periurbano que se extiende entre Settimo y San Mauro, junto a las aguas del Po. Si se desea, es posible acortar la ruta utilizando el autobús para retornar a Settimo o ir a Turín (consultar Google Maps, y los recorridos, paradas y horarios en http://www.comune.torino.it/gtt/urbana/percorari.shtml, de la empresa de transportes urbanos GTT).
Nuestro caminar se inicia en piazza della Libertà, donde se encuentra el ayuntamiento de Settimo Torinese. Por su lado derecho, bajamos por la via Alessandro Manzoni hasta salir a una rotonda, en donde tomamos a la derecha por via Piave. Al final de esta, viramos a la izquierda por via Vagliè. Finalmente, torcemos a la derecha por via Fosse Ardeatine hasta las últimas casas del pueblo, donde se inicia a la izquierda un camino flanqueado por fresnos y arces que nos adentra en el parque periurbano que se extiende entre Settimo y San Mauro (wpt: Entrada parque). Tras ello, conectamos con una pista, que tomaremos a la derecha junto a un canal. Pasamos junto una explotación ganadera dedicada a la fabricación de quesos y por las proximidades de una gasolinera, tras lo cual atravesamos un túnel bajo una autovía (Strada Statale 11 Padana Superiore). Ahora torcemos a la derecha, junto a un bosquecillo de chopos, arces y robles (wpt: Desvío a la derecha). Continuamos sin pérdida alguna flanqueados por altos chopos, prados y algunos cultivos hasta la proximidades de una fuente circular, normalmente sin caudal, rodeada de una pérgola tras la que alcanzamos una bifurcación (wpt: Desvío junto al estanque), en la que giramos a la izquierda pasando por sendos puentes de madera sobre las aguas de un amplio estanque frecuentado por las anátidas. Llegamos a una especie de rotonda y proseguimos por el camino de la izquierda, el que está más próximo a la densa vegetación ribereña que escolta las aguas del Po. Un poco más tarde, alcanzamos un cruce junto a una torreta de tendido eléctrico (wpt: Desvío junto a la torreta eléctrica), continuando por nuestra izquierda, muy próximos ya a la corriente del río. Tras pasar junto a unos invernaderos y algunos chalets, veremos una prolongada presa que retiene las aguas del Po; un breve repecho nos sitúa en el inicio de un largo puente para vehículos, pero nosotros pasaremos por el paso de peatones, junto a unos ejemplares de Ginkgo biloba, para alcanzar el inicio del hermoso puente peatonal Vittorio Emanuele (wpt: Puente Vittorio Emanuele), que atraviesa sobre las aguas del inmenso río Po. Desde el puente tendremos unas preciosas perspectivas de Superga y su colina, de San Mauro Torinese, del río y, hacia el suroeste y a lo lejos, la inconfundible silueta de la Mole Antonelliana, en la ciudad de Turín.
Tras el puente, viramos a la izquierda por via Martiri della Libertà, para torcer a la derecha por via Giacomo Matteotti, hasta la Abazzia di S. Mauro di Pulcherada (fundada probablemente entre los s. VIII y IX). Tras el citado edificio religioso, giraremos levemente a la derecha para dar con un cruce (indicador del sendero 65 en un poste de la luz; wpt: Indicador del sendero 65), prosiguiendo por via Giacomo Matteotti para salir del pueblo por una carreterita asfaltada muy poco frecuentada, que discurre junto a una corriente (rivo di San Mauro). Transitamos por un estrecho vallejo tapizado por una húmeda y frondosa vegetación, y que acoge a numerosas y elegantes casas residenciales. Pasamos junto a la separación de nuestro camino del sendero 67 (wpt: Intersección senderos 65-67), pero nosotros seguimos por nuestra carretera valle arriba. Vemos una carretera que sale por nuestra izquierda y hacia atrás (cartel de propiedad privada), pero nosotros continuamos de frente hasta el fin del asfalto, momento en el que transitaremos por una pista de tierra que nos lleva con moderada pendiente a pasar junto a la cascine di Feissola, edificación que data de 1752, según el primer catastro de San Mauro; junto a ella se alza hoy una hermosa mansión ubicada en un privilegiado lugar con amplias y hermosas vistas. La pista continúa ascendiendo, hasta que de una curva a la derecha se desprende el inicio de un sendero (wpt: Inicio del sendero), que marca el comienzo de las cuestas más pronunciadas. Particularmente desde que abandonamos el asfalto, discurrimos por un tupido bosque constituido por una amplia diversidad de árboles caducifolios, tales como arces, robles, algunas hayas, y, muy especialmente, castaños y avellanos. El sendero es pedregoso, algo incómodo por los cantos rodados, y asciende moderadamente. Un poco más adelante, en una curva (wpt: Intersección senderos 61-65), se une a nosotros el sendero 61. Tras un corto recorrido en llano, el citado sendero se separa de nuestra ruta (wpt: Salida del sendero 61), giramos a la izquierda e iniciamos una abrupta subida, cuya pendiente solo es dulcificada por la presencia de algunos escalones efectuados con pequeños troncos. Afortunadamente, este fortísimo tramo no dura mucho; ahora nos hemos situados en el filo de una cresta o lomilla que ya no abandonaremos hasta el final. Caminamos por un denso bosque de avellanos poco desarrollados. Tras un breve descenso, alcanzamos, poco más tarde, la intersección con un camino más ancho, casi una pista (wpt: Intersección con camino ancho). Lo cruzamos y emprendemos una nueva subida, aunque más moderada, que nos coloca en la parte trasera de la basílica de Superga, donde encontramos un banco y un nuevo cartel explicativo del sendero 65, situados bajo unos arces. Recorriendo el colosal edificio por su costado norte, ganamos la explanada emplazada frente a su portada. Desde aquí nos entretendremos en contemplar la gran ciudad que es Turín y sus alrededores, así como los siempre nevados Alpes, que se muestran en días claros en todo su esplendor. Inexcusable será también la visita a la basílica, donde admiraremos su gran cúpula.
Volver por el mismo camino supondría totalizar 17 km hasta Settimo Torinese, pero es posible usar otras rutas de las muy diversas que se encuentran descritas en los alrededores de la basílica y área de aparcamiento para vehículos.