SERRA DA PENEDA. Peneda -Rouças-São Bento do Cando-Peneda

Importante: Al no ser una ruta homologada puede que en algun punto los tojos y las silvas impidan seguir el camino correcto y se tenga que dar un pequeño rodeo, tal y como nos paso a nosotros. Nada que no se pueda solventar a bastonazos.
Comenzamos la caminata desde el Santuario de Nossa Señora da Peneda bajando las escaleras de acceso al mismo. Cruzamos el puente y al no encontrar abierto el camino pegado al rio seguimos la carretera hasta poder encontrarlo en Baleiral, donde cogimos el camino que nos lleva a la parte baja de Tibo. Llegamos al puente y seguimos la orilla del rio da Veiga hasta llegar a Rouças, continuamos hasta Gavieira donde hicimos el primer avituallamiento antes de la fuerte subida que nos llevaría hasta la Branda de Busgalinhas.
La subida, llamada Trihlo do Ceo se hizo dura por el calor y la hora pero llegamos enteros a la Branda, de alli y en descenso llegamos a San Bento por una pista recién asfaltada. Alli tuvimos nuestro segundo avituallamiento al lado de la iglesia que estaban reformando y al bar-taberna.
En frente divisamos la continuación de nuestro caminar, el valle del rio Pomba y al otro lado, imponente, la Sierra de la Peneda. Comenzamos nuestro descenso por un hermoso camino entre arboles, corrientes de agua y cierres llenos de musgo hasta encontrar una hermosa “poldra” que nos permite el cruce del rio y situarnos al pie de la sierra que desde alli parece que es imposible su ascenso. Pero no es así, escondido entre tojos, un camino lousado de más de cien años nos estaba esperando, camino que llevaba a los peregrinos de la Peneda hasta Sao Bento y que resiste el paso del tiempo. El ascenso en zig-zag es una de las mejores caminatas que recuerdo. El camino no se ve hasta que paso a paso lo vamos descubriendo. Un precioso camino en donde disfrutamos enormemente de la subida y del paisaje.
Una vez que llegamos arriba, al alto, comienza un camino por un sendero plano que incluye un pantano y en donde la sensación de libertad es impresionante.
Al final, la presa y el descenso por el impresionante camino que piedra a piedra, cruzando la fraga da Meadinha, desemboca en la parte de atrás de la iglesia de la Peneda. Una bajada dura pero hermosísima. En algunos puntos estropeada por el incendio del año pasado. En frente la ladera de Augas Santas, ya recorrida otras veces.