Ruta de los Molinos del rio Francia 2
near San Martín del Castañar, Castilla y León (España)
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Itinerary description
Esta es una ruta abreviada de la denominada “Ruta de los molinos del Rio Francia”, con la que llegamos a cuatro molinos. Ademas de necesitar menos tiempo evitamos la parte del camino menos marcada y más dificil de la ruta anterior.
La explotación habitual de los recursos naturales por los vecinos de San Martín, llevó también al aprovechamiento del caudal de agua del Río Francia, siendo frecuente la construcción de Molinos en las orillas de su cauce. Ya en el famoso catastro del Marques de la Ensenada de 1749 figuran censados cuatro molineros en San Martín del Castañar, lo que demuestra el arraigo de dicha ocupación.
Con esta ruta nos acercaremos a los restos de algunos de esos molinos donde podemos apreciar los diferentes estilos empleados en su construcción, sobre todo en la boca de entrada de agua, pudiendo ser ésta, circular, cuadrada, ovalada y hasta pentagonal.
Comenzamos la ruta saliendo del pueblo por la calle de Penilla, atravesamos un pequeño puente en el que se inicia un camino bien marcado que rápidamente desciende hasta el río entre viñedos y olivares. El último tramo discurre bajo fresnos y alisos paralelo al cauce del río. En unos veinte minutos llegamos al “Charco de la Mierla”, habitual zona de baños del pueblo de San Martín. Justo encima de dicha poza nos encontramos los restos del primer molino.
Seguimos nuestro camino río arriba y en unos 10 minutos alcanzamos el molino número 2, este molino es conocido como el molino del “Señor Enrique” su último molinero y fue el último en dejar de funcionar allá por la década de los sesenta del siglo pasado. Apreciamos la boca de entrada de agua, circular y muy bien conservada y aprovechando la buena conservación del canal que llevaba el agua a dicha boca, caminamos por él para en otros diez minutos, y en una pronunciada curva del río llegar al denominado “Charco de la Ventana”, justo a los pies de una curiosa formación rocosa conocida como el “Campanario de los diablos” .
En este entorno nos encontramos con el tercer molino, conocido como el molino del “Señor Jacinto”. A pesar de su estado ruinoso éste fue el penúltimo molino en dejar de funcionar, pudiendo datar sus últimas moliendas de la década de los años 50. Muy próximo a él se encuentra el molino del “Señor Pedro” hermano del anterior. A pesar de su mejor estado de conservación dejo de funcionar años antes que al anterior , en el podemos observar todavía las piedras de moler, su bien mantenida estructura y sobre todo su elíptica boca de entrada. Clientes de estos molinos eran no solo los vecinos del pueblo, sino también de los alrededores llegando su clientela hasta pueblos del campo de Tamames, la entrada en funcionamiento de la Fábrica de harinas de Arroyomuerto marcó el comienzo de su decadencia.
Desde este último molino emprendemos el regreso. Por una pequeña senda alcanzamos el camino que viene de “El Caozo” para subir por él bordeando un pequeño bosque de castaños y cruzando un pequeño puente alcanzar la pista del “Camino de la Horca” que nos llevara de regreso a San Martín”
IMPORTANTE: Esta ruta que no es difícil de realizar en tiempo de estío, puede ser impracticable en invierno y principios de primavera a causa del caudal de agua que lleve el río. Especial precaución, en caso de lluvia, con las rocas que se hacen muy resbaladizas.
La explotación habitual de los recursos naturales por los vecinos de San Martín, llevó también al aprovechamiento del caudal de agua del Río Francia, siendo frecuente la construcción de Molinos en las orillas de su cauce. Ya en el famoso catastro del Marques de la Ensenada de 1749 figuran censados cuatro molineros en San Martín del Castañar, lo que demuestra el arraigo de dicha ocupación.
Con esta ruta nos acercaremos a los restos de algunos de esos molinos donde podemos apreciar los diferentes estilos empleados en su construcción, sobre todo en la boca de entrada de agua, pudiendo ser ésta, circular, cuadrada, ovalada y hasta pentagonal.
Comenzamos la ruta saliendo del pueblo por la calle de Penilla, atravesamos un pequeño puente en el que se inicia un camino bien marcado que rápidamente desciende hasta el río entre viñedos y olivares. El último tramo discurre bajo fresnos y alisos paralelo al cauce del río. En unos veinte minutos llegamos al “Charco de la Mierla”, habitual zona de baños del pueblo de San Martín. Justo encima de dicha poza nos encontramos los restos del primer molino.
Seguimos nuestro camino río arriba y en unos 10 minutos alcanzamos el molino número 2, este molino es conocido como el molino del “Señor Enrique” su último molinero y fue el último en dejar de funcionar allá por la década de los sesenta del siglo pasado. Apreciamos la boca de entrada de agua, circular y muy bien conservada y aprovechando la buena conservación del canal que llevaba el agua a dicha boca, caminamos por él para en otros diez minutos, y en una pronunciada curva del río llegar al denominado “Charco de la Ventana”, justo a los pies de una curiosa formación rocosa conocida como el “Campanario de los diablos” .
En este entorno nos encontramos con el tercer molino, conocido como el molino del “Señor Jacinto”. A pesar de su estado ruinoso éste fue el penúltimo molino en dejar de funcionar, pudiendo datar sus últimas moliendas de la década de los años 50. Muy próximo a él se encuentra el molino del “Señor Pedro” hermano del anterior. A pesar de su mejor estado de conservación dejo de funcionar años antes que al anterior , en el podemos observar todavía las piedras de moler, su bien mantenida estructura y sobre todo su elíptica boca de entrada. Clientes de estos molinos eran no solo los vecinos del pueblo, sino también de los alrededores llegando su clientela hasta pueblos del campo de Tamames, la entrada en funcionamiento de la Fábrica de harinas de Arroyomuerto marcó el comienzo de su decadencia.
Desde este último molino emprendemos el regreso. Por una pequeña senda alcanzamos el camino que viene de “El Caozo” para subir por él bordeando un pequeño bosque de castaños y cruzando un pequeño puente alcanzar la pista del “Camino de la Horca” que nos llevara de regreso a San Martín”
IMPORTANTE: Esta ruta que no es difícil de realizar en tiempo de estío, puede ser impracticable en invierno y principios de primavera a causa del caudal de agua que lleve el río. Especial precaución, en caso de lluvia, con las rocas que se hacen muy resbaladizas.
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