San Nicolás de Bujaruelo - Valle de Otal (Torla)

El valle de Otal alberga un circo homónimo de origen glaciar por el que discurre un pequeño río, el río Otal, que termina tributando sus aguas al río Ara. Para llegar hasta este precioso valle partimos desde San Nicolás de Bujaruelo y seguimos por el GR-11 hasta encontrar un desvío que hacia la derecha subiría hasta el puente de Ordiso, y hacia la izquierda nos llevaría hasta el cercano puente de Oncins. Tomamos la segunda de las opciones, la de la izquierda, y tras pasar por el puente de Oncins encontramos una pista a la derecha que asciende en zig-zag.

A medida que ascendemos el espectáculo nos desborda. Las laderas de los montes más cercanos nos regalan un rico abanico de colores otoñales, mientras que las montañas más altas están completamente nevadas. Precisamente la nieve y el hielo van apareciendo también sobre el suelo que pisamos y en algunos puntos, los situados más a la umbría, se hace complicado andar y hay que extremar las precauciones.

Por fin, tras cinco kilómetros de ascenso, llegamos a la cancela que da acceso al valle de Otal. Nada más cruzar la cerca el paisaje nos roba la respiración: ante nosotros se desparrama un valle, cerrado y helado, completamente blanco y cruzado por un río de oscuras aguas a causa del frío que aquí hace. Hacemos fotografías pero la temperatura ha bajado aquí unos cuantos grados, así que retomamos nuestros pasos para entrar en calor. Hay mucha nieve, así que hay que elegir bien donde dejar caer nuestros pies para no hundirnos. Caminamos hasta el fondo del valle, donde encontramos primero una cabaña para ganado y, más tarde, una cascada.

La vuelta la hacemos siguiendo el mismo camino que nos trajo hasta aquí. Cuando llegamos a la fuente de la Femalla, en lugar de buscar el GR-11, caminamos por la pista forestal que discurre por la orilla derecha del río Ara.