San Miguel de Aralar desde (casi) Baraibar. pk5

Esta ascensión al Santuario de San miguel de Aralar transcurre por un camino menos habitual. Concretamente, comienza en el p.k.5 de la carretera que va de la localidad de Baraibar (Larraun) a San Miguel.

Es un camino de ida y vuelta que discurre por 7,5 de los 19 km que tiene el PR-Na82 (Iribas-San Miguel-Baraibar-Iribas).

Dejando el coche en un cómodo lugar, saltamos un paso de madera para tomar una bonita senda en dirección sur. En poco más de 1 km llegamos al dolmen Txuritxoberri, el 1º de los 3 que veremos hoy). Hay que recordar que en la Sierra de Aralar existe uno de los conjuntos megalíticos más interesantes de la Península Ibérica.

Actualmente, se encuentran catalogados 80 megalitos (dólmenes, menhires, túmulos y círculos de piedras). De ellos, 30 están enclavados en territorio guipuzcoano, mientras que los otros 50 se hallan en Navarra. Desde hace siglos, Aralar es un sistema montañoso sagrado. De ahí la abundancia de estos restos megalíticos funerarios y del propio Santuario románico de San Miguel de Aralar.

A los 2,7 km de andada llegamos al Collado de Burnigurutze. Poco después en el waypoint “2 opciones” podemos ir por la derecha para visitar los dólmenes de Izeriturri y Arrate Berri. Si no, por la izquierda la senda es algo más suave.

Sea por un lado o por el otro, el siguiente punto interesante es el Valle de Ata, a unos 4,5 km de la salida. Precioso valle que muy a menudo está cubierto de niebla.

Desde ahí nos quedan los últimos 3 km para salvar 275 metros de desnivel y llegar al Santuario de San Miguel de Aralar.

La visita al Santuario, joya románica y uno de los templos más antiguos de Navarra, es casi obligatorio. En su interior alberga el retablo de Aralar, joya del arte románico. En la noche del 25 al 26 de octubre de 1979, una banda de ladrones a las órdenes del famoso traficante de arte internacional Erik “el belga” robó el frontal de esmaltes de dicho retablo. Casi dos años después, el 11 de julio de 1981, concluyó la recuperación de las principales piezas del retablo y la detención de varios miembros de la banda denominada “clan de los marselleses”.

Junto a la capilla donde está la imagen de San Miguel podemos ver las cadenas que, según la leyenda, arrastró Teodosio de Goñi como penitencia por haber matado a sus padres por error y de las que el Arcángel San Miguel le liberó tras vencer a un dragón que lo iba a devorar.

El descenso se hace desanadando el camino de subida, teniendo en cuenta que en el Valle de Ata tendremos 2 opciones para llegar al Collado de Burnigurutze.

Distancia recorrida: 15,9 km
Desnivel +: 700 metros
Tiempo en movimiento: 3 hora 50 min