Ruta del agua (Berganzo)

Punto de partida: Berganzo.
Espacio protegido:
Época recomendada: Todo el año, especialmente durante el deshielo.
Elementos de interés: Bosque-galería del río Inglares, acequia, saltos de agua y la cascada de las Herrerías.
Tipo de camino: Senda que se encuentra perfectamente balizada por marcas blancas y azules.
Servicios: En Berganzo hay un bar, que se muestra en el track. Zambrana y la cercana Miranda de Ebro, cuentan con más servicios.

Descripción del itinerario.

Desde Berganzo, o mejor dicho, desde un parking habilitado a la entrada de la localidad, se inicia el recorrido del agua del río Inglares, donde en 10 kilómetros podremos disfrutar de un refrescante paseo por las riberas del río acompañados por sus múltiples saltos de agua y pozas donde sobresale la cascada de las Herrerías, una de las más altas de Euskadi.

Debido al creciente boom que está experimentando el turismo rural acompañado de rutas fáciles y familiares, en Berganzo han tenido que desviar el tráfico de la localidad creando un parking a la entrada del pueblo, lugar donde iniciamos y finalizaremos la ruta del agua (figuras 1, 2, 3 y 4).

Seguidamente cruzaremos la carretera que se introduce en Berganzo hacia la derecha para entrar por una de sus calles al centro del pueblo, donde cruzaremos un puente sobre el río protagonista de nuestro recorrido para acto seguido tomar un desvío a la izquierda (figuras 5, 6 y 7).

De Berganzo saldremos por un desvío a la derecha. Durante algo más de un kilómetro nuestro recorrido coincidirá con el GR-1, aunque no tendremos problemas en seguir la señalización (figuras 8, 9 y 10). Cuando llevemos algo más de dos kilómetros saldremos del camino principal por otro que se desvía en descenso hacia la izquierda (figura 11). En este tramo de la ruta veremos alguna que otra haya de gran porte entre la vegetación ribereña (figuras 12, 13 y 14).

Posteriormente pasaremos la llamada "casa de las conchas", un edificio que se encuentra abandonado decorado con conchas en su fachada principal. Tras pasar una campa distinguiremos ya por fin el curso del agua (figuras 15 y 16).

El río Inglares, originario de la sierra de Cantabria, límite geográfico entre la llanada alavesa y la Rioja alavesa, desemboca en el río Ebro tras dejar atrás sus más de 42 kilómetros de recorrido y 200 metros de desnivel. Lo más llamativo de este tramo del río son sus cristalinas aguas, donde a lo largo de sus más de 3 kilómetros podremos disfrutar de rincones de especial encanto entre pozas y pequeños saltos de agua como demuestran las figuras 17, 18, 19, 20, 21, 22, 23, 24 y 25.

Nuestro tramo de bosque de ribera finaliza en el cruce con la carretera, la A-3126, momento en el cual deberemos prestar atención para avanzar, de frente, con el recorrido (figuras 26 y 27). Estaremos ya muy cerca de la cascada.

La cascada de las Herrerías (figura 28) es el principal foco atractivo de esta ruta. Se encuentra muy cercano a la carretera y para ser finales de verano, el caudal del agua era más que aceptable. Se trata, junto al salto del Nervión, del mayor salto de agua de todo Euskadi.

En este punto podremos decir que finalizamos la ida de nuestro recorrido. El poco desnivel que tiene la ruta se acumula a continuación, entre el enlace de la cascada con el canal o acequia (figura 29).

Y es que para hacer el recorrido circular deberemos ascender aproximadamente unos 100 metros para volver a media ladera acompañados por el canal. El cauce de la central hidroeléctrica de Berganzo, fue construido en 1897 por la Sociedad Electro Hidráulica Alavesa con el único fin de abastecer el complejo energético que encontramos junto al pueblo. En la actualidad, este cauce sigue siendo vital para el funcionamiento de esta planta (figuras 30, 31, 32 y 34). Entre los claros del bosque las vistas a media ladera son sensacionales (figuras 33 y 35).

A la altura de la figura 34, una trapa para regular el caudal de la acequia, nos desviaremos hacia la izquierda en un descenso algo pronunciado para ir poco a poco aproximándonos a la localidad de Berganzo, donde sobresale su iglesia (figuras 36, 37 y 38), lugar donde finaliza este itinerario.

Impresiones.

Esta ruta se ha convertido, en un abrir y cerrar de ojos, en una auténtica romería. Tal es así que el alcalde del municipio ya se ha pronunciado sobre restringir el acceso, pues los fines de semana puedo dar buen fe de que se superaba el centenar de vehículos en la zona.

En cuanto al recorrido, es de película. Apta para todas las personas pues su desnivel apenas llega a los 150 metros positivos, disfrutaremos de las cristalinas aguas del río Inglares así como de la vegetación ribereña además del tremendo salto de agua de las Herrerías, que supera los 20 metros de altura. La vuelta del recorrido no desmerece para nada pues se transita a media ladera con unas sensacionales vistas del valle por el antiguo canal de agua que abastece a la central hidroeléctrica de la localidad.