Ruta del Cabezo del Barril (Campos del Río)

Ruta verde, una de las cinco que diseñó y señalizó el ayuntamiento local hace ya unos años. La cartelería se ha resentido gravemente, y aunque se conservan algunos postes, estacas y marcas de pintura, los paneles y otros elementos han sucumbido con el paso del tiempo.

En el panel de rutas indica para ésta un desnivel positivo superior a los seiscientos metros, tratándose de un error, ya que realmente no alcanzan los doscientos metros de desnivel, siendo una ruta muy comoda de principio a fin.

Partimos desde la Plaza de la Iglesia, un mirador excepcional de la cuenca del río Mula, que tenemos a nuestros pies. Bajamos a la derecha y llegamos al río Mula junto al lavadero público. Lo cruzamos y giramos a la izquierda, acompañando su cauce durante unos cientos de metros, hasta llegar a una zona de juegos (mesa de ajedrez y mesa de ping pong) junto a un camino asfaltado, girando a la derecha.

Llegamos así a un solitario y vistoso pino, llamado de Vitorio por estar junto al molino del mismo nombre, del que podemos ver las ruinas. Este molino es del siglo XIX y estuvo en funcionamiento hasta mitad del pasado siglo. Las raíces de este pino piñonero llegaron a derribar una de las paredes del molino.

A la altura de la estación depuradora giramos a la izquierda y llegamos a una granja, girando a izquierda nuevamente para afrontar el paso por los badlands, seguramente el paisaje más peculiar de todo nuestro itinerario.

Llegamos así a la parte alta del cabezo, donde se conserva el esqueleto desvencijado de un panel informativo que conoció tiempos mejores.

Continuamos hasta salir a las proximidades de una urbanización abandonada, que ha debido tener una de las vidas más fugaces y desastrosas que puedan imaginarse. Las obras son recientes, pero el estado en que se encuentran los edificios y las cuatro viviendas que se construyeron es desolador.

En este cruce giramos a la derecha, sin acercarnos a las casas, pasando al lado de lo que parece un cementerio de palmeras. Todo aquí es abandono y desolación.

Cuando el camino que llevamos hace un giro a la derecha nos salimos a la izquierda, por camino de tierra. Un cartel indica que estamos en una finca privada y que se prohíbe el paso, pero como estoy siguiendo una ruta propuestas por el ayuntamiento supongo que el paso estará permitido a senderistas.

Lo que me preocupa es que he visto carteles de zona de caza intensiva, y desde arriba visualizo varios coches aparcados aquí y allá. Temo que sean cazadores, ya que también localizo puestos de caza, pero lo cierto es que ni veo un alma ni escucho absolutamente nada, así que salgo de allí sin percance alguno.

El siguiente tramo es pegado al canal del trasvase Tajo - Segura, primero abierto, oculto en el sifón cuando empieza una bajada pronunciada. En ella nos separamos del camino para girar a la derecha, entre campos en barbecho.

El camino acabará devolviéndonos, entre olivares, al río Mula, al que descenderemos tras cruzar el antiguo puente. Caminamos junto al agua durante medio kilómetro aproximadamente, retornando al pueblo por un camino que sale a la izquierda, entre casas y huertas.

Ya en la calle Ermita giramos a la derecha, y seguidamente de nuevo a la derecha por la calle Llanicos, a apenas doscientos metros de la Plaza de la Iglesia, en la que cerramos el círculo de esta entretenida ruta.