Ruta turística por Nantes: Castillo de los Duques de Bretaña, Le Lieu Unique (LU), Passage Pommeraye y Basílica de San Nicolás

En esta ocasión vamos a visitar el Castillo de los Duques de Bretaña, el monumento civil de más entidad de Nantes, rivalizando con la Catedral de San Pedro y San Pablo.

Salvo el museo, que requiere entrada, el resto del complejo al que se permite el acceso es libre, así que podremos deambular tranquilamente por sus murallas y por el foso, lo que ya nos llevará un buen rato. Quien desee una visita más exhaustiva puede comprar su entrada, salvo que tenga el Pass que ofrece la Oficina de Turismo y que incluye la entrada a casi todos los museos, así como otras ventajas. La oficina está justo frente al castillo.

De aquí nos dirigimos a Le Lieu Unique, es decir, la marca de galletas LU, cuya antigua fábrica está presidida por una torre artística. Las instalaciones se han reciclado como local cultural y bar restaurante, en consonancia con las inquietudes urbanas y vanguardistas que impregnan la ciudad.

Nuestro siguiente objetivo es el Passage Pommeraye, lo que requiere un paseo en dirección a una zona más comercial. El Passage Pommeraye es una joya arquitectónica, hija de esa ostentación ilimitada que casi roza el mal gusto. Se trata de una galería comercial en la que no hay un centímetro sin decorar. Su piso superior está dominado por pequeñas estatuas que representan alegorías de distintas ciencias y profesiones. Nos sorprendió encontrar a un puñado de dibujantes en plenas prácticas.

Ahora iremos a la Place Royale, presidida por una nueva ostentación: una fuente de grandes dimensiones e influencias griegas. A su espalda se dispara a los cielos la torre de la Basílica de San Nicolás, a la que entramos, pero sin poder disfrutarla, ya que estaban en plena misa.

Es momento de emprender el regreso a Centre-Ville, y lo haremos callejeando entre la animación de tiendas y bares, siempre encontrando nuevos rincones con algún pequeño tesoro en forma de hornacina, pintura, fachada, etcétera.