Senda de Camille. Pirineos Occidentales. Etapa 6: Lescun-Linza

Sexta y última etapa de la senda. Al igual que ocurrirá en el resto de días, la senda está perfectamente marcada en todo momento, bien sea por marcas de sendero, hitos, o la senda misma. El recorrido básicamente consiste en seguir las indicaciones de GR o PR que encontremos.

Partimos del albergue del Pic d'Anie. En contraposición al albergue de Etsaut, este está muy bien. Cenamos y desayunamos perfectamente, las duchas estaban genial y la habitación era de 3, así que la teníamos completamente para nosotros, durmiendo por lo tanto sin problemas. La pena del día es que, aunque anunciaban bueno, comenzó muy nublado, al igual que los días anteriores (luego ya despejó y calentó bien), lo que nos impidió disfrutar de las magníficas vistas que hay desde Lescun del circo de su mismo nombre, desde el cual podríamos divisar, sin salir del pueblo, las agujas de Ansabère, el Petrechema y el Acherito. Pero como digo, posteriormente durante la etapa, el cielo por fin se abrió y pudimos disfrutar de estas vistas.

La ruta picará desde el inicio hacia arriba, aunque bien es cierto que los primeros 5,5 kms, los cuales realizamos por asfalto, serán muy suaves. Luego, tomaremos un desvío a la izquierda y ya nos internaremos por una ancha pista, y volveremos a ascender a ratos por hayedos. Lo tomaremos con calma ya que el cansancio ya se acumula y, a pesar de estar nublado, la humedad es alta, en la tónica general de toda la senda.

Finalmente, el día comienza a despejar a la altura de las Cabanes de Ansabère. Las vistas son sencillamente espectaculares, destacando las agujas del mismo nombre que ya mencionamos anteriormente. Podremos aprovechar este lugar para hacer una última compra de queso francés, así como de provisionarnos de agua en caso de necesidad. Y aquí comenzamos un duro ascenso sin descanso hasta el collado del Petrechema, o Pétragème. Será una subida dura pero amenizada por las espectaculares vistas del valle y el mar de nubes que dejamos atrás en Francia, y las que vamos encontrando, sobre todo con la aguja de Ansabère, donde además, podremos disfrutar de las vistas de un par de grupos de escalada sobre la impresionante pared vertical de la misma.

La subida al col es básicamente un zigzag continuo. Finalmente, alcanzaremos el collado, el cual supone nuevamente la frontera con España. Aprovecharemos aquí para hacer un pequeño descanso y degustar el pequeño queso que compramos el día antes en la pequeña tienda de Lescun. Buenísimo, así que aconsejable emplear esta opción para este último día.

Desde este collado se podría continuar realizando la subida al Petrachema, pero suponían otros 300 mts de desnivel que ya no teníamos ganas de afrontar, así que nos dispondremos a realizar un descenso bien marcado, en el que veremos las últimas marmotas, por un precioso valle. El descenso tiene alguna parte un poco empinada y con gravilla, así que habrá que tener un poco de cuidad en ciertos puntos.

La última parte, aunque siempre picando para abajo, será más llana, y nos llevará irremediablemente al refugio de Linza, lugar de comienzo de la aventura, y donde nos daremos un último homenaje en forma de huevos con chistorra antes de comenzar el regreso a casa.