Sendero Pinar de Nagüeles-Ermita de los Monjes-Cascada de Camoján-Mina de Plomo de Buenavista (Nagüeles - Marbella)
near Marbella, Andalucía (España)
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Trail photos
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Itinerary description
Precioso sendero realizado el 27 de diciembre de 2020; lástima que los arroyos que discurren por él no llevasen agua alguna.
Para llegar al punto de partida nos dirigimos hacia el Parque de Nagüeles, en la calle Albinoni de la Urbanización de Nagüeles, en el municipio de Marbella y aparcamos nuestro vehículo en las inmediaciones de dicho Parque.
Cruzamos la calle Albinoni y alcanzamos una de las entradas de un gran pinar en la que encontramos diversas señales y un panel informativo de los senderos que parten de ella.
Iniciamos el recorrido, en continuo ascenso, por una pista excesivamente pedregosa, rodeados de grandes pinos y con la “Concha” de Sierra Blanca frente a nosotros.
Sierra Blanca es un macizo montañoso de la cordillera Penibética. Su nombre se debe al color blanquecino de su roca caliza que contrasta fuertemente con los tonos rojizos de las peridotitas de Sierra Bermeja y Sierra Alpujata que la flanquean. El pico de la Concha (1.215 m s. n. m.), llamado así porque visto desde el oeste se asemeja a la valva estriada de un molusco, es el segundo más alto de la Sierra, tras el pico del Lastonar (1.275 m s. n. m.).
Recorridos un kilómetro y doscientos metros, aproximadamente, encontramos un cruce de caminos: uno de ellos continuaba recto, en dirección a Buenavista, trayecto que realizamos más tarde; el otro camino se dirigía hacia la Ermita de los Monjes. Este último fue el que elegimos.
Nos adentramos en una estrecha vereda, muy pedregosa; atravesamos el Arroyo de las Piedras, que estaba totalmente seco y, en continuas subidas y bajadas, llegamos a otro cruce de caminos con varias señales indicativas.
Nos desviamos hacia la izquierda, en dirección a la Ermita de los Monjes, ahora rodeados de pinos, enebros, avellanillos, acebuches… y con unas vistas espectaculares de la Costa del Sol y, a lo lejos, del Peñón de Gibraltar.
Antes de alcanzar la Ermita, caminamos con especial atención por un tramo estrecho y pedregoso, con un cortado en su margen derecho, y en el que se han dispuesto unos agarres de cadenas en su lateral izquierdo para facilitar el paso.
Pasado este tramo, llegamos a las ruinas de la Ermita de los Monjes.
La ermita de los Monjes fue construida en el siglo XVI por monjes franciscanos pertenecientes a la familia de los menores. Los monjes pertenecientes a esta familia eran defensores de la pobreza evangélica y habitaban en lugares apartados y solitarios. Estas humildes ermitas eran consideradas como milagrosas, así como las fuentes cercanas, a las cuales se le atribuían propiedades curativas. A esta ermita solían ir en penitencia o por promesa los habitantes de Marbella. Estaba habitada por uno o dos ermitaños y llegó a tener varios nombres: de Nuestra Señora de las Angustias o Nuestra Señora de la Soledad de la Sierra; estos nombres concluían en uno solo, el de la Virgen de los Dolores, que es la imagen más antigua venerada por los marbelleros.
Ante un nuevo cruce, en la misma ermita, nos desviamos a la derecha y, en continuo descenso, alcanzamos un precioso canuto con un extraordinario bosque de galería, perteneciente al Arroyo de Guadalpín. ¡Lástima que no llevase agua, hubiese sido de fábula!
Tras recorrer aproximadamente unos dos kilómetros, siguiendo el arroyo, rodeados de un entorno espectacular, alcanzamos la Urbanización de Camoján y tras atravesar unas cancelas, salimos a la calle Camino de Camoján.
Giramos a la derecha y, después de caminar por una carretera asfaltada unos ochocientos metros aproximadamente, rodeados de espectaculares viviendas, nos desviamos a la izquierda hacia la Cascada de Camoján.
La Cascada, muy pequeña y de escasa altitud, estaba totalmente seca; se encuentra ubicada en un lugar bastante escondido y dentro de un recinto que está siendo urbanizado; esto nos hace pensar que en poco tiempo estará absorbida por el implacable urbanismo. No obstante, y es una opinión muy particular, tiene más nombre, que lo que realmente es.
Salimos de nuevo al Camino de Camoján, subimos unos metros y nos desviamos hacia la derecha, en continuo ascenso llegamos al cruce de caminos desde el que nos habíamos dirigido hacia la ermita.
Giramos a la izquierda y, en duro ascenso, alcanzamos de nuevo el primer cruce de caminos. Aquí, giramos a la derecha para dirigirnos hacia la mina de Buenavista.
Recorrimos el tramo del Barranco de las Encinas y llegamos al horno de fundición de la Mina de Plomo de Buenavista, antiguamente llamada de los “Tres Amigos”.
Los restos de este complejo minero formaron parte del patrimonio industrial de Marbella. Durante siglos la relación de la comarca con la minería fue muy importante, alcanzando su máximo esplendor en el siglo XIX. En esos años el plomo se convirtió en el artículo de exportación por excelencia de la minerometalurgia española llegando a ser fundamental para equilibrar la balanza de pagos. Bajo esa coyuntura y conocedores de la abundante presencia de plomo en el paraje conocido como Barranco de las Encinas, en 1836 tres destacados empresarios de Marbella crearon la sociedad denominada de Buena Vista, con el objetivo de dar impulso a la extracción del mineral, creando una fábrica y horno de fundición. Tras las tareas de laboreo y lavado del plomo, el mineral se derretía en una pequeña fundición junto a la mina, pues su bajo punto de fusión permitía la utilización de esta tecnología primaria y sencilla. La mina producía diariamente de 16 a 20 galápagos (barra de plomo) de un quintal cada uno y trabajaban en ella unas 20 personas. En su dilatada producción la conocida como Mina de los Tres amigos tuvo distintos propietarios hasta caer en manos extranjeras, como ocurriría con buena parte de los recursos mineros del municipio.
Con el fin de visitar una zona donde, en teoría, debería existir un bello salto de agua producido por el Arroyo de las Piedras, continuamos ascendiendo por el Barranco de las Encinas. Alcanzamos este lugar y lo fotografiamos, pero evidentemente sin agua alguna.
Retrocedimos y a escasos metros, antes de llegar al horno de fundición del plomo, en una difusa vereda, giramos a la izquierda; cruzamos el Arroyo de las Piedras y subimos hacia la Mina de Plomo.
En la actualidad, la mina se encuentra llena de agua y a una distancia considerable de la entrada, por requerimiento de la Junta de Andalucía, el Ayuntamiento ha colocado un cerramiento para evitar riesgo de pérdidas de personas o accidentes por caídas a los pozos existentes en su interior. Al mismo tiempo, y siguiendo las recomendaciones técnicas del Grupo de Estudios de Murciélagos de la Estación Biológica de Doñana, instituto público perteneciente al Consejo Superior de Investigaciones Científicas, CSIC, se contribuye a que los murciélagos que ya habitan allí puedan constituirse en colonia, en el momento en el que perciban que el refugio les garantiza la supervivencia. También permite que la fauna silvestre, la cabra montesa y los jabalíes, principalmente, puedan seguir aprovechando el agua drenante para beber, al estar el cerramiento alejado de la puerta de entrada.
Una vez curioseada la zona, decidimos emprender el camino de regreso.
Llegamos de nuevo al primer cruce y desde aquí, en continuo descenso por el mismo camino que nos había traído, llegamos hasta nuestro vehículo.
Os dejamos algunas fotografías para animaros a realizar esta ruta.
Y recuerda: deja el sendero como te gustaría encontrártelo.
NOTA: Para el relato de este sendero nos hemos apoyado en las webs: https://es.wikipedia.org/wiki/Sierra_Blanc;
https://www.diariosur.es/marbella-estepona/marbella-cierra-mina-20170619002424-ntvo.html y
https://www.marbella.es/web/cultura/patrimonio/industrial/item/36320-mina-de-buenavista.html,
a quienes deseamos transmitirles nuestro más sincero agradecimiento.
PUNTO DE ÉNFASIS
La valoración que cada persona hace de una ruta después de realizada la misma es muy subjetiva, dado que esta depende de muchos factores: edad, preparación física, preparación técnica, equipo requerido, características del terreno, condiciones climáticas, etc.; por tanto, es necesario que hagamos constar que lo descrito en este relato y los parámetros que en él figuran (tiempo, distancia, grado de dificultad, tracks para GPS y waypoints) son meramente informativos / orientativos y, por ello, queda bajo la responsabilidad de quien quiera realizarla tomar las medidas oportunas.
Para llegar al punto de partida nos dirigimos hacia el Parque de Nagüeles, en la calle Albinoni de la Urbanización de Nagüeles, en el municipio de Marbella y aparcamos nuestro vehículo en las inmediaciones de dicho Parque.
Cruzamos la calle Albinoni y alcanzamos una de las entradas de un gran pinar en la que encontramos diversas señales y un panel informativo de los senderos que parten de ella.
Iniciamos el recorrido, en continuo ascenso, por una pista excesivamente pedregosa, rodeados de grandes pinos y con la “Concha” de Sierra Blanca frente a nosotros.
Sierra Blanca es un macizo montañoso de la cordillera Penibética. Su nombre se debe al color blanquecino de su roca caliza que contrasta fuertemente con los tonos rojizos de las peridotitas de Sierra Bermeja y Sierra Alpujata que la flanquean. El pico de la Concha (1.215 m s. n. m.), llamado así porque visto desde el oeste se asemeja a la valva estriada de un molusco, es el segundo más alto de la Sierra, tras el pico del Lastonar (1.275 m s. n. m.).
Recorridos un kilómetro y doscientos metros, aproximadamente, encontramos un cruce de caminos: uno de ellos continuaba recto, en dirección a Buenavista, trayecto que realizamos más tarde; el otro camino se dirigía hacia la Ermita de los Monjes. Este último fue el que elegimos.
Nos adentramos en una estrecha vereda, muy pedregosa; atravesamos el Arroyo de las Piedras, que estaba totalmente seco y, en continuas subidas y bajadas, llegamos a otro cruce de caminos con varias señales indicativas.
Nos desviamos hacia la izquierda, en dirección a la Ermita de los Monjes, ahora rodeados de pinos, enebros, avellanillos, acebuches… y con unas vistas espectaculares de la Costa del Sol y, a lo lejos, del Peñón de Gibraltar.
Antes de alcanzar la Ermita, caminamos con especial atención por un tramo estrecho y pedregoso, con un cortado en su margen derecho, y en el que se han dispuesto unos agarres de cadenas en su lateral izquierdo para facilitar el paso.
Pasado este tramo, llegamos a las ruinas de la Ermita de los Monjes.
La ermita de los Monjes fue construida en el siglo XVI por monjes franciscanos pertenecientes a la familia de los menores. Los monjes pertenecientes a esta familia eran defensores de la pobreza evangélica y habitaban en lugares apartados y solitarios. Estas humildes ermitas eran consideradas como milagrosas, así como las fuentes cercanas, a las cuales se le atribuían propiedades curativas. A esta ermita solían ir en penitencia o por promesa los habitantes de Marbella. Estaba habitada por uno o dos ermitaños y llegó a tener varios nombres: de Nuestra Señora de las Angustias o Nuestra Señora de la Soledad de la Sierra; estos nombres concluían en uno solo, el de la Virgen de los Dolores, que es la imagen más antigua venerada por los marbelleros.
Ante un nuevo cruce, en la misma ermita, nos desviamos a la derecha y, en continuo descenso, alcanzamos un precioso canuto con un extraordinario bosque de galería, perteneciente al Arroyo de Guadalpín. ¡Lástima que no llevase agua, hubiese sido de fábula!
Tras recorrer aproximadamente unos dos kilómetros, siguiendo el arroyo, rodeados de un entorno espectacular, alcanzamos la Urbanización de Camoján y tras atravesar unas cancelas, salimos a la calle Camino de Camoján.
Giramos a la derecha y, después de caminar por una carretera asfaltada unos ochocientos metros aproximadamente, rodeados de espectaculares viviendas, nos desviamos a la izquierda hacia la Cascada de Camoján.
La Cascada, muy pequeña y de escasa altitud, estaba totalmente seca; se encuentra ubicada en un lugar bastante escondido y dentro de un recinto que está siendo urbanizado; esto nos hace pensar que en poco tiempo estará absorbida por el implacable urbanismo. No obstante, y es una opinión muy particular, tiene más nombre, que lo que realmente es.
Salimos de nuevo al Camino de Camoján, subimos unos metros y nos desviamos hacia la derecha, en continuo ascenso llegamos al cruce de caminos desde el que nos habíamos dirigido hacia la ermita.
Giramos a la izquierda y, en duro ascenso, alcanzamos de nuevo el primer cruce de caminos. Aquí, giramos a la derecha para dirigirnos hacia la mina de Buenavista.
Recorrimos el tramo del Barranco de las Encinas y llegamos al horno de fundición de la Mina de Plomo de Buenavista, antiguamente llamada de los “Tres Amigos”.
Los restos de este complejo minero formaron parte del patrimonio industrial de Marbella. Durante siglos la relación de la comarca con la minería fue muy importante, alcanzando su máximo esplendor en el siglo XIX. En esos años el plomo se convirtió en el artículo de exportación por excelencia de la minerometalurgia española llegando a ser fundamental para equilibrar la balanza de pagos. Bajo esa coyuntura y conocedores de la abundante presencia de plomo en el paraje conocido como Barranco de las Encinas, en 1836 tres destacados empresarios de Marbella crearon la sociedad denominada de Buena Vista, con el objetivo de dar impulso a la extracción del mineral, creando una fábrica y horno de fundición. Tras las tareas de laboreo y lavado del plomo, el mineral se derretía en una pequeña fundición junto a la mina, pues su bajo punto de fusión permitía la utilización de esta tecnología primaria y sencilla. La mina producía diariamente de 16 a 20 galápagos (barra de plomo) de un quintal cada uno y trabajaban en ella unas 20 personas. En su dilatada producción la conocida como Mina de los Tres amigos tuvo distintos propietarios hasta caer en manos extranjeras, como ocurriría con buena parte de los recursos mineros del municipio.
Con el fin de visitar una zona donde, en teoría, debería existir un bello salto de agua producido por el Arroyo de las Piedras, continuamos ascendiendo por el Barranco de las Encinas. Alcanzamos este lugar y lo fotografiamos, pero evidentemente sin agua alguna.
Retrocedimos y a escasos metros, antes de llegar al horno de fundición del plomo, en una difusa vereda, giramos a la izquierda; cruzamos el Arroyo de las Piedras y subimos hacia la Mina de Plomo.
En la actualidad, la mina se encuentra llena de agua y a una distancia considerable de la entrada, por requerimiento de la Junta de Andalucía, el Ayuntamiento ha colocado un cerramiento para evitar riesgo de pérdidas de personas o accidentes por caídas a los pozos existentes en su interior. Al mismo tiempo, y siguiendo las recomendaciones técnicas del Grupo de Estudios de Murciélagos de la Estación Biológica de Doñana, instituto público perteneciente al Consejo Superior de Investigaciones Científicas, CSIC, se contribuye a que los murciélagos que ya habitan allí puedan constituirse en colonia, en el momento en el que perciban que el refugio les garantiza la supervivencia. También permite que la fauna silvestre, la cabra montesa y los jabalíes, principalmente, puedan seguir aprovechando el agua drenante para beber, al estar el cerramiento alejado de la puerta de entrada.
Una vez curioseada la zona, decidimos emprender el camino de regreso.
Llegamos de nuevo al primer cruce y desde aquí, en continuo descenso por el mismo camino que nos había traído, llegamos hasta nuestro vehículo.
Os dejamos algunas fotografías para animaros a realizar esta ruta.
Y recuerda: deja el sendero como te gustaría encontrártelo.
NOTA: Para el relato de este sendero nos hemos apoyado en las webs: https://es.wikipedia.org/wiki/Sierra_Blanc;
https://www.diariosur.es/marbella-estepona/marbella-cierra-mina-20170619002424-ntvo.html y
https://www.marbella.es/web/cultura/patrimonio/industrial/item/36320-mina-de-buenavista.html,
a quienes deseamos transmitirles nuestro más sincero agradecimiento.
PUNTO DE ÉNFASIS
La valoración que cada persona hace de una ruta después de realizada la misma es muy subjetiva, dado que esta depende de muchos factores: edad, preparación física, preparación técnica, equipo requerido, características del terreno, condiciones climáticas, etc.; por tanto, es necesario que hagamos constar que lo descrito en este relato y los parámetros que en él figuran (tiempo, distancia, grado de dificultad, tracks para GPS y waypoints) son meramente informativos / orientativos y, por ello, queda bajo la responsabilidad de quien quiera realizarla tomar las medidas oportunas.
Waypoints
Comments (2)
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Information
Easy to follow
Scenery
Moderate
Bonita ruta. Gracias por la aportación.
Hola Francisco Sola. Muchas gracias por tu comentario sobre la ruta. A nosotros, también, nos gustó mucho, a excepción de la cascada de Camoján que nos defraudó un poco. Pero, en general, creemos que la ruta merece la pena.
Un saludo