Sendero del Tranvía de Sierra Nevada-Barranco de San Juan-Hotel del Duque (Güéjar-Sierra)
near Güéjar-Sierra, Andalucía (España)
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Itinerary description
Ruta por el término municipal de Güéjar Sierra, pueblo granadino situado en la vertiente noroeste del Parque Nacional de Sierra Nevada a más de 1000 metros de altitud (por algo los musulmanes lo llamaron Walayaí, término que hace referencia a un lugar de difícil acceso), recorriendo el antiguo trazado del Tranvía de la Sierra.
A Güéjar Sierra se llega desde Granada tomando la Ronda Sur de la circunvalación y luego la salida Sierra Nevada/Pinos Genil; tras unos tres kilómetros y medio, seguimos la A-4026 hasta Pinos Genil y luego subimos a la izquierda por la GR-3200, hasta Güéjar, una carretera de montaña parte de la cual rodea el embalse de Canales; en el pueblo tomamos la A-4030 hasta llegar a la cola del embalse, junto al puente de la Fabriquilla, donde se pueden aparcar unos pocos vehículos. Bajo las aguas de este pantano inaugurado en 1989 (que abastece de agua a la capital) duerme el antiguo pueblo de Canales, en origen una alquería musulmana, junto a su estación y el puente de las Veguetas, por el que el tranvía salvaba el Genil; se construyó a cargo del Ministerio de Obras Publicas un nuevo Canales (perteneciente a Güejar), de viviendas unifamiliares, a 1100 msnm, desde donde se tienen unas imponentes vistas del embalse, del Valle del Genil y de la ciudad de Granada.
El sendero del Tranvía de Sierra Nevada comienza en el puente junto a la Fabriquilla, tomando el Camino del Castañar y acompañando al Genil por su margen derecho. Este tranvía fue pionero en España en ferrocarriles de montaña y el más emblemático, representando la construcción de la línea de unos 20 kilómetros de longitud todo un reto técnico, ya que pocos tranvías en el mundo tuvieron un trayecto tan accidentado, discurriendo por el borde de abruptas laderas (superando 470 metros de desnivel con pendientes máximas de 2.5-3%) y atravesando 14 túneles excavados en la roca y una veintena de puentes; y fue un logro empresarial del VIII Duque de San Pedro de Galatino (también Conde de Benalúa y Señor de Láchar), artífice del proyecto aprobado en 1919 (se habían presentado otros anteriores desde 1906). Julio María de la Luz Claudio Francisco de Asís Elías Nicolás José Santiago Gaspar de Todos los Santos Quesada-Cañaveral y Piédrola Osorio Spínola y Blake (Julio para los amigos), Grande de España con ejercicio y servidumbre del rey Alfonso XIII, fue un emprendedor (pionero de la industria azucarera de España) y visionario, adelantado a su tiempo, que supo ver el potencial turístico de Granada y de Sierra Nevada, construyendo el Hotel Alhambra Palace (inaugurado por su amigo personal Alfonso XIII en 1910), y el Hotel del Duque (también llamado Hotel de Sierra Nevada), sucursal del anterior, y promoviendo el trazado de la carretera que sube hasta Sierra Nevada, además de la línea de tranvías desde la capital hasta el Hotel del Duque (alimentada con la energía suministrada por “Eléctrica del Maitena”, compañía fundada también por él).
El tranvía generó riqueza dado el creciente interés por las actividades de ocio relacionadas con la montaña, circulando por bellos paisajes entre Cenes de la Vega, Pinos Genil, el Tajo de las Palomas, la Cueva del Diablo, el Púlpito de Canales, la Cueva del Agua, el Túnel de la Alcuza, Güéjar Sierra y las estaciones de Maitena y de El Charcón. Las obras se iniciaron en 1921 con la intención de conectar las Vistillas, en Granada, con la estación intermedia del Charcón, desde donde partían los coches de caballos que llevaban a los huéspedes al Hotel del Duque (cuya edificación se llevó a cabo en paralelo a las obras del trazado ferroviario). El primer tramo entre Granada y Güéjar Sierra se inauguró en 1925 y el segundo hasta Maitena (por el que discurre el sendero) en 1928, teniendo que esperar hasta 1947 para ver el último tramo, entre Maitena y el Barranco de San Juan, en funcionamiento. El material móvil lo componían tres coches motores de viajeros, un tractor (convertido en los años treinta en coche de viajeros), seis remolques o "jardineras", ocho vagones de mercancías y seis bateas para transporte de mármol (aunque su uso fue preferentemente turístico); los coches, de 8 metros y medio de largo por 2 de ancho, fueron construidos en Valencia con motores procedentes de Berlín. Dos coches en la línea efectuaban servicios cada 2 horas, desde las 6 de la mañana hasta las 10 de la noche, transportando a varias generaciones de granadinos durante 50 años, hasta el 19 de enero de 1974 (realizando ese día 10 servicios, desde las 8:20 a las 19:20 horas). Parte del material fue vendido como chatarra y otra parte permaneció durante años en las cocheras del Paseo de la Bomba, desmantelándose vías y el tendido eléctrico y abandonándose las estaciones; las plataformas por donde iban las vías sirvieron para ensanchar la carretera y, desde Maitena, construir un estrecho camino (por el que hoy se llega en coche hasta el Barranco de San Juan). Aún se conserva en El Dornajo una unidad del tranvía y hay un museo en Güejar con objetos, máquinas y herramientas y una amplia exposición de fotografías del Tranvía de Sierra Nevada.
El sendero continúa en paralelo al río Genil, atravesando túneles excavados a pico y pala y trincheras donde pueden verse en la roca la marca de los barrenos usados en su apertura. Pasamos junto a una réplica de la antigua vía (realizada en 2013 por el Ayuntamiento de Güejar), que tenía un ancho de metro y medio, apoyada sobre una plataforma de balasto con un espesor de 250 mm, con traviesas metálicas cada 2 metros intercaladas con otras de madera cada medio metro; como soportes de la catenaria, dos vías colocadas en paralelo y unidas por platabandas (a lo largo del sendero pueden verse restos de estos postes).
Llegamos, en la confluencia del río Maitena con el Genil (donde se forma una poza natural), a la antigua estación de Maitena, muy activa al ser, durante mucho tiempo, el final del trayecto; compuesta de una vía apartadero y un edificio de cuatro habitaciones en planta baja que servía de vivienda y estación, hoy se ha reconvertido en un restaurante muy recomendable (manteniendo parte de su fachada original). Desde aquí se construyó un ramal de cambio para el servicio que unía este trazado con el camino de Güejar Sierra y, de aquí, al Hotel del Duque.
Salimos a la carretera que lleva al Barranco de San Juan (última parada del tranvía), desviándonos por una senda entre ella y el río, para luego volver a la carretera; a los pocos metros nos internamos en otro túnel y continuamos por el asfalto, quedando a la derecha la estación del Charcón y más adelante el restaurante Chiquito; unos 500 metros más adelante dejamos la carretera por un sendero que salva el Barranco de Fuente Agrilla por un puente colgante. Seguimos aguas arriba del Genil, pudiendo ver las ruinas de las viviendas de los obreros de la compañía eléctrica que trabajaron en la construcción de la presa y el canal de la Central Eléctrica del Castillo en los años cuarenta del pasado siglo, que no llegó a entrar en funcionamiento. Pasaremos unos metros más adelante por otro puente colgante que salva el Barranco de las Ánimas, antes de llegar al Barranco de San Juan, justo en su desembocadura en el Geníl, lugar conocido como la Vegueta del Caracol donde finalizaba el trazado del Tranvía de la Sierra Nevada y donde actualmente se inicia la afamada Vereda de la Estrella, el sendero más transitado del Parque Nacional (aquí se encuentra su límite). En este punto, se proyectó también como colofón la construcción de un funicular que llevaría hasta las pistas de esquí de Sierra Nevada, a 2200 metros de altitud, proyecto que jamás llegó a realizarse.
Seguimos por la Vereda de la Estrella, abierta sobre los cortados del Genil a mediados del XIX y más tarde acondicionada por la compañía belga que explotaba las Minas de la Probadora y de la Estrella, para el transporte de mineral en carretas tiradas por bueyes o mulos. Sus primeros 200 metros tienen una pendiente acusada, serpenteando
entre una frondosa arboleda (donde predomina el roble, aunque también vemos fresnos, castaños, quejigos, encinas o arces, por lo que sin duda el otoño es la estación más recomendable para hacer esta ruta) hasta que, a mayor altura, se hace prácticamente llana en una zona conocida como El Arrecife. Abajo corre el Genil entre los Tajos del Portachón en su margen derecho y la raspa de la Loma de las Corzas en el izquierdo.
Dejamos la Vereda de la Estrella tras andar aproximadamente unos 800 metros desde el Barranco de San Juan, por un sendero que asciende a nuestra derecha, balizado con las marcas de sendero de gran recorrido: es el GR 240, el Sulayr (la montaña del sol, como los árabes conocían Sierra Nevada), el sendero circular más grande de toda España con 300 kilómetros de recorrido por el Parque Nacional (y Natural) de Sierra Nevada. Va subiendo hacia el sur entre un magnífico robledal, llegando tras unos 600 metros a las Casas de la Hortichuela, en cuya pradera (lugar habitual de pasto del ganado vacuno) hacemos un corto descanso antes de retomar el Sulayr; ahora discurre por una pista atravesando estas tierras de la Dehesa de San Juan llegando a un cruce donde continuamos a la derecha, hacia el Barranco de San Juan. Antes de cruzarlo, hay unas canteras de serpentina que fueron explotadas desde el siglo XVI hasta los años sesenta del siglo pasado: esta piedra ornamental es muy apreciada por su llamativo color verde brillante y la de estas canteras puede encontrarse en los Monasterios del Escorial, del Paular, de las Salesas Reales, de la Cartuja, en la Real Cancillería, en el Palacio de Carlos V o en la Catedral de Granada. Ya al otro lado del barranco, la pista asciende hasta llegar a unas rudimentarias construcciones de la Guerra Civil, los Parapetos.
Desde aquí ya todo el camino es en bajada, internándonos en un bosque de robles y castaños; en una bifurcación continuamos a la izquierda por el sendero Sulayr unos metros más hasta la Fuente Agrilla y la entrada del Hotel del Duque, que fue donado a la Iglesia, siendo desde 1950 un seminario de verano de la Archidiócesis de Granada, usado por sacerdotes como casa de retiro y de ejercicios espirituales. Situado a 1600 metros de altitud, se inauguró en 1925 con 100 habitaciones y los mayores adelantos de la época (calefacción, cafetería y cocina), contando con la energía eléctrica suministrada por la compañía San Pedro Eléctrica de Maitena, fundada por el propio Duque; alojaba a huéspedes de postín (en 1931 lo visitó el Jefe del Gobierno Manuel Azaña) y aficionados a los deportes invernales.
Volvemos a la anterior bifurcación para seguir bajando por la empinada carretera del Hotel del Duque, pasando junto al Cortijo Zapaticos, antes de confluir con el camino de ida, por el que regresamos hasta el restaurante Maitena. Es un magnífico lugar para reponer fuerzas, restando después un agradable paseo de unos dos kilómetros hasta los vehículos (que ayuda a bajar la sabrosa comida con la que nos hemos homenajeado).
A Güéjar Sierra se llega desde Granada tomando la Ronda Sur de la circunvalación y luego la salida Sierra Nevada/Pinos Genil; tras unos tres kilómetros y medio, seguimos la A-4026 hasta Pinos Genil y luego subimos a la izquierda por la GR-3200, hasta Güéjar, una carretera de montaña parte de la cual rodea el embalse de Canales; en el pueblo tomamos la A-4030 hasta llegar a la cola del embalse, junto al puente de la Fabriquilla, donde se pueden aparcar unos pocos vehículos. Bajo las aguas de este pantano inaugurado en 1989 (que abastece de agua a la capital) duerme el antiguo pueblo de Canales, en origen una alquería musulmana, junto a su estación y el puente de las Veguetas, por el que el tranvía salvaba el Genil; se construyó a cargo del Ministerio de Obras Publicas un nuevo Canales (perteneciente a Güejar), de viviendas unifamiliares, a 1100 msnm, desde donde se tienen unas imponentes vistas del embalse, del Valle del Genil y de la ciudad de Granada.
El sendero del Tranvía de Sierra Nevada comienza en el puente junto a la Fabriquilla, tomando el Camino del Castañar y acompañando al Genil por su margen derecho. Este tranvía fue pionero en España en ferrocarriles de montaña y el más emblemático, representando la construcción de la línea de unos 20 kilómetros de longitud todo un reto técnico, ya que pocos tranvías en el mundo tuvieron un trayecto tan accidentado, discurriendo por el borde de abruptas laderas (superando 470 metros de desnivel con pendientes máximas de 2.5-3%) y atravesando 14 túneles excavados en la roca y una veintena de puentes; y fue un logro empresarial del VIII Duque de San Pedro de Galatino (también Conde de Benalúa y Señor de Láchar), artífice del proyecto aprobado en 1919 (se habían presentado otros anteriores desde 1906). Julio María de la Luz Claudio Francisco de Asís Elías Nicolás José Santiago Gaspar de Todos los Santos Quesada-Cañaveral y Piédrola Osorio Spínola y Blake (Julio para los amigos), Grande de España con ejercicio y servidumbre del rey Alfonso XIII, fue un emprendedor (pionero de la industria azucarera de España) y visionario, adelantado a su tiempo, que supo ver el potencial turístico de Granada y de Sierra Nevada, construyendo el Hotel Alhambra Palace (inaugurado por su amigo personal Alfonso XIII en 1910), y el Hotel del Duque (también llamado Hotel de Sierra Nevada), sucursal del anterior, y promoviendo el trazado de la carretera que sube hasta Sierra Nevada, además de la línea de tranvías desde la capital hasta el Hotel del Duque (alimentada con la energía suministrada por “Eléctrica del Maitena”, compañía fundada también por él).
El tranvía generó riqueza dado el creciente interés por las actividades de ocio relacionadas con la montaña, circulando por bellos paisajes entre Cenes de la Vega, Pinos Genil, el Tajo de las Palomas, la Cueva del Diablo, el Púlpito de Canales, la Cueva del Agua, el Túnel de la Alcuza, Güéjar Sierra y las estaciones de Maitena y de El Charcón. Las obras se iniciaron en 1921 con la intención de conectar las Vistillas, en Granada, con la estación intermedia del Charcón, desde donde partían los coches de caballos que llevaban a los huéspedes al Hotel del Duque (cuya edificación se llevó a cabo en paralelo a las obras del trazado ferroviario). El primer tramo entre Granada y Güéjar Sierra se inauguró en 1925 y el segundo hasta Maitena (por el que discurre el sendero) en 1928, teniendo que esperar hasta 1947 para ver el último tramo, entre Maitena y el Barranco de San Juan, en funcionamiento. El material móvil lo componían tres coches motores de viajeros, un tractor (convertido en los años treinta en coche de viajeros), seis remolques o "jardineras", ocho vagones de mercancías y seis bateas para transporte de mármol (aunque su uso fue preferentemente turístico); los coches, de 8 metros y medio de largo por 2 de ancho, fueron construidos en Valencia con motores procedentes de Berlín. Dos coches en la línea efectuaban servicios cada 2 horas, desde las 6 de la mañana hasta las 10 de la noche, transportando a varias generaciones de granadinos durante 50 años, hasta el 19 de enero de 1974 (realizando ese día 10 servicios, desde las 8:20 a las 19:20 horas). Parte del material fue vendido como chatarra y otra parte permaneció durante años en las cocheras del Paseo de la Bomba, desmantelándose vías y el tendido eléctrico y abandonándose las estaciones; las plataformas por donde iban las vías sirvieron para ensanchar la carretera y, desde Maitena, construir un estrecho camino (por el que hoy se llega en coche hasta el Barranco de San Juan). Aún se conserva en El Dornajo una unidad del tranvía y hay un museo en Güejar con objetos, máquinas y herramientas y una amplia exposición de fotografías del Tranvía de Sierra Nevada.
El sendero continúa en paralelo al río Genil, atravesando túneles excavados a pico y pala y trincheras donde pueden verse en la roca la marca de los barrenos usados en su apertura. Pasamos junto a una réplica de la antigua vía (realizada en 2013 por el Ayuntamiento de Güejar), que tenía un ancho de metro y medio, apoyada sobre una plataforma de balasto con un espesor de 250 mm, con traviesas metálicas cada 2 metros intercaladas con otras de madera cada medio metro; como soportes de la catenaria, dos vías colocadas en paralelo y unidas por platabandas (a lo largo del sendero pueden verse restos de estos postes).
Llegamos, en la confluencia del río Maitena con el Genil (donde se forma una poza natural), a la antigua estación de Maitena, muy activa al ser, durante mucho tiempo, el final del trayecto; compuesta de una vía apartadero y un edificio de cuatro habitaciones en planta baja que servía de vivienda y estación, hoy se ha reconvertido en un restaurante muy recomendable (manteniendo parte de su fachada original). Desde aquí se construyó un ramal de cambio para el servicio que unía este trazado con el camino de Güejar Sierra y, de aquí, al Hotel del Duque.
Salimos a la carretera que lleva al Barranco de San Juan (última parada del tranvía), desviándonos por una senda entre ella y el río, para luego volver a la carretera; a los pocos metros nos internamos en otro túnel y continuamos por el asfalto, quedando a la derecha la estación del Charcón y más adelante el restaurante Chiquito; unos 500 metros más adelante dejamos la carretera por un sendero que salva el Barranco de Fuente Agrilla por un puente colgante. Seguimos aguas arriba del Genil, pudiendo ver las ruinas de las viviendas de los obreros de la compañía eléctrica que trabajaron en la construcción de la presa y el canal de la Central Eléctrica del Castillo en los años cuarenta del pasado siglo, que no llegó a entrar en funcionamiento. Pasaremos unos metros más adelante por otro puente colgante que salva el Barranco de las Ánimas, antes de llegar al Barranco de San Juan, justo en su desembocadura en el Geníl, lugar conocido como la Vegueta del Caracol donde finalizaba el trazado del Tranvía de la Sierra Nevada y donde actualmente se inicia la afamada Vereda de la Estrella, el sendero más transitado del Parque Nacional (aquí se encuentra su límite). En este punto, se proyectó también como colofón la construcción de un funicular que llevaría hasta las pistas de esquí de Sierra Nevada, a 2200 metros de altitud, proyecto que jamás llegó a realizarse.
Seguimos por la Vereda de la Estrella, abierta sobre los cortados del Genil a mediados del XIX y más tarde acondicionada por la compañía belga que explotaba las Minas de la Probadora y de la Estrella, para el transporte de mineral en carretas tiradas por bueyes o mulos. Sus primeros 200 metros tienen una pendiente acusada, serpenteando
entre una frondosa arboleda (donde predomina el roble, aunque también vemos fresnos, castaños, quejigos, encinas o arces, por lo que sin duda el otoño es la estación más recomendable para hacer esta ruta) hasta que, a mayor altura, se hace prácticamente llana en una zona conocida como El Arrecife. Abajo corre el Genil entre los Tajos del Portachón en su margen derecho y la raspa de la Loma de las Corzas en el izquierdo.
Dejamos la Vereda de la Estrella tras andar aproximadamente unos 800 metros desde el Barranco de San Juan, por un sendero que asciende a nuestra derecha, balizado con las marcas de sendero de gran recorrido: es el GR 240, el Sulayr (la montaña del sol, como los árabes conocían Sierra Nevada), el sendero circular más grande de toda España con 300 kilómetros de recorrido por el Parque Nacional (y Natural) de Sierra Nevada. Va subiendo hacia el sur entre un magnífico robledal, llegando tras unos 600 metros a las Casas de la Hortichuela, en cuya pradera (lugar habitual de pasto del ganado vacuno) hacemos un corto descanso antes de retomar el Sulayr; ahora discurre por una pista atravesando estas tierras de la Dehesa de San Juan llegando a un cruce donde continuamos a la derecha, hacia el Barranco de San Juan. Antes de cruzarlo, hay unas canteras de serpentina que fueron explotadas desde el siglo XVI hasta los años sesenta del siglo pasado: esta piedra ornamental es muy apreciada por su llamativo color verde brillante y la de estas canteras puede encontrarse en los Monasterios del Escorial, del Paular, de las Salesas Reales, de la Cartuja, en la Real Cancillería, en el Palacio de Carlos V o en la Catedral de Granada. Ya al otro lado del barranco, la pista asciende hasta llegar a unas rudimentarias construcciones de la Guerra Civil, los Parapetos.
Desde aquí ya todo el camino es en bajada, internándonos en un bosque de robles y castaños; en una bifurcación continuamos a la izquierda por el sendero Sulayr unos metros más hasta la Fuente Agrilla y la entrada del Hotel del Duque, que fue donado a la Iglesia, siendo desde 1950 un seminario de verano de la Archidiócesis de Granada, usado por sacerdotes como casa de retiro y de ejercicios espirituales. Situado a 1600 metros de altitud, se inauguró en 1925 con 100 habitaciones y los mayores adelantos de la época (calefacción, cafetería y cocina), contando con la energía eléctrica suministrada por la compañía San Pedro Eléctrica de Maitena, fundada por el propio Duque; alojaba a huéspedes de postín (en 1931 lo visitó el Jefe del Gobierno Manuel Azaña) y aficionados a los deportes invernales.
Volvemos a la anterior bifurcación para seguir bajando por la empinada carretera del Hotel del Duque, pasando junto al Cortijo Zapaticos, antes de confluir con el camino de ida, por el que regresamos hasta el restaurante Maitena. Es un magnífico lugar para reponer fuerzas, restando después un agradable paseo de unos dos kilómetros hasta los vehículos (que ayuda a bajar la sabrosa comida con la que nos hemos homenajeado).
Waypoints
River
3,356 ft
Río Genil
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