Ruta de los Santos del Arlanza.

Esta es una ruta sencilla que se puede realizar en familia y que partiendo del antiguo monasterio de Sant Pedro de Arlanza recorre las ermitas de San Olav y de San Pelayo, ambas junto al río Arlanza.
Es una ruta circular que parte del parquin junto al monasterio en restauración y que atravesando un portón a nuestra derecha sigue el barranco que asciende hasta Valleconde dejando el río a nuestra izquierda. El paisaje del desfiladero recuerda tanto al oeste cinematográfico que por esta zona se rodaron escenas de El bueno, el feo y el malo.
Una vez en la zona superior nos adentramos en un bosque de sabinas, encinas y enebros. Continuamos por diversas sendas hasta llegar a la Majada Mayo donde comenzamos el descenso hacia la ermita de San Olav. Es una construcción del presente siglo con un forro metálico y dedicada al rey y santo noruego Olav de gran devoción en su país hasta la llegada del protestantismo que eliminó el culto a los santos. El hecho de que en Castilla se encuentre una ermita dedicada a un santo noruego es por la presencia de la tumba de la princesa Kristina de Noruega en Covarrubias. Ésta hizo prometer en su lecho de muerte a su marido que edificaría un templo dedicado al santo de su país de origen. Esta promesa no se cumplió hasta el año 2011 en que por fin se inaugura la ermita.
En la explanada de la ermita hay una fuente de manantial sin tratar para quien desee calmar su sed.
Desde allí bajamos al mirador del Arlanza para echar un vistazo al río que en ese momento tenía más caudal del habitual y las aguas presentaban un color marrón.
Volvimos por nuestros pasos hasta tomar a nuestra derecha una senda ascendente que deja el Valle de los Lobos a nuestra izquierda. Siguiendo el camino llegamos a un portón que rodeamos por su derecha y, más adelante, en nuestro ascenso, nos encontramos con el tronco de un árbol que por su diámetro tuvo que ser magnífico. Su presencia impresiona y hace pensar en la grandeza de los bosques de la zona en otra época. Siguiendo el ascenso se pueden obtener unas estupendas vistas del valle del río y sus meandros. Por esta zona se encuentra la Cueva Negra, pero no llegamos a acceder a ella.
Continuamos nuestra ruta camino de la ermita de San Pelayo y disfrutamos de vistas impresionantes a derecha del valle del Arlanza y a nuestra izquierda del barranco por el que iniciamos nuestra ruta a un nivel inferior.
Llegamos hasta la carretera, la cual cruzamos para subir hasta las ruinas de la Ermita y también nos dejamos impresionar por la belleza de las obras humanas y de las obras naturales desde la atalaya en la que se encuentra el oratorio.
Cerramos nuestra ruta de nuevo en el monasterio de San Pedro de Arlanza que fue muy importante en la Edad Media. En él se encontraban los sepulcros de Fernán González y su esposa Sancha hasta que después de la desamortización de Mendizábal fueron trasladadas a la colegiata de Covarrubias debido al abandono del cenobio por los monjes benedictinos. Más tarde, en el siglo XX se salvó de ser engullido por las aguas del Arlanza al desestimarse la construcción del embalse de Retuerta, que desde los años veinte estaba previsto que se ejecutase en la zona para controlar las crecidas del Arlanza. Actualmente se encuentra en restauración y se puede visitar. Para concretar las visitas se puede acceder a la web: https://www.turismocastillayleon.com/es/arte-cultura-patrimonio/monasterios/monasterio-san-pedro-arlanza