Serra di Celano desde Ovindoli - 12/05/12

12/05/2012 - Subida al Serra di Celano (1.921 mts) desde Ovindoli.

Solo puedo decir que a este monte le faltan 80 mts para poder estar en el libro de los dosmiles del apenino... porque creo que se lo merece.

Monte característico y con una cresta final que quita el hipo, sobre todo si tienes vértigo.

Al llegar al centro de Ovindoli sale una calle a la derecha (indica Serra di Celano) que, pasando por el Comune/Ayuntamiento, sale del pueblo y llega a un punto dónde se da otra vez referencia de la ruta. Yo he dejado el coche aquí aunque se puede dejar directamente en el pueblo o avanzar un poco más por el camino.

Tras dejar el coche se sigue el camino hasta un punto dónde empieza a descender hacía el Valle dei Curti. Aquí seguimos las marcas del sendero del CAI (blanco/rojo) y nos adentramos en una inmensa ladera de hierba que iremos siguiendo y subiendo cruzándola hasta un punto donde la valla que recorre toda la pendiente está rota y se puede pasar (además aquí están las marcas del sendero). Con un poco más de esfuerzo nos plantamos en la base de la cresta final del "Serra", como se le llama por aquí. A partir de este momento se sigue el sendero bien marcado, y que como digo no recomiendo a gente con vértigo ya que si bien no es peligroso la sensación de "patio" es importante, hasta la cumbre.

Vistas espectaculares: Grand Sasso, Velino, Sirente, Magnola... vamos todo.

En la cumbre foto de rigor, un rato de charla con Francesco que venía directamente desde Celano (900 mts de desnivel el algo más de 3 kms), bocata de chorizo (español, por supuesto) y para abajo. Algunas fotos de flores alpinas y vuelta a casa.

Por cierto, la visión más espectacular, por lo que he aprendido, es La Piana del Fucino que es el valle que está debajo del pueblo de Celano y que resulta que era un lago de poca profundidad que secaron en el siglo 19 para convertirlo en una zona super fértil (o para que no se llenara de mosquitos ya que era un lago de poca profundidad, "paludoso" lo llaman aquí).

Un precioso día de monte y una montaña auténticamente bonita y que, seguramente, por su altura no es muy frecuentada.

Recomendable.