S-7 Vadiello - El Huevo - Peña San Cosme (Circular)

Dejamos el coche en el aparcamiento, unos metros antes de llegar al embalse de Vadiello, desde allí tomamos la carretera, y pasamos bajo un puente, construido en la roca, que nos deja a los pies de la presa.

Cruzamos la presa, y enlazamos con una amplia pista de tierra, que en un ligero ascenso nos lleva bordeando el embalse, recorridos unos dos kilómetros, llegamos a un desvío, donde abandonamos la pista, y cogemos un sendero, que en apenas unos metros nos lleva hasta la Ermita de la Santa Cruz o esconjuradero.

Una vez visitado, continuamos por un estrecho sendero, que en una continua bajada, nos lleva por el interior de un bosque, trás una corta subida, llegamos a las ermitas de San Cosme y San Damián, a las que no podemos entrar, ya que es propiedad privada.

Desde este punto, continuamos por una amplia pista de tierra, en ligera subida, a nuestro paso van saliendo diversas ermitas, la mayor parte de ellas, en ruinas, tan solo destacamos la de la Fuensanta, donde en su interior nos encontramos una fuente, que mana un agua fría y cristalina.

Siguiendo la pista, llegamos a un desvío a mano izquierda, que tomamos y nos adentra en otro bosque, tras varios subes y bajas, llegamos al final del sendero, desde el que podemos comtemplar el Huevo.

Como es pronto, y hace buen día, retrocedemos unos metros, hasta llegar a un letrero donde indica el huevo, desde allí, marcado con un hito, cogemos un sendero, señalizado con hitos cada poco metros, que nos deja en el Paso de la Nartesa, que se encuentra equipado con una cuerda.

Tras superarlo, continuo por una fajeta, pegado a la roca, al final de esta, cuando el sendero desaparece, realizo una corta trepada, que me deja en la cima de la Peña San Cosme, donde obtengo unas fantástica vistas de la zona.

Despes retrocede sobre mis pasos, hasta una pequeña explanada, donde me espera mi mujer, y paramos a comer. Media hora despues proseguimos, y desandamos el camino, hasta llegar a la pista principal, allí en vez de hacer el mismo camino que la ida, decidimos continuar por la pista, que en una ligera subida, nos lleva hasta el punto más alto de la ruta.

Una vez allí, las vistas son fantásticas, y podemos ver todo el recorrido que nos queda, así que enlazamos con otra pista, que en una pronunciada bajada, nos lleva primero hasta el embalse, y unos minutos más tarde al aparcamiento, donde damos por finalizada esta bonita y sencilla ruta.