Sa Foradada.
near Deià, Baleares (España)
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Trail photos
Itinerary description
Dicen que al Archiduque Luis Salvador cuando compró la posesión Son Marroig le dijeron que había pagado mucho por ella, a lo que el noble contestó que solo Sa Foradada bien los valía. Y tenía razón, unos paisajes de película con unos miradores fantásticos y un baño con un agua cristalina.
El comienzo está en el aparcamiento de Son Marroig, de pago, pero para evitarlo existe en el km 65 de la Ma-10 estacionamiento fuera de la vía. Otros cientos de metros más alejado también hay aparcamiento. Desde el mirador des Galliner junto al restaurante, apreciamos la estampa de Sa Foradada y parte del camino que vamos a recorrer. El segundo mirador de la derecha nos da una perspectiva muy parecida. Las casas de Son Marroig hasta hace poco eran un museo, pero hoy nos vigilaban cerradas. Adquirida por el Archiduque Luis Salvador de Austria en 1877, su torre de defensa data del siglo XV. Cuando el Archiduque falleció en 1915 la finca fue heredada por su secretario Antoni Vives y en 1929 el pintor Antoni Ribas la convirtió en museo¹.Teléfono visita turística: 971 639 158 y horario del museo de lunes a sábado de 09.30am a 14.00pm y 15.30pm a 16.30pm .Domingos cerrado. Teléfono para eventos: 683 328 192
Tras las casas y un gran aljibe por la derecha saltamos un botador metálico con carteles que nos recuerdan la prohibición de llevar perros. Para los peatones no hay problemas de paso. Ahora nos encontramos en el Pla de ses Figueres, con alguna que otra higuera y llena de olivos centenarios, con las casas, los bancales y el templete jónico de mármol de Carrara por la derecha.
Ya por camino de tierra hasta el final, el primer mirador que vemos es el de Sa Foradada, con bancos y mesa de piedra. Construido entre 1877 y 1874 era utilizado como merendero. Pasamos bajo las cuevas de Son Marroig con sus caprichosas formaciones y nos desviamos a la izquierda por unos escalones algo desechos para ir al Mirador de Sa Trona con vistas solo al mar y al pinar, y algo más adelante el Mirador de s'Ull, que no resulta aventurado decir que su nombre le viene posiblemente del "ojo" de Sa Foradada, el único trozo que se ve de la roca ( ampliar la foto).
Prosiguiendo con la bajada se llega al Mirador des Rotlo Gros, al que se accede por unos escalones de piedra y cuyo único propósito es deleitarse con las vistas sobre Sa Foradada; una de las mejores estampas de hoy. Algo más abajo en el único cruce de ésta ruta giramos a la izquierda por el viejo Camí de la Mar unos cien metros para contemplar desde un mirador natural la imagen más cercana, de forma global, de Sa Foradada.
Regresamos al cruce y continuamos por la pista llana hasta llegar al final de la misma. Por la izquierda se encuentra el restaurante de Sa Foradada; de frente bajando por una escalera protegida por una barandilla quedan los restos de un pequeño embarcadero donde es posible el baño; y por la derecha la roca de Sa Foradada, a la que se puede subir con precaución realizando una pequeña trepada. Luego algún hito de piedra y la intuición propia nos conduce hasta el punto geodésico, con una placa de mármol con una leyenda de 1893 en números romanos, la longitud y la latitud.
Intentamos mirar algún camino para llegar al ojo de la roca pero lo vimos muy peligroso, por lo que si no se lleva cuerda o material de escalada creo que no merece la pena arriesgarse.
En esta época del año y como colofón de esta fantástica ruta nos dimos un baño que nos supo a gloria. Todos los puntos de interés los visitamos a la bajada por lo que a la subida no perdimos tiempo y en 55 minutos estábamos de nuevo en las casas de Son Marroig.
La califico de moderada exclusivamente por la trepada-destrepada del inicio para subir a la roca, aunque sean pocos metros.
Compañeros de ruta: Magdalena, Joana y Pino.
Páginas consultadas:
1.- Para saber todo lo que hay que saber sobre Son Marroig:https://sonmarroig.com/#sidewidgetarea
El comienzo está en el aparcamiento de Son Marroig, de pago, pero para evitarlo existe en el km 65 de la Ma-10 estacionamiento fuera de la vía. Otros cientos de metros más alejado también hay aparcamiento. Desde el mirador des Galliner junto al restaurante, apreciamos la estampa de Sa Foradada y parte del camino que vamos a recorrer. El segundo mirador de la derecha nos da una perspectiva muy parecida. Las casas de Son Marroig hasta hace poco eran un museo, pero hoy nos vigilaban cerradas. Adquirida por el Archiduque Luis Salvador de Austria en 1877, su torre de defensa data del siglo XV. Cuando el Archiduque falleció en 1915 la finca fue heredada por su secretario Antoni Vives y en 1929 el pintor Antoni Ribas la convirtió en museo¹.Teléfono visita turística: 971 639 158 y horario del museo de lunes a sábado de 09.30am a 14.00pm y 15.30pm a 16.30pm .Domingos cerrado. Teléfono para eventos: 683 328 192
Tras las casas y un gran aljibe por la derecha saltamos un botador metálico con carteles que nos recuerdan la prohibición de llevar perros. Para los peatones no hay problemas de paso. Ahora nos encontramos en el Pla de ses Figueres, con alguna que otra higuera y llena de olivos centenarios, con las casas, los bancales y el templete jónico de mármol de Carrara por la derecha.
Ya por camino de tierra hasta el final, el primer mirador que vemos es el de Sa Foradada, con bancos y mesa de piedra. Construido entre 1877 y 1874 era utilizado como merendero. Pasamos bajo las cuevas de Son Marroig con sus caprichosas formaciones y nos desviamos a la izquierda por unos escalones algo desechos para ir al Mirador de Sa Trona con vistas solo al mar y al pinar, y algo más adelante el Mirador de s'Ull, que no resulta aventurado decir que su nombre le viene posiblemente del "ojo" de Sa Foradada, el único trozo que se ve de la roca ( ampliar la foto).
Prosiguiendo con la bajada se llega al Mirador des Rotlo Gros, al que se accede por unos escalones de piedra y cuyo único propósito es deleitarse con las vistas sobre Sa Foradada; una de las mejores estampas de hoy. Algo más abajo en el único cruce de ésta ruta giramos a la izquierda por el viejo Camí de la Mar unos cien metros para contemplar desde un mirador natural la imagen más cercana, de forma global, de Sa Foradada.
Regresamos al cruce y continuamos por la pista llana hasta llegar al final de la misma. Por la izquierda se encuentra el restaurante de Sa Foradada; de frente bajando por una escalera protegida por una barandilla quedan los restos de un pequeño embarcadero donde es posible el baño; y por la derecha la roca de Sa Foradada, a la que se puede subir con precaución realizando una pequeña trepada. Luego algún hito de piedra y la intuición propia nos conduce hasta el punto geodésico, con una placa de mármol con una leyenda de 1893 en números romanos, la longitud y la latitud.
Intentamos mirar algún camino para llegar al ojo de la roca pero lo vimos muy peligroso, por lo que si no se lleva cuerda o material de escalada creo que no merece la pena arriesgarse.
En esta época del año y como colofón de esta fantástica ruta nos dimos un baño que nos supo a gloria. Todos los puntos de interés los visitamos a la bajada por lo que a la subida no perdimos tiempo y en 55 minutos estábamos de nuevo en las casas de Son Marroig.
La califico de moderada exclusivamente por la trepada-destrepada del inicio para subir a la roca, aunque sean pocos metros.
Compañeros de ruta: Magdalena, Joana y Pino.
Páginas consultadas:
1.- Para saber todo lo que hay que saber sobre Son Marroig:https://sonmarroig.com/#sidewidgetarea
Waypoints
Comments (1)
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Ruta excelente de cada dia te superas😍
Con muy buena compañia, dia fantastico❤️
Y un buen baño en Sa Foradada🌞