Sendero Bosque de Cobre: Igualeja-Cartajima-Igualeja (Málaga)

Extraordinario sendero realizado el 18 de noviembre de 2021.

El Bosque de Cobre es una metáfora que alude al espectacular paisaje que la naturaleza regala cada año, entre la segunda quincena de noviembre y el mes de diciembre, cuando las verdes hojas de los castaños, antes de desprenderse por completo de éstos, cambian sus colores a marrones, amarillos, naranjas y ocres. ¡Un verdadero espectáculo!

El Bosque se ubica, fundamentalmente, en el Valle del Genal, formado por los municipios de Alpandeire, Benadalid, Benalauría, Cartajima, Faraján, Genalguacil, Igualeja, Jubrique, Júzcar, Parauta, Pujerra y Yunquera, este último perteneciente a la Sierra de las Nieves.

Nuestro recorrido consistió en un sendero circular desde Igualeja hasta Cartajima y lo catalogamos como moderado pues, aunque no encierra riesgo alguno, presenta algunos tramos bastante exigentes que precisan de buena forma física.

Para iniciar el sendero nos dirigimos hasta la localidad de Igualeja y en la calle Barrero o carretera MA-7304, muy próximos al nacimiento del río Genal, aparcamos nuestro vehículo.

Igualeja es el segundo productor malagueño de castañas, con unas 900 hectáreas de las 3.800 que hay en la Serranía de Ronda. Se trata de una producción con marcado carácter local y minifundista, con más de 100 pequeños propietarios, en su mayoría con terrenos heredados de padres a hijos. La variedad de castaña más cultivada es la “pilonga del terreno” (90%), pero existen otras con características diferentes y, sobre todo, un calendario de fructificación específico. Las primeras son las tempranas, con su variedad portuguesa, que a partir de agosto están para recoger. Las bravías, muy pequeñas y que no se utilizan en alimentación, son las que darían los árboles de no injertarse. Las últimas e ideales para tostar son las “peludillas”, y aún hay otras pocas clases de cultivo testimonial. Su comercialización se produce al por mayor por cuatro o cinco almacenistas, aunque hay una parte que se transforma en productos gourmet en fábricas de alimentación comarcales.
El cultivo del castaño tiene una tradición milenaria en la Serranía, con esta parte del valle del Genal como principal productor. En el catastro de Ensenada de 1751 se dice que en Igualeja hay 150 fanegas de puño de castaño, unas 63 hectáreas y unos 3.000 árboles. Se estima su rendimiento conjunto, en aquel momento, en algo más de 1.000 reales de vellón. A mediados del siglo XVIII el castañar y los bosques de encinas y robles sufrieron un fuerte varapalo por su carboneo para la cercana Real Fábrica de Hojalata de San Miguel (se encuentra en un camino río arriba desde la cercana población de Júzcar). La historia del cultivo es justo la contraria tras el cambio de siglo a causa de la epidemia de filoxera (minúsculo insecto picador parásito de la vid, emparentado con los pulgones), que aniquilaría los viñedos y dejaría estas tierras libres para los castañares. Actualmente, la superficie cultivada es la mayor de la historia, con algunos ejemplares centenarios repartidos por las zonas tradicionales, como el castaño de Juan Pepa en el Coto de Giles, el castaño Rebeco en la zona Guaitaraz o el castaño Arenas en la zona de Cartajima. El último episodio se está escribiendo ahora mismo, con la lucha biológica emprendida por las administraciones contra una plaga, la avispilla del castaño, originaria de Asia como el propio árbol, dicha avispilla tuvimos la fortuna de contemplarla y fotografiarla durante el recorrido.

Comenzamos la caminata realizando un paseo por algunas de las calles del pueblo: Barrero, León, Plaza de Andalucía, Baja, Cantillo, del Canal y Camino de Ronda.

Llegamos a la calle de La Tetona, lugar donde se inicia el sendero de Igualeja a Parauta. Giramos a la izquierda y continuamos por dicha calle hasta alcanzar la vereda del mismo nombre.

Desde el inicio de esta vereda comenzamos a contemplar el fabuloso color cobre que adquieren las hojas de los castaños. Lástima que el día estaba bastante nublado y no dejaba penetrar la luz del sol, lo que hubiese favorecido la presencia de numerosos y diferentes contrastes.

En continuo ascenso, llegamos a un cruce de caminos y giramos a la izquierda, por el carril de La Loma. Recorriendo este tramo, obtuvimos unas bonitas panorámicas del pueblo de Igualeja.

A unos 200 metros de este último cruce, nos desviamos a la derecha y, en descenso, continuamos por el Camino de Halda, desde donde divisamos, a lo lejos, el pueblo de Cartajima y la Sierra del Oreganal con sus montes Cancho de Almola y Jarastepar, el pico Malhacer y el complejo calcáreo “los Riscos de Cartajima”, que constituye un torcal de parecidas características al de Antequera.

Seguimos descendiendo y llegamos a otro cruce de caminos en el que giramos a la derecha, ahora por el Camino de Cartajima, siempre rodeados de un fascinante entorno.

Por un tramo corto, pero con bastante pendiente en descenso, alcanzamos el arroyo de Los Granados con muy poca cantidad de agua, pero inmerso en un precioso valle con grandes chopos de hojas también de color amarillo.

Atravesamos esta zona e iniciamos, nuevamente, un importante ascenso por una pista de cemento donde tuvimos la gran suerte de conocer a la avispa del castaño. Es un insecto de origen asiático considerado plaga de cuarentena dentro de la Unión Europea que causa daños en los castaños, reduciendo su fructificación y pudiendo producir la muerte de los árboles. Ataca a diferentes especies de castaño. La formación de agallas en el nervio central de las hojas, peciolos y ramas jóvenes son el síntoma más característico de la presencia de plaga.

Una vez fotografiado el parásito, continuamos por el Camino de Igualeja y otras fantásticas panorámicas, esta vez del pueblo de Pujerra cercado por un manto de color ocre, aparecieron ante nosotros. ¡¡Qué maravilla de naturaleza!!

Llegamos al mirador natural Sendero Cartajima-Parauta que nos ofreció unas espectaculares imágenes de la sierra del Oreganal con el Cancho de Almola, el pico Malhacer, el cerro de Jarastepar y los riscos de Cartajima y debajo, los castaños como protagonistas, pero también una masa arbórea importante de color verde de encinas, chaparros, quejigos, nogales y algunos madroños.

Una vez disfrutado del lugar, seguimos por el Camino de Igualeja con nuevas panorámicas ante nosotros, en esta ocasión de Parauta y el cerro Alcojona y, sorprendentemente, nos topamos con una pequeña furgoneta abandonada, suponemos de alguien que no encontró mejor lugar para dejarla. ¡¡Qué desaprensivo!!

Continuamos por el Camino del Molino Real, ya próximos a Cartajima, y, bajo el majestuoso vuelo de unos 20 o 25 buitres leonados, llegamos al castaño Arenas. Según consta en el panel informativo situado junto a éste, se trata de un ejemplar de 17 metros de altura, con un perímetro superior a los 7 metros y con 300 años de antigüedad.

Caminados 100 metros, aproximadamente, desde el castaño, llegamos a Cartajima. Recorrimos parte de este pueblo conformado por casas bajas, de fachadas encaladas ubicadas a ambos lados de sinuosas y empinadas calles y con la Iglesia de Nuestra Señora del Rosario, del siglo XVI, como edificio más emblemático.

Abandonamos el pueblo por la calle Calvario, nos desviamos para tomar unas instantáneas de los Riscos de Cartajima y, recorridos unos 100 metros, giramos a la izquierda.

Continuamos por el tramo conocido como La Chaparreta, en cuyo inicio un cartel nos recordó que los caminos son públicos, pero las propiedades son privadas y que, por tanto, los frutos tienen dueños.

En continuo descenso, dejamos a nuestra derecha e izquierda un par de cruces y seguimos, zigzagueando, por el denominado Camino del Molino de la Máquina. Por este tramo el colorido del entorno fue alucinante, pues a los colores rojo, amarillo, marrón y verde de los castaños, se le sumaba el color blanco del pueblo de Pujerra que, desde aquí, también, divisamos.

Llegamos, de nuevo, al arroyo de Los Granados, en cuyo lateral izquierdo contemplamos las ruinas de un antiguo molino, que suponemos sería el de los Tres Cubos.

Iniciamos un duro y continuado ascenso; nos desviamos a la izquierda en otro cruce de caminos y a unos 200 metros, en otro cruce, nuevamente, nos dirigimos a la izquierda.

A los 100 metros del último cruce, a la derecha, observamos una cancela de entrada a una finca y, justo en el lateral izquierdo de ésta, encontramos una pista forestal en cuya entrada existe una cadena con un disco muy oxidado en el centro de la misma. Nosotros seguimos por aquí, pero recomendamos continuar rectos, por el Camino de Cartajima que conduce a Igualeja, y no entrar por esta zona ya que los dueños de las fincas no son nada amables y, aunque no pongan pegas para pasar, nos demostraron, al dirigirse a nosotros, su disconformidad con nuestra presencia.

Pasamos por la puerta de entrada de un cortijo con señales de estar habitado, pero en ese momento no había nadie. A partir de aquí, el sendero se pierde y habrá que prestar mucha atención al terreno, pues se trata de un tramo de unos 35 a 50 metros, aproximadamente, con mucha hojarasca en el suelo, de cierta inclinación y un importante cortado en su lateral derecho, que conlleva el riesgo de precipitarse por él. ¡¡Mucho cuidado por aquí!!

Pasados estos metros, salimos a un lugar en el que hay a un gran bidón de agua y, de nuevo, a una pista forestal en la que giramos a la izquierda.

Nos detuvimos para observar un importante racimo de agallas de diferentes colores.

Las agallas, abogallas o cecidias son estructuras de tipo tumoral inducidas por insectos y otros artrópodos, nematodos, hongos, bacterias y virus. Se trata de la respuesta del vegetal a la presencia del parásito con un crecimiento anómalo de tejido que intenta aislar el ataque o infección. Este tejido de nueva formación adquiere formas y colores muy variados. En el caso de la avispa del castaño, la hembra deposita sus huevos en los brotes de los castaños, llegando a producir alrededor de 100 huevos. Las larvas eclosionan, pero no se desarrollan inmediatamente, iniciando su crecimiento a la siguiente primavera, cuando comienza el desarrollo de los brotes del árbol. Es entonces cuando las larvas inducen la formación de las agallas, de color verde o rosado y de más de 2 centímetros. Dichas larvas se desarrollan en el interior de la agalla protectora y emergen de ella como adultos. Las agallas se secan y vuelven leñosas, pudiendo resultar muy dañinas para el árbol, interfiriendo la formación del fruto y reduciendo la cosecha más de un 70%.

Cruzamos el arroyo Halda y, tras caminar más o menos un kilómetro, alcanzamos una estrecha y pedregosa vereda que nos condujo hasta Igualeja. Entramos al pueblo por la calle Hiladro; pasamos el Puente Viejo; recorrimos el Paseo del Genal; y por la calle de San Gregorio, salimos a la calle Barrero que nos condujo hasta el nacimiento del río Genal.

Este manantial conocido como Nacimiento del río Genal constituye la tercera surgencia en importancia del acuífero Yunquera-Sierra de las Nieves. Realmente el río nace en la Sierra de Igualeja con el nombre de río Seco (pudimos presenciarlo cuando realizamos el sendero Pujerra-Igualeja-Pujerra) que muda el nombre al río Genal cuando llega a Igualeja. En este paraje el agua mana de una oquedad triangular de un escarpado macizo calizo. Cuando las lluvias alimentan el manantial subterráneo, el agua brota a borbotones, formando lo que se conoce en el valle como “reventar los veneros”.

En este lugar dimos por terminado este fantástico sendero pues nos fuimos a comer al Bar-Restaurante El Nacimiento, situado allí mismo, y donde todo está bueno pero los chorizos del lugar son un escándalo.

Os dejamos algunas fotografías para animaros a realizar esta ruta.

Y recuerda: deja el sendero como te gustaría encontrártelo.

PUNTO DE ÉNFASIS

La valoración que cada persona hace de una ruta después de realizada la misma es muy subjetiva, dado que esta depende de muchos factores: edad, preparación física, preparación técnica, equipo requerido, características del terreno, condiciones climáticas, etc.; por tanto, es necesario que hagamos constar que lo descrito en este relato y los parámetros que en él figuran (tiempo, distancia, grado de dificultad, tracks para GPS y waypoints) son meramente informativos / orientativos y, por ello, queda bajo la responsabilidad de quién quiera realizarla tomar las medidas oportunas.

OTRAS RUTAS QUE OS RECOMENDAMOS POR LOS ALREDEDORES DEL MUNICIPIO DE IGUALEJA

Sendero El Colmenar a Cañón de las Buitreras (El Colmenar - Gaucín - Málaga).

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Senderos de Sierra Bermeja: Paseo de los Pinsapos-Salvador Guerrero-Los Realillos (Estepona-Genalguacil).

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Sendero Bosque de Cobre: Igualeja - Parauta (Málaga).

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Sendero Camino Molino del Capitán (Gaucín).

Sendero Garganta de Las Palas (Gaucín).

Sendero Paraje de los Llanos-Molino del Cancón-Río Manilva-Baños romanos de la Hedionda-Canuto de la Utrera (Casares-Málaga).

Sendero Bosque de Cobre: Pujerra - Igualeja (Málaga).

Sendero Hacho de Gaucín (Gaucín - Málaga).

Sendero Casares-ruinas de Lacipo-Fosa Común en el Cerro de la Horca (Casares - Málaga).

Sendero Caminos de los Viajeros Románticos y subida al Castillo del Águila (Gaucín).

Sendero circular Garganta del Palo - Camino del Monte del Duque (Casares - Málaga).

Sendero Acequia del Guadalmina (Benahavís - Málaga).

Sendero Bosque de Cobre: Igualeja - Parauta - Manantial de la Minilla - Igualeja (Valle del Genal - Málaga).

Sendero Bosque Encantado de Parauta (Parauta - Málaga).

Sendero Caminos de las Orquídeas y Nacimiento de las Artezuelas (Jimera de Líbar - P.N. Sierra de Grazalema).

Sendero PR: Mirador a la Garganta de la Ventilla, Cueva de las Culebras y Fuente de los Cañolillos (Arriate).

Sendero Nacimiento del Arroyo de la Ventilla (Arriate - Ronda).

Sendero La Herriza-La Manga-Cerro del Santano-Arroyo Hondo-Puerto de la Cruz (Casares - Málaga).

Sendero acuático Charca de las Nutrias por las aguas del río Castor (Estepona).

Sendero acuático Venta San Juan a las inmediaciones de la Casa de la Barranco por las aguas del río Genal (Jubrique - Málaga).

Sendero acuático: río Padrón hasta la confluencia con el arroyo de Abrón (Estepona).