Senda 118/23 - JUNCOS, TORRE CIEGA, CABEZO RAJAO, ALUMBRES, VISTA ALEGRE, LOS JUNCOS
near Ciudad Jardín, Murcia (España)
Viewed 59 times, downloaded 0 times
Trail photos
Itinerary description
Senda 118/23 - 2023-10-29, LOS JUNCOS, TORRE CIEGA, CABEZO RAJAO, ALUMBRES, VISTA ALEGRE, MEDIA LEGUA, TORRE CIEGA, LOS JUNCOS, 24,6 Km, 6 horas 7 minutos, +300 m -309 m.
Lo que vimos:
https://photos.app.goo.gl/92YmYpsptmGaxZjz7
Había que pasear al perro Simba, pero no queríamos subirlo muy alto porque nos saca la lengua, pero no sé si fue peor someterlo a los casi 25 kilómetros que anduvimos hoy, para, desde los Juncos, atravesar Mandarache, el paraje de esa villa romana del s. II a.C. y que existió hasta el VII d.C., llamado “El Cucarell” y llegar hasta la Vía Augusta y visitar su Torre Ciega, donde leímos lo siguiente:
“La denominada Torre Ciega, debido a la ausencia de cualquier tipo de prueba en ella, es una construcción sepulcral romana del siglo I, d. C., y constituye el único resto monumental que ha llegado hasta nosotros de la necrópolis que se ubica junto a la Vía Augusta que, saliendo de Cartago Nova, se dirigía por la costa hasta Tarraco y finalmente a Roma.
Inspirada en modelos itálicos, la torre destaca por su revestimiento reticulado (Opus reticulatum), realizado a base de pequeñas pirámides de piedra volcánica, andesita, procedente de los cabezos cercanos de La Fraila o Beaza, que se clavaban en la base de mortero aún fresca.
Reforzada en sus ángulos por sillarejo de piedra caliza, muestra en su cara principal un marco rectangular del mismo material que cobija una inscripción, hoy prácticamente ilegible, dedicado a un personaje llamado “Tito Didio de la Tribu Cornelia”, procónsul de la Hispania Citerior en el año 94 a. C, para quien se erigió este monumento funerario. Tras el epígrafe se hallaría el receptáculo destinado a cobijar la urna con las cenizas del difunto.
Por testimonios gráficos y literarios de diversos autores que la referenciaron desde el siglo XVI, sabemos que el conjunto se remataba con un cuerpo superior, hoy desaparecido y solo sugerido en la restauración de los años sesenta del pasado siglo, con el mismo revestimiento reticulado y de forma cónica, rematado por una esfera, o tal vez una piña, que era un símbolo funerario habitual en la época”.
Desde la referida Torre ciega, por caminos de labranza y alguna rambla, nos internamos en Los Jorqueras, Los Huertas y dimos un rodeo hasta el Borricél, para enganchar un camino que nos subiera al Cabezo Rajao. Frente a nosotros el Cabezo Agudo y la mina María Jesús, la más profunda de esta sierra (525 m). Ascendimos hasta la mina Montserrat, de la que, Conejo II, es autor del siguiente trovo:
“Como queriendo alzar vuelo, / Un castillete minero / de Hierro y en un otero, / aún sigue mirando al cielo. / Allí trabajó mi abuelo, / la máquina su pasión, y dijo en cierta ocasión / que Montserrat la sultana / bella virgen catalana, / reinando estaba en La Unión. (Ángel Cegarra)”.
Visitamos su lavadero y la mina Iberia, mientras veíamos pasar una carrera de bicicleta de montaña. Bajamos del cabezo que ya explotaron cartagineses y romanos y enganchamos un camino que nos llevó directamente hacia El Portazgo, cruzamos la carretera y nos metimos en Alumbres, para enganchar un camino que nos llevó directamente a Vista Alegre. Pronto alcanzamos la Media Legua, cruzamos nuevamente la carretera y doblamos al norte para pasar junto a las Casas del Tacón, rodear el Cabezo de la Viuda y paralelos a la vía del tren, llegar nuevamente a la Torre Ciega. Desde allí, desandamos lo de la mañana y directos al “culto a la rubia”, en El Martillo fue, bajo las telarañas de Halloween. Salud.
Lo que vimos:
https://photos.app.goo.gl/92YmYpsptmGaxZjz7
Había que pasear al perro Simba, pero no queríamos subirlo muy alto porque nos saca la lengua, pero no sé si fue peor someterlo a los casi 25 kilómetros que anduvimos hoy, para, desde los Juncos, atravesar Mandarache, el paraje de esa villa romana del s. II a.C. y que existió hasta el VII d.C., llamado “El Cucarell” y llegar hasta la Vía Augusta y visitar su Torre Ciega, donde leímos lo siguiente:
“La denominada Torre Ciega, debido a la ausencia de cualquier tipo de prueba en ella, es una construcción sepulcral romana del siglo I, d. C., y constituye el único resto monumental que ha llegado hasta nosotros de la necrópolis que se ubica junto a la Vía Augusta que, saliendo de Cartago Nova, se dirigía por la costa hasta Tarraco y finalmente a Roma.
Inspirada en modelos itálicos, la torre destaca por su revestimiento reticulado (Opus reticulatum), realizado a base de pequeñas pirámides de piedra volcánica, andesita, procedente de los cabezos cercanos de La Fraila o Beaza, que se clavaban en la base de mortero aún fresca.
Reforzada en sus ángulos por sillarejo de piedra caliza, muestra en su cara principal un marco rectangular del mismo material que cobija una inscripción, hoy prácticamente ilegible, dedicado a un personaje llamado “Tito Didio de la Tribu Cornelia”, procónsul de la Hispania Citerior en el año 94 a. C, para quien se erigió este monumento funerario. Tras el epígrafe se hallaría el receptáculo destinado a cobijar la urna con las cenizas del difunto.
Por testimonios gráficos y literarios de diversos autores que la referenciaron desde el siglo XVI, sabemos que el conjunto se remataba con un cuerpo superior, hoy desaparecido y solo sugerido en la restauración de los años sesenta del pasado siglo, con el mismo revestimiento reticulado y de forma cónica, rematado por una esfera, o tal vez una piña, que era un símbolo funerario habitual en la época”.
Desde la referida Torre ciega, por caminos de labranza y alguna rambla, nos internamos en Los Jorqueras, Los Huertas y dimos un rodeo hasta el Borricél, para enganchar un camino que nos subiera al Cabezo Rajao. Frente a nosotros el Cabezo Agudo y la mina María Jesús, la más profunda de esta sierra (525 m). Ascendimos hasta la mina Montserrat, de la que, Conejo II, es autor del siguiente trovo:
“Como queriendo alzar vuelo, / Un castillete minero / de Hierro y en un otero, / aún sigue mirando al cielo. / Allí trabajó mi abuelo, / la máquina su pasión, y dijo en cierta ocasión / que Montserrat la sultana / bella virgen catalana, / reinando estaba en La Unión. (Ángel Cegarra)”.
Visitamos su lavadero y la mina Iberia, mientras veíamos pasar una carrera de bicicleta de montaña. Bajamos del cabezo que ya explotaron cartagineses y romanos y enganchamos un camino que nos llevó directamente hacia El Portazgo, cruzamos la carretera y nos metimos en Alumbres, para enganchar un camino que nos llevó directamente a Vista Alegre. Pronto alcanzamos la Media Legua, cruzamos nuevamente la carretera y doblamos al norte para pasar junto a las Casas del Tacón, rodear el Cabezo de la Viuda y paralelos a la vía del tren, llegar nuevamente a la Torre Ciega. Desde allí, desandamos lo de la mañana y directos al “culto a la rubia”, en El Martillo fue, bajo las telarañas de Halloween. Salud.
Waypoints
You can add a comment or review this trail
Comments