Sendero Cascada de los Árboles Petrificados y su Cueva, Cascada Secreta, Embalse y Cueva de Funes

Estacionamos en el Km. 31 de la carretera A-4050, conocida como Carretera de las Cabras. A escasos 100 mts. al otro lado se inicia el sendero. Estamos en el Parque Natural Sierras de Tejeda, Almijara y Alhama, en una zona de las más escarpadas, cruzadas por barrancos cabecera del Río Verde, en el municipio de Otívar (Granada). Avanzamos por el sendero rodeado de numerosa vegetación, y tras 1 km. sin grandes desniveles comenzamos un descenso vertiginoso de 1,5 km. Vamos disfrutando de las impresionantes vistas, Navachica y otras cumbres, tal y como se indica en un mirador, y de los barrancos desde lo alto. Hay varias escaleras de piedra, y nos ayudan barandillas y cadenas. Al final del descenso tenemos una preciosa cueva, que ya merece el trayecto hasta aquí. En las inmediaciones está la Cascada de los Árboles Petrificados, en el Barranco de los Chortales. Desgraciadamente a la fecha, y por la falta de precipitaciones, estaba totalmente seca. Normalmente tiene una poza en la base. Contínuamos por delante de la cascada por un sendero paralelo al barranco, al que se une el Barranco del Pito. Más adelante lo cruzamos, y llegamos a la pista que lleva al embalse. Aquí volveremos después, ahora continuamos de frente, por sendero hacia la Cascada Secreta (mi favorita). Tras un dique y cruzar un par de veces más el barranco, llegamos a una zona de cascadas de extraordinaria belleza. Tras un corto descenso, se une el Barranco de los Madroñales, con el Barranco del Pito. En este punto intentamos subir a la Cascada Secreta, a escasos 50 metros, primero por el lado izquierdo según se sube, pero fue imposible. Retrocedemos y los intentamos por el lado derecho. Tras trepar por rocas y avanzar entre vegetación espesa guiados por la intuición, lo conseguimos, y disfrutamos un buen rato de sus aguas turquesas. Recalco la dificultad de este tramo. Volvemos a la pista para dirigirnos al Embalse de la Cueva de Funes. Pasamos por la Fuente Cabreriza, de la que apenas mana un hilillo de agua. Vamos a la cabecera del embalse por un caminillo que atraviesa una zona de juncos con mucho barro, y decidimos salir de allí subiendo por el monte. Seguimos por la pista hasta llegar a la Cueva de Funes.
En este punto se puede regresar por la pista que hay a la derecha, la opción que hicimos, o volver sobre nuestros pasos. La opción de la pista es monótona y cansina, sin sombra y contínuos toboganes, "matador" lo califica Carlos. Salimos a 250 metros más arriba de dónde está el aparcamiento. Las dos opciones son muy parecidas en desnivel y distancia. Otra opción es hacerla invertida.

Con un mínimo de pericia hicimos todo el sendero sin mojarnos los piés, siempre que se lleve un buen calzado que agarre y que sea impermeable.

Mención especial a mi acompañante Carlos, por sus acertadas sugerencias.

Nota: el desnivel que sale en mi track es 571 metros.