Serranía de Ronda: Circular por el Arroyo de la Ventilla

(Actualización junio 2023: Las recientes lluvias han ocasionado que la vegetación crezca abundantemente ocupando parte del camino y han deteriorado el sendero que en algunos puntos se ha estrechado considerablemente, especialmente en el tramo entre el desvío al mirador y el puente de la A-367, por lo que subiría la calificación de dificultad a moderado).
Se trata de un recorrido relajado de unos 12 km y menos de 300 m de desnivel por las inmediaciones del Arroyo de la Ventilla, alrededor de Arriate, de forma que sea circular.

Su índice IBP es 42 (índice de dificultad de la ruta - ver: ibpindex-) para senderismo.

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Recorrido visto desde el inicio


Recorrido visto desde el Arroyo de la Ventilla

Partimos de la gasolinera GALP situada justo enfrente del Camping-Hotel rural El Cortijo, en la carretera de Ronda a Málaga por la facilidad de aparcamiento en la misma o en sus alrededores. De igual forma podíamos haber comenzado en el mismo Arriate o junto al Puente de la Ventilla, quedando esto a gusto del senderista.

Camping-Hotel rural El Cortijo

La idea del día era recorrer todo el cañón del arroyo no solo en la dirección de Arriate hacia el Puente de la Ventilla sino también en dirección contraria hasta donde fuese posible, ya que suponíamos que en estos momentos un puente del sendero seguiría roto y el camino se encontraría muy cerrado por la vegetación, como así resultó ser.
Cruzamos la carretera y tomamos el Carril del Espejo, asfaltado, que discurre junto al muro de cierre del camping. En el primer momento posible tomamos a la derecha y luego a la izquierda andando por el Camino de Laura, que en descenso entre terrenos de cultivo nos conduce directamente a Arriate.

Llegando a Arriate

Después de atravesar algunas calles del pueblo llegamos a una zona cercana al campo de fútbol, junto a una gran explanada y con mucho espacio para aparcar coches. Encontramos señales indicativas de la Garaganta del Arroyo de la Ventilla y giramos a la derecha en subida.

Señales del Arroyo de la Ventilla

Unos 600 m después encontramos otra marca, giramos a la izquierda y abandonamos el asfalto.
Bajamos hasta alcanzar el cauce del arroyo después de pasar por un par de fuentes.
Notamos claramente la humedad que proporcionan tanto la vegetación del bosque de ribera como la de la permanente agua del arroyo.
Llegamos a una pequeña explanada con un cartel, una mesa a modo de zona recreativa y un puente.

Puente sobre Arroyo de la Ventilla

Aquí tomamos a la izquierda cruzando el puente sobre el arroyo pues nuestra intención es ver hasta dónde podemos continuar el sendero.
Nos vamos fijando en los efectos de la erosión en la roca y somos conscientes del lento trabajo realizado por el arroyo para crear este magnífico cañón.
Al poco de andar por esta margen derecha llegamos a una covacha justo enfrente del cementerio municipal en la que se aprecian con claridad los estratos de roca y la erosión del agua.

Covacha y marcas de erosión

Continuamos por el sendero que cada vez está más cubierto por la vegetación, en especial las zarzas. Debemos tener cuidado porque si no vamos cubiertos con pantalones resistentes, nuestras piernas o el tejido de los mismos se resentirán.
Después de subir y bajar varias veces y de tomar una curva del río llegamos a una explanadita en la que el sendero parece continuar junto a la pared, pero se trata de una antigua acequia que no ofrece posibilidad de seguir por ahí en estos momentos. Hemos de cruzar el arroyo por una zona con piedras sin muchas dificultades ya que el nivel del agua es muy bajo.

Cruce del arroyo por piedras

Continuamos ahora por la margen izquierda y la vegetación se cierra de forma que solo quedan unos túneles que nos obligan a pasar agachados y con las mochilas quitadas. Después de dos de ellos que nos ocasionan diversos enganchones y más de una expresión escatológica llegamos al puente que nos permitiría retomar la margen derecha, pero que se encuentra en estado de total abandono, como todo el sendero por esta zona, e imposible de cruzar andando normal.

Puente muy deteriorado

Podríamos hacerlo a cuatro patas o metiéndonos en el arroyo, pero no vemos la continuación del sendero por lo que decidimos desistir y volver sobre nuestros pasos hasta el puente anterior y seguir nuestro recorrido aguas arriba.
Cruzamos de nuevo el puente, ahora en sentido contrario y continuamos por el Arroyo de la Ventilla ascendiendo por su margen izquierda.
A los pocos metros vemos un cruce con un puente a la izquierda. De tomarlo iríamos a un mirador ornitológico, pero no es nuestro objetivo hoy por lo que seguimos de frente.

Cruce hacia mirador ornitológico

Seguimos disfrutando del rumor del agua y del frescor del bosque en este noviembre tan caluroso. Cuando llevamos aproximadamente un kilómetro desde el puente anterior observamos la posibilidad de cruzar el arroyo y continuar por la margen contraria. Es una opción válida para salir de la garganta e incluso más cómoda que la que vamos a seguir nosotros. No la tomamos porque va por la solana y ya la conocemos y preferimos ir por la ladera que está en la umbría.
Esta ladera va poco a poco siendo colonizada por quejigos y encinas que sustituyen al típico bosque de galería. El sendero sube con continuos toboganes aunque siempre con una clara tendencia de subida.

Vegetación de ladera en umbría

Después de otro kilómetro pasamos por debajo del enorme viaducto que necesita la A-367 para salvar la garganta y vemos en las cercanías el puente de la antigua Cañada Real de Granada a Córdoba, conocido por Puente de la Ventilla. Pasamos también por debajo del mismo con el único objeto de verlo desde abajo, porque podríamos haber tomado el carril por el que continuamos sin pasar por debajo del puente.

Puente de la Ventilla

Alcanzamos el carril y en las inmediaciones del portón de entrada de una finca, en una bifurcación, tomamos la primera a la derecha en subida que nos lleva a una variante de la citada Cañada Real.

Cruce hacia la Cañada Real

Seguimos por ella en un cómodo pasear hasta alcanzar la parte trasera de la gasolinera, la carretera y al momento el aparcamiento de nuestro vehículo terminando así la ruta de hoy.


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