San Quirico (1.172 m.) e Illón (1.278 m.) desde Navascués subiendo por Aspurz

Ruta circular desde Navascués ascendiendo hacia San Quirico por el lado de Aspurz. Desde la ermita de San Quirico, recorremos la Sierra de Illón hasta su punto más alto, para luego descender al fondo de la foz de Benasa, y finalmente regresar a Navascués por el camino de Farratiela.

Nuestro recorrido comienza en Navascués, desde donde nos dirigimos a la ermita de Santa María del Campo, un tesoro románico rural del siglo XII que alberga el cementerio del pueblo. Desde allí, seguimos el camino de las huertas hasta llegar al antiguo puente que cruza el río Salazar. Cruzamos el río y buscamos el sendero que nos llevar a través de los Frontones hacia la Serreta. El comienzo del sendero resulta un tanto difuso debido a las modificaciones en el terreno, pero pronto nos encontramos en la cima de la Serreta, pasando junto a la borda de Garachico. Desde aquí, seguimos un tramo breve de pista forestal hacia el norte antes de tomar un ramal de la pista que nos lleva hacia Aspurz. La pista desciende suavemente hacia el pueblo, desembocando en un estrecho sendero que nos conduce al fondo del valle. Aquí, rodeamos un campo de cultivo, cruzamos al otro lado de una regata y atravesamos las huertas de Aspurz. Finalmente, llegamos a dos casas aisladas en las afueras del pueblo, donde tomamos la carretera que nos llevará a la venta de la Carrasquera y al puente sobre el río Salazar. A partir de este punto, comienza la empinada ascensión a San Quirico por su vertiente norte.

El camino de ascenso desde Aspurz está mantenido y señalizado, aunque claramente no es transitado con frecuencia. Lo seguimos sin dificultades, aunque es recomendable tener el track como respaldo, ya que en varias ocasiones nos encontramos con más de una alternativa. El primer tramo de aproximadamente 1,5 kilómetros presenta la pendiente más pronunciada, y a mitad de él cruzamos una pista forestal con un talud bastante alto en el que se encuentra una cuerda que nos ayuda a superarlo y continuar por el sendero. Este sendero está marcado con cintas de plástico rojas y blancas, algunas de las cuales pueden ser bastante antiguas. Después de subir el primer kilómetro y medio, la pendiente se suaviza durante el siguiente kilómetro, permitiéndonos disfrutar en algunos puntos de vistas de la foz de Arbayún y Bigüezal. Los pinos dan paso a las hayas, y nos enfrentamos a un último tramo con una pendiente más pronunciada, que culmina en la ermita de San Quirico.

Después de disfrutar de las vistas panorámicas desde la ermita, continuamos por el sendero que asciende desde Navascués. A partir de este punto, todos los caminos están claramente señalizados, bien mantenidos y frecuentados, lo que hace que la caminata sea más placentera en comparación con el sendero que tomamos desde Aspurz hasta San Quirico. Tomamos el desvío hacia Faulos y comenzamos la ascensión hacia Illón. Este camino sigue paralelo a la cresta de la sierra y en un punto determinado bien señalizado encontramos un cruce que nos lleva a un camino perpendicular a la derecha, que nos conducirá a la cima de Illón. A medida que avanzamos hacia la cima, el bosque se abre, y desde allí, podemos divisar el pueblo de Navascués justo detrás de nosotros, junto con una parte de los majestuosos Pirineos. Desde la cima, nuestras vistas se extienden hacia la vertiente sur, abarcando el valle del Romanzado y la Sierra de Leyre.

Regresamos sobre nuestros pasos desde la cima hacia el camino de Illón, que seguimos hasta llegar al campo de Cosme. En este punto, nos desviamos a la izquierda para iniciar un rápido descenso hacia la foz de Benasa, que incluye un tramo corto por la pista forestal de la Sierra de Illón. Nuestro descenso culmina en el camino que atraviesa la foz de Benasa, donde giramos a la izquierda para recorrer una parte de la foz, antes de dirigirnos al área recreativa de Benasa. Desde allí, emprendemos el camino de regreso a Navascués por el sendero de Farratiela, concluyendo así una bonita excursión circular.