Ruta del Agua de la Axarquia (Periana, Málaga)

AVISO: ESTA RUTA TRANSCURRE ÍNTEGRAMENTE POR CARRETERA O CAMINO ASFALTADO.

El sendero comienza junto a la rotonda de entrada de Periana, a la altura del Paseo Bellavista. Se inicia el recorrido tomando la carretera comarcal A-7204 en dirección Riogordo. Tras recorrer 600 metros, en la intersección continuar por el carril derecho, dirección Alfarnate, dejando atrás la carretera comarcal A-7204. Este camino conduce hasta la Aldea La Negra. El camino que conduce a la aldea de Guaro es prácticamente llano y de fácil recorrido, encontrando en sus veredas ejemplos de la vegetación más característica de esta tierra.

Justo antes de ascender a la Aldea de Guaro, se puede observar a mano izquierda el Molino de Frías, un antiguo molino de agua utilizado para la obtención de harina de trigo, actualmente reformado y rehabilitado. La Aldea de Guaro, formada por sinuosas calles de fuertes pendientes y bonitas casas blancas, encierra el nacimiento del río de igual nombre, si bien en esta ocasión lo encontramos seco.

El camino continúa hasta La Laguna, a escasos 500 metros. Una pequeña cortijada construida alrededor de un nacimiento de agua, donde antaño se escondía una laguna rodeada de juncos y un espeso manto de musgo.

Siguiendo el camino, a pocos metros, se encuentra El Cerrillo, un pequeño cortijo abandonado. En este punto, el camino comienza a descender, dirección a los Baños de Vilo, recreando la vista con los campos cuajados de olivos y almendros.

No obstante, a la altura de El Cerrillo, se puede optar por una versión más larga de la ruta, que discurre por la carretera que sube al Puerto del Sol y Alfarnate, continuando por el carril que llevará al cortijo Zapata, donde se aprecia una abundante vegetación. Esta senda puede alargarse hasta el cortijo La Cueva y el Cortijo Batán, que desembocará en Mondrón, enlazando con la carretera asfaltada que conduce hasta Periana, pasando por los Baños de Vilo.

En los Baños de Vilo se encuentra su afamado balneario, que llegó a ser considerado en los siglos XVIII y XIX como uno de los más importantes de Andalucía. No se caracteriza este balneario por una marmórea construcción, sino que se compone de tan sólo una poza de brocal esculpido hace más de mil años. Medio oculto por la fuerte vegetación, la poza de Vilo derrama aguas sulfhídricas, magnésico-cálcicas y nitrogenadas a la constante temperatura de 21º centígrados, siendo remedio específico para afecciones de la piel. Eso si, ten en cuenta que saldrás oliendo a perros muertos ya que el sulfuro hace que el agua huela a huevos podridos.

Finalizada la visita a este balneario natural, comienza el camino de retorno a Periana a través de la carretera comarcal A-7204, cuya subida de aproximadamente cuatro kilómetros alcanza el lugar de partida, que indica el fin del trayecto.