Ruta lineal desde Archilla a Romancos ampliando a las pequeñas Tobas y parte del PR-GU10.

Después de cinco meses hemos vuelto a caminar con el Grupo de Senderismo de HHT de Madrid.

Esta vez nos han llevado a hacer una bonita ruta por la Vega del Tajuña y La Alcarria, en la provincia de Guadalajara.

Hemos comenzado nuestra caminata a las 10,07 horas desde el pueblecito de Archilla perteneciente al municipio de Brihuega al que fue anexionado en mayo de 1970.

Partimos desde un puente que salva el rio Tajuña y cerca de él en paralelo a la ctra. CM-2005 llegamos en unos 700 m a la primera de las Ermitas que en el día de hoy nos hemos encontrado en nuestro recorrido. Por desgracia están bastante deterioradas, apenas si son visibles en su interior.

Cruzamos dicha carretera y al poco hemos tomado un sendero a la izda. y ya los algo más de 4 km. han sido subiendo hasta el punto más alto de esta ruta, que se cifra en 1021 m.

La pendiente ha sido muy llevadera aunque, como es lógico, algún tramo se ha hecho más costoso. Nuestro guía ha tenido el acierto, para evitar la solana del día, salirse en algún momento del camino oficial y trochar campo a través al amparo de las encinas que nos resguardaban.

En algo menos de dos horas llegamos hasta un cruce de caminos donde se coincide con la ruta oficial “PR-GU 10 La Vega y La Alcarria Romanqueña” y que prácticamente hemos hecho a excepción del tramo que precisamente va desde este cruce hacia el pueblo y que se llama el camino de Tomellosa.

El camino ahora es muy ancho y llano con una visual fantástica con esos campos llenos de cereales verdosos y monumentales encinas. Aprovechamos el lugar para hacer un corto descanso.

En aproximadamente 1,2 km. nos encontramos con un desvío a la izda. que está señalizado con el nombre de camino de Yélamos. Todo él es de constante bajada hasta llegar al arroyo del Berral.

En paralelo al arroyo y siguiendo el PR nos desviamos a la derecha hasta la Ermita del Santo Cristo y fue un “chasco”. Volvimos a la ruta y en breve llegamos a Romancos repostando agua fresquita en la fuente de la Ribera que se encuentra junto al lavadero municipal. Tuvimos la suerte de encontrar abierta la monumental Iglesia de Ntra. Sra. de la Asunción (finales siglo XV y principios XVI) y pasamos unos minutos a ver el tesoro visual que tiene interiormente.

Ampliamos nuestro recorrido en algo más de cinco kilómetros para ver esas pequeñas cascadas de formaciones calcáreas llamadas Toba y que, según definición de la RAE son: Roca sedimentaria formada por la precipitación del carbonato de calcio disuelto en el agua.

Salimos del pueblo y pasamos por otra Ermita, ahora la de La Inmaculada Concepción. En unos 300 m tomamos un desvío a la derecha que está debidamente indicado donde te lleva a la “Toba Huerto Romero” a la que llegamos en otros tantos de metros. Las correspondientes fotos para el recuerdo y continuamos nuestra ruta un par de kilómetros más parando a comer ya cerca del desvío a la segunda Toba.

Una vez en ella vimos que su silueta rocosa, a mi modo de ver, es más espectacular que la anterior lo único es que tenía apenas agua y su sensación de cascada era mínima.

Ya de regreso a Romancos, ahora entre vistosos olivos, en el waypoint “A” y hasta al “B” tuve un pequeño problema con el GPS pero que no hay pérdida posible. Desde aquí bajamos por una calle entre casas cruzando por un frondoso prado verde con olivos hasta llegar a la Ermita de La Soledad donde acabamos la bonita ruta de hoy, no sin antes pasear por el pueblo y refrigerarnos debidamente.

Fecha realización: 21 de abril 2024
Total tiempo recorrido: 6 horas 46 minutos
En movimiento: 5 horas 25 minutos
Kilómetros podómetro: 16,610
Nivel de esfuerzo: medio