Ruta por el Río Casaño (La Molina - Cabrales)

Ruta lineal a la orilla del Río Casaño desde La Molina (Cabrales) hasta sus cascadas.

Tiempo en movimiento: 1 hora 19 minutos
Tiempo detenido: 2 horas 48 minutos
Distancia real recorrida: 9,00 kilómetros
Realizada: 27-03-2021

Ruta que parte desde el pueblo de La Molina (Cabrales), donde hay muy poco sitio para aparcar, si acaso en un par de curvas antes de llegar al pueblo y justo antes de la última curva hay a la derecha un poco de sitio para aparcar, pero resulta algo complicado el dejar el coche. Por lo demás, tras dejar el coche nos dirigimos al pueblo de La Molina donde ya hay carteles que te indican por donde tienes que ir para seguir el Río Casaño (el cual es afluente del Cares, que se junta a él en Arenas de Cabrales).

Tras atravesar el pueblo cogemos un sendero empedrado hasta llegar a un cruce, desde él podremos ver como rompe el agua abajo y la vista al río es excelente. En este punto nos tendremos que dirigir a la derecha para continuar la ruta.

A partir de aquí el camino no tendrá pérdida y es muy fácil de seguir y de caminar, haciendo cada poco paradas para contemplar las aguas cristalinas del río. Tuvimos un día bastante bueno, pero si llega a ser verano sin duda apetecería meterse en el agua dado lo limpia que se veía.

A los 2,2 kilómetros más o menos tendremos que atravesar un puente en el que hay un somier como valla. Lo moveremos y colocaremos como estaba para continuar nuestra ruta. En este punto está un poco tomadín el camino pero se puede hacer bien. En ese punto hay una casa muy guapa de pastores que merece la pena pararse a contemplarla.

Continuando un poco habrá otro tipo de casa de pastores esta vez en ruinas.

Más adelante, yendo a la derecha del río, habrá muchos puntos para poder bajar al mismo por si, si estamos en época, poder meternos en él. Sí que es verdad que cuando yo he ido había muchos tramos que bajaba con fuerza el agua.

Posteriormente encontraremos otro puente y volveremos a ir por la orilla izquierda del río. Seguiremos otro kilómetro y medio más o menos con calma junto al río hasta llegar a 3 cascadas, dos por encima de la primera, donde nosotros decidimos finalizar la ruta y parar para comer. El sitio la verdad que es precioso y con el sonido del agua rompiendo no apetece marcharse.

El camino de vuelta lo realizaremos por el mismo sitio por el que hemos venido donde ya lo haremos más rápido puesto que ya hemos visto todo durante esta ruta.

Califico la ruta como fácil pudiendo hacerse con niños que estén acostumbrados a caminar puesto que a veces está un poco tomado el camino o está demasiado empedrado, pero no debería haber problema para hacer la ruta. Merece mucho la pena conocer esta afluente del Cares con sus preciosas aguas cristalinas a las que sin duda apetece darse un buen chapuzón.