Ruta Piedras Seta - Lozoyuela.

Viajamos hasta Lozoyuela, a 67 km de Madrid. Ubicado entre la Sierra de la Cabrera y el Valle del Lozoya. La excursión tiene una duración de 12km, es circular y sencilla de realizar. La temporada idónea para realizar la ruta es varano o principios de otoño, épocas donde las lluvias no son abundantes, ya que algunos tramos de rio se desborda, inundando los caminos, lo que hace que no podamos realizar la ruta.

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Aparcamos el coche en la calle San Antonio. Tomaremos el camino que sale a la derecha. Los caminos son de tierra, algunos tramos con piedras y pendientes, pero no muy pronunciadas. En épocas de lluvias el camino suele estar bastante embarrado e inaccesible.
Seguimos avanzando por el camino de tierra en la curva, giramos a la derecha por un sendero de tierra algo más estrecho. Continuaremos el camino entre prados, llegamos hasta unas grandes piedras que rodearemos para continuar de frente. Pasadas las piedras, cruzamos un rio por un puente de piedra que encontraremos. Seguimos hasta toparnos con un camino más amplio que hace curva. Avanzamos hasta alcanzar la primera Piedra Seta. Unos metros más adelante, pasaremos un antiguo refugio. Continuamos nuestra marcha hasta llegar a un cruce de cuatro caminos, allí nos desviaremos hacia la izquierda. Pasado el cruce, llegaremos a unas formaciones rocosas de granito donde está ubicada la siguiente Piedra Seta. Seguiremos nuestra ruta hasta la siguiente intersección, donde tomaremos el sendero de la izquierda, llegamos nuevamente al arroyo, tendremos que cruzarlo con cuidado ya que no tiene puente. Si vais en temporadas lluviosas será muy difícil cruzar ya que cubre más arriba de la rodilla. Dejamos atrás el Arroyo Jóbalo y tras unos kilómetros, llegaremos a la siguiente Piedra Seta. A partir de aquí caminaremos por un sendero lleno de árboles a ambos lados del camino. Este nos llevará hasta la siguiente Piedra Seta. Nuevamente el arroyo Jóbalo se cruza en nuestro camino y al igual que antes, tendremos que cruzarlo cuidadosamente ya que no hay puente para pasar. El sendero nos conduce hasta una antigua Mina de Wolframio. En sus alrededores, se pueden observar restos de su antigua maquinaria y del pasado minero de la zona. El material que se extraía de ella se usaba para blindar la punta de los proyectiles anti-tanque y en todo tipo de armamentos, balística y el blindaje. Pronto se convirtió en un elemento fundamental para la guerra. Su valor y exportación minoró a l finalizar la guerra.
Pasada la mina, nuestro camino sigue, avanzaremos sin desviarnos del sendero unos kilómetros hasta llegar a un cruce con dos caminos, seguiremos por la derecha. La senda nos lleva hasta el río de nuevo sin un puente por el que cruzar. Buscamos el lado más accesible para ello y continuamos nuestro camino hasta las dos últimas piedras seta que nos faltan por ver, con unos metros de distancia entre ellas. El mismo camino nos llevará hasta la calle asfaltada donde aparcamos el coche, punto inicial donde empezamos la ruta.