Ruta Fray Leopoldo, Jimera de Líbar - Atajate ( Etapa 1 )

Vídeo de la Ruta en mi canal de Youtube Arunda Senderismo.

Etapa 1 de la ruta de Fray Leopoldo que se inicia en la Estación de Jimera de Libar , pasa por el mismo pueblo de Jimera , llega a Atajate ( Primera Etapa ) Siendo la Etapa 2 la que va desde Atajate a Alpandeire

La ruta de Fray Leopoldo es el camino que emprendía el Beato cuando visitaba su pueblo natal, Alpandeire, cuando llegaba desde la Estación de Jimera de Libar, procedente de Granada donde vivía en un convento capuchino.

El recorrido completo es aprox. 16 Km, la he dividido en dos etapas, que se unen en Atajate.

Respecto a esta ruta, se trata de un recorrido lineal que recorre parte de la ruta de Fray Leopoldo, uniendo los municipios de Estación de Jimera de Libar y Atajate, de igual forma la ruta se encuentra balizada mediante el PR-A 258.

Durante el recorrido entre la Estación de Jimera de Libar y Jimera de Libar podremos ver en el suelo estrellas con la cara del Fraile que nos marcarán el recorrido.

La ruta de Fray Leopoldo es el camino que emprendía el Beato cuando visitaba su pueblo natal, Alpandeire. Llegaba a la Estación de Jimera en tren desde Granada donde tenía su residencia en el convento capuchino de esta ciudad. Desde la Estación de tren de Jimera de Líbar subía a pie hasta Jimera y desde el pueblo se trasladaba hacia Atajete para, a través del Audalázar, llegar a Alpandeire.

Hoy recorrer este camino es rememorar sus pasos, y su paso por la Serranía de Ronda. Éste ofrece la posibilidad de disfrutar de uno de los entornos más sobresalientes de la Serranía.

Fray Leopoldo, hombre alegre y sencillo, mantuvo siempre su identidad de campesino.
Dentro de la orden de los capuchinos trabajó como hortelano en el huerto de la comuni-dad, como sacristán y como limosnero. Esto último es lo que caracteriza la vida de Fray Leopoldo. Recorriendo calles, montañas, valles y caminos estuvo siempre en contacto con el pueblo, ayudando a los más necesitados.
De camino a su pueblo natal pedía limosnas devolviendo a cambio bondad, serenidad y consejo.
En este camino retomaba el contacto con su tierra natal y con la naturaleza tan amada por el fundador de su orden.