Ruta del Azabache
near Villar, Asturias (España)
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Trail photos
Itinerary description
Punto de Partida: Tazones.
Desde Oviedo nos desplazamos por la A-64 y luego A-8 hasta Villaviciosa, donde tomamos la salida 356 hacia la N-632, por la que transitamos sólo 700 metros, para tomar un desvío hacia la AS-256 y entrar en Tazones por la carretera local VV-5.
A la entrada del pueblo hay un aparcamiento que en un día normal es suficiente para albergar los coches de los visitantes de Tazones, pero hoy celebraban la recreación anual del desembarco de Carlos V, lo que desconociamos, y aunque la celebración era por la tarde, a primera hora de la mañana el parking ya estaba repleto. Tuvimos la suerte de que uno se iba en el momento de nuestra llegada y conseguimos aparcar.
La Fiesta del Desembarco de Carlos V la celebran desde hace décadas y cuenta con gran participación popular. Muchas personas se visten de época y muchos visitantes observan con atención la histórica escena del desembarco, un 17 de septiembre de 1517, del joven Carlos de Habsburgo, que llegaría a ser el emperador Carlos V, el hombre más poderoso de la tierra en aquella epoca.
Esta ruta, señalizada como PR-AS 199, tiene el inicio en Tazones y el punto final en la antigua mina azabache en Oles, por tanto un recorrido de ida y vuelta por el mismo camino, pero nosotros la haremos circular, volviendo al punto de partida por otro camino.
Salimos del aparcamiento en dirección hacia el puerto adentrándonos en el pueblo, pasando junto a la iglesia de San Miguel y dejando atrás el molin de Kiko sobre el arroyo de Los Lindones. Enseguida nos encontramos con la casa de las conchas, en cuyas proximidades ya vemos una señal de la ruta. Por la derecha de esta casa iniciamos la subida hacia el faro, a través de unos ancestrales escalones de piedra desgastados por el uso y el paso del tiempo. Conforme vas ganando altura puedes observar unas bonitas vistas del pueblo y puerto.
Terminados los escalones, la subida continúa por una senda empedrada, a través de un bosque de eucaliptos, que nos lleva hasta el faro de Tazones, andamiado en su derredor por las obras de mejora que se están llevando a cabo en el mismo.
Una vez en el faro, ponemos rumbo al oeste hacia las casas de Villar para girar a la derecha y adentrarnos por un camino/senda por la rasa costera, con vistas sobre el Cantábrico, aunque en algunos tramos los bosques de eucaliptos que pueblan la zona te impidan ver el mar.
La senda desciende a un lugar cercano al mar para atravesar una riega y ascender en dirección a la punta del Olivo, en cuyas proximidades existe un banco de madera, desde el que puedes disfrutar del mar y acantilados cercanos.
A partir de aquí el camino se va alejando de la costa y se va acercando al pueblo de Oles. Llegamos a la iglesia de San Félix de Oles que data del siglo XIII.
Siguiendo las señales de la ruta ponemos rumbo a la mina del azabache por una carreterilla hacia la derecha, para desvianos luego a la izquierda por una corta pero empinada senda que nos conduce hasta el emplazamiento donde se encuentra la bocamina de la mina de azabache, rodeada de un área recreativa y del arroyo de los molinos.
Un estudio llevado a cabo por la Univerdidad de Oviedo y del Instituto Nacional del Carbón revela que el azabache procede de unos árboles pertenecientes al grupo de protopináceas, familia botánica fósil que vivió entre hace 200 y 65 millones de años, y desmiente la creencia generalizada de que proviene de la madera de las araucarias, especie arbórea que aún abunda en los países iberoamericanos.
Esta mina azabachera que fue explotada durante siglos, cayó en desuso hace ya un tiempo. Allí se extraía el preciado material que fue exportado a multitud de lugares, y a su vez utilizado a lo largo de la historia como joya poseedora, entre otros, de poderes mágicos. Tomás Noval fue el último azabachero que la explotó hasta el 2008.
Para el regreso a Tazones obviamos el recorrido de ida por la ruta del azabache, sólo volvemos por ella hasta el cruce siguiente a la iglesia de San Félix. Ahí tomamos un desvío a la derecha hacia el pueblo de Oles, para luego tomar un desvío a la izquierda, siempre por carreteras locales, volver a desviarnos a la derecha por la carretera que va hacia el cementerio de Tazones, continuando luego hasta encontrarnos con la carretera VV-5. Llegamos al cruce que baja hacia Tazones, en cuyas inmediaciones nos sorprendió un fuerte aguacero que nos acabó "aguando" esta bonita ruta.
Desde Oviedo nos desplazamos por la A-64 y luego A-8 hasta Villaviciosa, donde tomamos la salida 356 hacia la N-632, por la que transitamos sólo 700 metros, para tomar un desvío hacia la AS-256 y entrar en Tazones por la carretera local VV-5.
A la entrada del pueblo hay un aparcamiento que en un día normal es suficiente para albergar los coches de los visitantes de Tazones, pero hoy celebraban la recreación anual del desembarco de Carlos V, lo que desconociamos, y aunque la celebración era por la tarde, a primera hora de la mañana el parking ya estaba repleto. Tuvimos la suerte de que uno se iba en el momento de nuestra llegada y conseguimos aparcar.
La Fiesta del Desembarco de Carlos V la celebran desde hace décadas y cuenta con gran participación popular. Muchas personas se visten de época y muchos visitantes observan con atención la histórica escena del desembarco, un 17 de septiembre de 1517, del joven Carlos de Habsburgo, que llegaría a ser el emperador Carlos V, el hombre más poderoso de la tierra en aquella epoca.
Esta ruta, señalizada como PR-AS 199, tiene el inicio en Tazones y el punto final en la antigua mina azabache en Oles, por tanto un recorrido de ida y vuelta por el mismo camino, pero nosotros la haremos circular, volviendo al punto de partida por otro camino.
Salimos del aparcamiento en dirección hacia el puerto adentrándonos en el pueblo, pasando junto a la iglesia de San Miguel y dejando atrás el molin de Kiko sobre el arroyo de Los Lindones. Enseguida nos encontramos con la casa de las conchas, en cuyas proximidades ya vemos una señal de la ruta. Por la derecha de esta casa iniciamos la subida hacia el faro, a través de unos ancestrales escalones de piedra desgastados por el uso y el paso del tiempo. Conforme vas ganando altura puedes observar unas bonitas vistas del pueblo y puerto.
Terminados los escalones, la subida continúa por una senda empedrada, a través de un bosque de eucaliptos, que nos lleva hasta el faro de Tazones, andamiado en su derredor por las obras de mejora que se están llevando a cabo en el mismo.
Una vez en el faro, ponemos rumbo al oeste hacia las casas de Villar para girar a la derecha y adentrarnos por un camino/senda por la rasa costera, con vistas sobre el Cantábrico, aunque en algunos tramos los bosques de eucaliptos que pueblan la zona te impidan ver el mar.
La senda desciende a un lugar cercano al mar para atravesar una riega y ascender en dirección a la punta del Olivo, en cuyas proximidades existe un banco de madera, desde el que puedes disfrutar del mar y acantilados cercanos.
A partir de aquí el camino se va alejando de la costa y se va acercando al pueblo de Oles. Llegamos a la iglesia de San Félix de Oles que data del siglo XIII.
Siguiendo las señales de la ruta ponemos rumbo a la mina del azabache por una carreterilla hacia la derecha, para desvianos luego a la izquierda por una corta pero empinada senda que nos conduce hasta el emplazamiento donde se encuentra la bocamina de la mina de azabache, rodeada de un área recreativa y del arroyo de los molinos.
Un estudio llevado a cabo por la Univerdidad de Oviedo y del Instituto Nacional del Carbón revela que el azabache procede de unos árboles pertenecientes al grupo de protopináceas, familia botánica fósil que vivió entre hace 200 y 65 millones de años, y desmiente la creencia generalizada de que proviene de la madera de las araucarias, especie arbórea que aún abunda en los países iberoamericanos.
Esta mina azabachera que fue explotada durante siglos, cayó en desuso hace ya un tiempo. Allí se extraía el preciado material que fue exportado a multitud de lugares, y a su vez utilizado a lo largo de la historia como joya poseedora, entre otros, de poderes mágicos. Tomás Noval fue el último azabachero que la explotó hasta el 2008.
Para el regreso a Tazones obviamos el recorrido de ida por la ruta del azabache, sólo volvemos por ella hasta el cruce siguiente a la iglesia de San Félix. Ahí tomamos un desvío a la derecha hacia el pueblo de Oles, para luego tomar un desvío a la izquierda, siempre por carreteras locales, volver a desviarnos a la derecha por la carretera que va hacia el cementerio de Tazones, continuando luego hasta encontrarnos con la carretera VV-5. Llegamos al cruce que baja hacia Tazones, en cuyas inmediaciones nos sorprendió un fuerte aguacero que nos acabó "aguando" esta bonita ruta.
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Information
Easy to follow
Scenery
Easy
Muy guapa, buenas vistas..