Ruta Senderismo acuático Rio Frio o Rio Eliche y Cañon de Mingo. Jaén.

Iniciamos desde el Campo de fútbol, donde tenemos un buen aparcamiento.
Comenzamos a caminar por la carretera. Al poco, en el arcén derecho, parte una pista que lleva hasta un puente sobre el Río Eliche (aunque también se conoce como Río Frio).
Debajo del puente encontramos los primeros bañistas. Cruzamos el puente para continuar por la pista en suave ascenso. Enseguida llegamos a las ruinas de lo que fué una central hidroeléctrica: a sus piés discurre, en el fondo de un cañón,el Río.
Dejamos las ruinas atrás para caminar por una pasarela hormigonada junto a un acequia-canal en desuso, mucho cuidado por esta zona ya que no tiene prácticamente protección y la caída hacia el río hay un gran desnivel, llegamos a un túnel que hay que cruzar. La pasarela continúa un poco más después del túnel.
Caminamos ahora por un sendero rodeado de olivares, enseguida llegaremos a los restos de una instalación hidráulica junto a un dique por el que se descuelga el Río. Aquí bajamos al cauce y comenzamos la parte acuática de la ruta caminando corriente arriba.
Las primeras pozas color turquesa se presentan ante nuestros ojos. Un paisaje espectacular y un color del agua que invita al chapuzón aunque el agua está fría a pesar de que nos encontramos en Agosto. Vamos remontando el río de poza en poza mientras éste se encajona entre paredes rocosas. Hay que nadar en algunas de ellas, cosa que ay que tener en cuenta a la hora de mantener los enseres que portamos bien secos.

Llegamos al punto más comprometido y técnico de la ruta acuática: una trepada dentro del cauce a contracorriente que hay que alcanzar nadando.... cuesta un poco pero con un pequeño esfuerzo y la ayuda de los compañeros se supera sin mayor problema.

Una vez dejamos atrás ese punto llegamos a la Cueva del Guardia Civil: el Río alcanza aquí su mayor profundidad y sus aguas son aquí más cristalinas. Por la derecha se puede subir a un resalte rocoso para saltar a la poza, cosa que hacemos aunque para trepar hay que ir con cuidado ya que la roca es muy resbaladiza. El salto a la poza no es desde gran altura, quizá unos 3 metros, la poza vierte al Río su agua gracias a una cascada que, sin equipo, es imposible superar así que este es el punto de retorno.
Volvemos por el cauce hasta el dique que sorteamos saliendo del agua por la izquierda. Bajamos por una de sus rampas después para entrar de nuevo al Río. Este tramo es más abierto y la única dificultad que presenta es caminar por el cauce sorteando guijarros.
Después de este tramo más tranquilo pero más incómodo, llegamos a las pozas que nos anuncian que estamos en los Cañones del Mingo: el Río se encajona de nuevo y su corriente gana fuerza. Hay que nadar en algunas pozas y en otros puntos hay que dejarse arrastrar para seguir avanzando. Al final de este Cañón encontramos el puente que cruzamos por la mañana, pasamos bajo el y salimos por el sendero hacia la derecha y la vuelta la hacemos por el mismo camino hasta el campo de fútbol.