Senda 074/23 - LOS BELONES, FUENTE C. CANTALAR, JORDANAS, CABEZOS 4 TIROS, CASA RATONERAS, SALINAS RASALL, BAÑO CALBLANQUE
near Los Belones, Murcia (España)
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Itinerary description
Senda 074/23 - 2023-07-09 – 50 SENDAS CON BAÑO POR CARTAGENA, 38 de 50.- LOS BELONES, LA FUENTE C. CANTALAR, JORDANAS, CABEZOS DE LOS CUATRO TIROS, CASA DE LAS RATONERAS, SALINAS DEL RASALL, BAÑO EN LA PLAYA DE CALBLANQUE, ARBORETUM, LAS JORDANAS, LA FUENTE C. CANTALAR, 15,9 Km, 5 horas 12 minutos, +417 m -366 m.
Lo que vimos:
https://photos.app.goo.gl/V89X6hCrywQkP3mK6
Nos apetecía subir a un monte solitario, donde solamente compartiéramos la naturaleza y nosotros, donde el sendero fuera la traza que dejan los animales, pero, a la misma vez, nos gustaría ver el mar, sentir su olor y gozar con esa música celestial que tocan las olas ¡Ya sé dónde vamos a ir!, a una donde no veremos ningún biciclo ni humanos.
El vehículo en los Belones y subimos hasta la Fuente del Cabezo Cantalar para recoger a un compañero. Por la falda del Cabezo “Colorao” atravesamos las Jordanas para llegar al Centro de Visitantes de Calblanque. Desde ahí, uno a uno fuimos subiendo los cerros de los Cuatro Tiros, dejando los cabezos de los Martínez al norte y las salinas del Rasall al sur, hasta llegar justo a la casa de las Ratoneras, al pie del cabezo de la Escucha.
Conforme íbamos ganando altura, un inmenso mirador abría sus ventanales hacia el Mediterráneo, un espartal sobrepasaba nuestras cabezas y una copiosa vegetación se derramaba hacia el Parque Regional de Calblanque. Abajo, un ir y venir de las olas alisaban la orilla, derramando una inmaculada espuma sobre la dorada arena. Entonces, con ese subidón de adrenalina, veíamos como nuestras retinas se extasiaban con la visión de dos preciosos mares. Por cierto, vimos a una tortuga mora y más de una tarántula.
Una senda nos acercó a las salinas citadas y caímos hasta la Playa de Calblanque. Un magnífico baño. Un guarda forestal cuidaba de lo que parecía un cerco de huevos de tortugas bobas. Ya frescos y con la satisfacción del deber cumplido, nos acercamos al sendero botánico del Arboretum. Habíamos echado demasiado tiempo en el baño y casi tocábamos el mediodía, así es que decidimos tomar el camino más corto, el que nos llevó nuevamente al Centro de Visitantes y a Las Jordanas para llegar hasta la Fuente del Cabezo Cantalar, donde nos esperaba el invento de Karl Benz, el que, después de refrescarnos en la referida fuente, nos bajó a la A. V. de los Belones. Allí el culto a la rubia. La que colma en la Taberna del Martillo. Salud.
Lo que vimos:
https://photos.app.goo.gl/V89X6hCrywQkP3mK6
Nos apetecía subir a un monte solitario, donde solamente compartiéramos la naturaleza y nosotros, donde el sendero fuera la traza que dejan los animales, pero, a la misma vez, nos gustaría ver el mar, sentir su olor y gozar con esa música celestial que tocan las olas ¡Ya sé dónde vamos a ir!, a una donde no veremos ningún biciclo ni humanos.
El vehículo en los Belones y subimos hasta la Fuente del Cabezo Cantalar para recoger a un compañero. Por la falda del Cabezo “Colorao” atravesamos las Jordanas para llegar al Centro de Visitantes de Calblanque. Desde ahí, uno a uno fuimos subiendo los cerros de los Cuatro Tiros, dejando los cabezos de los Martínez al norte y las salinas del Rasall al sur, hasta llegar justo a la casa de las Ratoneras, al pie del cabezo de la Escucha.
Conforme íbamos ganando altura, un inmenso mirador abría sus ventanales hacia el Mediterráneo, un espartal sobrepasaba nuestras cabezas y una copiosa vegetación se derramaba hacia el Parque Regional de Calblanque. Abajo, un ir y venir de las olas alisaban la orilla, derramando una inmaculada espuma sobre la dorada arena. Entonces, con ese subidón de adrenalina, veíamos como nuestras retinas se extasiaban con la visión de dos preciosos mares. Por cierto, vimos a una tortuga mora y más de una tarántula.
Una senda nos acercó a las salinas citadas y caímos hasta la Playa de Calblanque. Un magnífico baño. Un guarda forestal cuidaba de lo que parecía un cerco de huevos de tortugas bobas. Ya frescos y con la satisfacción del deber cumplido, nos acercamos al sendero botánico del Arboretum. Habíamos echado demasiado tiempo en el baño y casi tocábamos el mediodía, así es que decidimos tomar el camino más corto, el que nos llevó nuevamente al Centro de Visitantes y a Las Jordanas para llegar hasta la Fuente del Cabezo Cantalar, donde nos esperaba el invento de Karl Benz, el que, después de refrescarnos en la referida fuente, nos bajó a la A. V. de los Belones. Allí el culto a la rubia. La que colma en la Taberna del Martillo. Salud.
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