Ruta del Camino de Los Almendros (Monesterio)

Comenzamos la ruta en la parte trasera de la Iglesia de San Pedro, justo en el ábside, de donde parte la calle Vista Hermosa, que tomaremos hasta confluir con la calle Calilla y salir a la Ronda de Circunvalación, que tomaremos en dirección izquierda hasta llegar al primer cruce a la derecha, que tomaremos para pasar por debajo de la autovía. Continuaremos esta carretera de servicio que discurre junto a la autovía, sin desviarnos en ninguno de los cruces; seguiremos recto hasta que termine el asfaltado y penetremos en un camino que discurre en casi todo sus trayecto entre paredes de piedra, atravesando la dehesa, aunque al principio veremos parcelas de higueras y algunos olivos. Seguiremos este camino que se encuentra es muy buen estado (incluso para vehículos) sin desviarnos en ningún momento, entre paredes de piedra, hasta llegar al Arroyo del Cuervo, en donde comienza la finca de José Delgado, y donde el camino comienza a estar peor, ya que el Ayuntamiento sólo lo acondicionó hasta este punto. Seguiremos el camino entre paredes de piedra hasta llegar a la confluencia con otro camino que se incorpora desde la izquierda y que viene desde la carretera N-630, pero que no se debe coger ya que es privado y si lo cogemos puede que nos encontremos que la cancilla del final tenga el candado echado, y tengamos que dar la uelta. Nosotros debemos tomarlo en sentido descendente hacia la derecha, siempre entre paredes de piedra, hasta llegar a la cancilla del cortijo de los Pérez Carrasco, en donde nosotros giraremos a la izquierda para traspasar otra cancilla y continuar por el camino que continúa sieno público, aún a pesar de discurrir por medio de la finca. Llegaremos hasta un alto en donde encontraremos otra cancilla que traspasaremos para continuar ya a lo largo de la pared de piedra, con bastante pendiente, hasta el Río Viar. Una vez en la ribera, continuaremos 50 metros hasta divisar al otro margen las ruinas de las antiguas minas de La Albuera, ya en el término municipal de Montemolín, sobre cuyos pilares se asientan numerosos nidos de cigüeñas. Para quien desee seguir caminando, desde allí parte también un camino público que nos llevará hasta Montemolín.