SAN FACUNDO-POZO LAS HOYAS-POIBUENO-MATAVENERO-SAN FACUNDO 28/02/15

Llegamos los 24 senderistas, pertenecientes al club Huellas de Cabrera, más el perro Barry y la perrita Luli al aparcamiento de San Facundo, cuando todavía estaban encendidas las farolas del alumbrado público el día 28/02/15 en una mañana gris, con neblina en la montaña, fresca y algo de ligerísima llovizna en algunos momentos a lo largo de la mañana. San Facundo es una localidad del municipio de Torre del Bierzo, en la provincia de León.

También puede interesaros la segunda ruta realizada en esta zona, que tiene por título: SAN FACUNDO - POZO DE LAS HOYAS - POIBUENO - MATAVENERO - SAN FACUNDO (Variante I) 29/09/19. (Esta mejorada y actualizada).

Para ver más sobre ella podéis pinchar sobre el enlace en “Ver más”, en letras azules después de los datos del GPS.

Recomiendo ver los vídeos para tener una mejor visión e idea del recorrido de las rutas.

Matavenero es una localidad del municipio de Torre del Bierzo en la comarca de El Bierzo (provincia de León, Comunidad Autónoma de Castilla y León, España).

En el siglo XIX perteneció al desaparecido municipio de Alvares de la Ribera (hoy localidad llamada Albares de la Ribera). Quedó deshabitado a finales de los años 1960, hasta que en 1989 varias personas de distintas nacionalidades se establecieron en esta localidad y en la cercana de Poibueno, intentando crear lo que han dado en llamar como aldea ecológica o Ecoaldea, organizándose en Junta Vecinal.

Se puede acceder desde la antigua Nacional VI La Coruña-Madrid, desviándose hacia el pueblo de San Andrés de las Puentes y de ahí a San Facundo. Tras este pueblo se acaba la carretera y comienza un camino de montaña no apto para automóviles. También se puede acceder desde la carretera Astorga-Ponferrada (Camino de Santiago) en un desvió a través de pista forestal, cerca de Foncebadón o una vez pasado Molinaseca tomando la carretera de Onamio y continuando hacia Paradasolana y continuando por pista forestal.

Tras solucionar problemas básicos como el agua potable (suministrada por arroyos de montaña) y el suministro energético (principalmente a través de placas solares), la población creció, creándose una serie de negocios artesanales y agrícolas (comerciando en las ferias y mercados de los pueblos y ciudades cercanas, principalmente Ponferrada y Astorga), a la vez que cuenta con panadería, tienda y un pequeño restaurante.

Desde su recuperación como pueblo habitado, han nacido más de 30 niños, por lo que al sumarse los residentes en Matavenero hizo necesaria la creación de una escuela, a la que llaman “escuela libre”.

La circulación de vehículos de motor está prohibida (Fuente: Wikipedia).

Referida la historia de estos recónditos y sugestivos pueblos (Poibueno y Matavenero) paso al comentario sobre la ruta.

En los dos aparcamientos caben unos 12 coches, se encuentran pocos metros antes de pasar un puente de barandillas verdes metálicas sobre el arroyo del Rial (bonita zona de baño) a la entrada de San Facundo (llegando desde Bembibre). Al llegar a las primeras casas llama la atención una de las paredes de una de ellas, donde tiene pintada la ruta con las distancias y dificultad de los lugares durante el recorrido. Al igual que esto, también llama nuestra atención la ladera izquierda de la montaña donde, sobre una pedrera fina y negra en un claro de vegetación, hay pintada en color blanco “Yo (seguido de un corazón) San Facundo”. A continuación, en una bifurcación de calles tomamos la de la izquierda (pequeña señal amarilla con flecha negra en una vieja casa situada en el vértice de las dos calles) para poco más adelante comenzar a caminar por camino en el que encontramos una señal de la Mirada Circular. Luego, cruzaríamos un puente estrecho de cemento con barandillas metálicas sobre el arroyo del Rial (llevándolo a nuestra derecha) para, al poco tiempo, encontrar una tosca señal de dirección en madera en la que todavía se puede leer “Matavenero - Poibueno” con giro a la derecha y comenzando a caminar por un precioso sendero bien “pateado” por los senderistas y pobladores de los mencionados pueblos. Comentar que a estos solo se puede acceder a pie, en caballerías o por el aire, claro está, ya que en bici o moto tendría que ser un verdadero especialista para hacerlo, aun así con un alto porcentaje de sufrir un grave accidente. Estando prohibido los vehículos a motor.

Tras caminar por sendero rocoso y escoltados por árboles de roble, alisos o humeros, encinas y algún acebo por la zona de La Vecilla, nos situamos a la altura del pequeño embalse de San Facundo, a 1.3 km de la salida, el cual deja escapar el agua libremente por su parte central formando una bonita cascada. Continuamos con las mismas características del sendero descritas anteriormente para ir descendiendo y llegar al arroyo del Rial el cual tenemos que cruzar pasando sobre un espectacular puente artesanal construido con troncos de madera y que está sujeto por medio de cuatro postes a modo de tirantes y dos centrales como columnas que se unen en el vértice superior, al igual que los grandes puentes, contando con finos pasamanos de la misma materia; una verdadera obra maestra de suma ayuda para salvar el fuerte y rápido descenso de sus aguas bravas. Al otro lado del puente, se pueden ver unas pinturas o dibujos del sol y la luna en color amarillo sobre la pared rocosa pintados por los habitantes de Poibueno y Matavenero y en la que, gente incívica y nada respetuosa mancha con espráis con signos y nombres que no vienen a cuento. A lo largo del sendero veremos también varias pinturas representando al Arco iris, siendo estos tres los dibujos preferidos de estas gentes.

Ahora toca caminar por la izquierda, arroyo arriba (su derecha), muy cercanos al mismo para sortear el reguero de El Humeral, sin mayor problema caminando a través de un silencioso y precioso bosque, en su mayoría, de roble y verde musgo –en el que solo se oye el murmullo del agua–, para situarnos delante de una bifurcación de senderos. El de la derecha sigue a Matavenero (con el arco iris y el sol pintados en su pared) y el de la izquierda, con señal de dirección clavada en un roble en el que se lee en letras negras “Poibueno-Pozo Las Hoyas”, aunque primero nos conduciría al Pozo de Las Hoyas; nos decantamos por seguir la dirección de la señal.

Seguimos por estrecho sendero (cercanos al arroyo) pasando por un puentecillo de troncos, serrados a la mitad para salvar un desmoronamiento de tierra. En este punto, transitamos a través de tupido bosque de roble, encinas y alisos o humeros teniendo parte de sus troncos recubiertos de verde musgo y hiedra trepadora, así como de líquenes debido a lo sombrío de la zona, con sus ramas delgadas y retorcidas que forman arcos a lo largo del sendero. Continuando este sendero, a tramos por zona rocosa y otras por bosque, para situarnos en el segundo puente artesanal construido igual que el anterior, para salvar nuevamente el arroyo, cruzando a la orilla contraria por la que ahora caminaremos por terreno de piedras cubiertas de bonito musgo, al igual que los troncos de la arboleda, formando una bonita estampa fotográfica.

En un punto del bosque y sobre un roble hay clavada una chapa que dice: “No ensucies el poco mundo que, aún, no está ¡podrido!” A través de un claro del bosque ya vemos a nuestra derecha, y en lo alto, Matavenero con algo de neblina y, un poco más adelante ya nos situamos en una especie de mirador sobre unas rocas por encima del “Pozo Las Hoyas” (letrero indicándolo) que queda profundo bajo nuestros pies surgiendo de entre las rocas formando un pozo con ensanchamiento que luego se desliza por las rocas en fina y corta cascada de aguas blanquísimas cayendo y formando otro segundo pozo, siendo una bella imagen que todos fotografiamos. Desde este lugar divisamos nuevamente Matavenero a través de una abertura de las montañas rocosas.

Continuamos la ruta por terreno muy rocoso siguiendo el cañón para llegar a una pequeña explanada de recreo a la entrada de Poibueno y a la orilla del arroyo del Rial. Aquí topamos con una chapa blanca con una serie de recomendaciones ecológicas, una mesa con dos bancos de madera y un columpio y en frente vierte sus aguas otro arroyo al Rial. Clavadas en un roble hay dos señales de dirección en color rojo (hay alguna más) anunciado Matavenero y San Facundo. En Poibueno no hemos visto a ninguna persona pero sí vive alguien ya que vino a nuestro encuentro un perro y, cerca había una casa de madera con techo cubierto con un gran plástico negro y al lado ropa en un tendedero, dos carretillos, una manguera para llevar agua del arroyo a la casa, una reducida huerta con berzas y dos cubos grandes negros. El resto está en ruinas así como el que parece que fue un monasterio al que solo le queda la fachada.

En frente del monasterio está el arroyo sobre el cual hay otro original puente formado por dos grandes troncos de roble con tablas de troncos cortados a la mitad, contando con un pasamanos, el cual cruzamos. Tras girar a la derecha seguimos el precioso sendero que sube por el bosque, luego pasamos un reguero de un salto y salimos por una finca donde hay dos hermosos caballos, cerramos la cancilla una vez pasada esta.

Durante el suave ascenso, encontramos en una losa, algo rota, otro dibujo del sol. Seguidamente llegamos a la parte baja de Matavenero donde tenemos la primera casa totalmente de madera excepto el techo que es de uralita de plástico verde y panel solar (según parece todavía están rematándola) y en su entrada había una cabra blanca. Más adelante en una explanada de recreo de hierba verde, hay dos tiendas indias (una verde, la otra blanca) y cerca está lo que debe ser el centro de reunión comunitario del pueblo el cual consiste en una empalizada circular de troncos verticales, teniendo dos puertas, una principal y otra posterior, con cúpula forrada de plásticos triangulares de colores amarillo, blanco y rojo y la cúspide es un respiradero cuadrado como una chimenea con toldo verde formando triángulos. En su interior, el piso es de placas de losa, en el centro un cuadrado sin losas para hacer fuego al que casi llega una cuerda que cuelga del techo, al fondo cuelgan telas rojas, marrones y negras como cortinajes, una tarima de madera, un pequeño y viejo futbolín, unas butacas, alguna silla, un pequeño atril, un brasero, algunas maderas para el fuego y dentro hay tres niños del pueblo intentando construir lo que parece será una mesa. En el exterior un mini campo de fútbol al igual que sus porterías, donde un niño jugaba con un balón. Hicimos la foto del grupo con Matavenero al fondo.

Nos adentramos en el pueblo recorriendo su calle principal (sendero ancho de tierra) donde sus casas (muy variopintas) están construidas con toda clase de materiales: piedra, pizarra, madera, plásticos, chapas metálicas, cartones, cristal, uralita, alguna teja (horno) y cuentan (algunas de ellas) con placas solares. Tienen escuela-biblioteca, tienda-bar (solo abierto en verano), panadería, cocina y comedor común, fregaderos exteriores, letrinas comunes, un pequeño estanque y horno para cocer el pan (esto que yo haya visto). Nos cruzamos con tres mujeres del pueblo (ningún hombre), con una de ellas (Cristina) entablamos conversación, la cual nos explicó la vida y costumbres en Matavenero. La recordé de hace algunos años durante otra ruta del club, tenían una página web sobre la vida y costumbres en Matavenero que firmaba una mujer joven la cual pedía a los que querían conocer el modo de vida a través del correo ordinario, que enviasen sellos para contestarles, nos comentó que aquella chica era ella (ahora un poco más mayor), como fin de la conversación (estaba lloviendo) le pedí que hiciera una foto con el grupo, a lo que amablemente rehusó.

Partimos de este peculiar pueblo descendiendo por magníficos y preciosos senderos con variada vegetación y arbolada de roble, alisos, encinas,algún acebo y castaños para llegar a un pequeño y bonito puente de troncos cubierto de verde musgo sobre el arroyo de La Reguera. A lo largo de este nuevo recorrido encontramos nuevamente los dibujos del arco iris y el sol sobre las rocas y piedras del sendero y de este modo llegamos a enlazar con la bifurcación de la ida, donde decidimos ir primeramente hacia el Pozo La Hoya y Poibueno. A partir de este lugar el trayecto o recorrido es el mismo de la ida, pasando nuevamente por el reguero El Humeral, seguido del primer puente artesanal donde nos detuvimos cerca para comer, siendo las 13 horas. Terminada la comida, emprendimos la marcha pasando nuevamente por el embalse de San Facundo (en esta ocasión sin niebla, que aprovechamos para hacer más fotos) y seguimos el sendero hasta llegar al desvío que tomamos a la derecha (señal de dirección a Matavenero y Poibueno) donde dejamos el camino en la ida. En este punto transitamos por camino, luego cruzamos el puente estrecho de cemento y seguidamente caminamos entre grandes castaños para entrar de nuevo en San Facundo pasando un potro de herrar el ganado y un molino y, más adelante, cruzar el puente llegando a los coches en el aparcamiento.

Como es costumbre, nos cambiamos de ropa y calzado y partimos para parar a tomar unas consumiciones en Las Ventas (Bembibre) en el hostal-restaurante y cafetería Tío Pepe cuyos propietarios son D. Gerardo y Dña. Olga (matrimonio), siendo estos del pueblo de Rodrigatos de las Regueras (perteneciente al ayuntamiento de Igüeña, León), el mismo de Dina, por lo que aprovecharon la ocasión para hablar un rato.

Ruta de senderos maravillosos a lo largo de un cañón, arbolado variado, pequeño embalse, puentes artesanales únicos, arroyo de aguas bravas y cristalinas, lugares fantásticos con dibujos en sus rocas y sugestivos pueblos que harán que os sintáis encantados por caminar este “¡¡Buen camino!!” que dejará huella en vuestra memoria al sentir la fuerza y belleza de tal naturaleza.

Por hoy es bastante, otro día más.

Un saludo.

Datos GPS:

Nombre de la salida: APARCAMIENTO de SAN FACUNDO

Fecha y Hora
Día 28-02-2015
Hora de salida 08:56:22
Hora de llegada: 14:05:32
Duración 05:09:10
Tiempo parado 01:58:49
Tiempo en movimiento 03:10:21

Distancias
Distancia con alturas 11.04 km (real 11.6 km)

Alturas
Track con alturas (3D): Sí
Altura Máxima 1036 m
Altura Mínima: 753 m
Altura de la salida: 753 m
Altura de la llegada: 766 m
Ganancia desde la salida 282 m
Desnivel salida-llegada 13 m
Desnivel máximo 282 m
Ascen.acum. 371 m
Desc.acum. 358 m
Max. Velocidad Vertical: 2597 m/h
Min. Velocidad Vertical: -3463 m/h
Max Pendiente 24.1 %
Min Pendiente -22 %

Velocidad
Velocidad media 2.1 km/h