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68. Ruta de Los Duendes Herrera de Valdivielso

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Trail stats

Distance
7.04 mi
Elevation gain
1,762 ft
Technical difficulty
Moderate
Elevation loss
1,762 ft
Max elevation
4,050 ft
TrailRank 
55
Min elevation
2,713 ft
Trail type
Loop
Coordinates
430
Uploaded
March 12, 2022
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near Herrera de Valdivielso, Castilla y León (España)

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Itinerary description

INDICE IBP de Dificultad de la Ruta

Para Criterios y Tabla de Interpretación, Ir a:
https://www.ibpindex.com/index.php/es/

El resultado del análisis IBP es de 63 (para Senderismo): dificultad 'Media' para una preparación física 'Media'.

El cómputo del desnivel acumulado de la ruta por parte de IBP es de 600 metros (superior al que estima Wikiloc).


Realizada el 30 de marzo de 2021 (publicada en Wikiloc el 12 de marzo de 2022). No nos guiamos por ningún trazado previo en particular. Existen decenas de ellos en Wikiloc para la Ruta de los Duendes. Es bastante popular; y no es extraño, dado su atractivo. No obstante, no nos encontramos con nadie en todo el recorrido. Consultando el calendario retrospectivamente, veo que el 30 de marzo de 2021 era un martes; quizá en fin de semana estuviera algo más concurrida.

La ruta habitual es corta. Incluso en su versión circular (no meramente ir y volver del Bosque Encantado por el mismo camino) son sólo unos 7,5 km. Así que quisimos alargarla un poco. Lo hicimos con dos desvíos. Uno, al comienzo, bajando desde Herrera de Valdivielso hasta la carretera y los campos de cerezos. Esto supuso un añadido de 1,5 km. Pero los cerezos aún no estaban en flor. Otro, en la parte final, poco después de iniciar el descenso desde el portillo. Tomamos a la izquierda la pista que lleva a la instalación de antenas próximas al pico Tablones; durante 2 km entre ida y vuelta, justo antes de iniciar las pendientes más fuertes.

Partimos del pueblo de Herrera de Valdivielso (que, por cierto, no es ‘de Valdivielso’): no forma parte geográficamente (ni administrativamente) del Valle de Valdivielso, sino del de Caderechas. De hecho, para pasar de un valle (Caderechas, al sur) a otro (Valdivielso, al norte) desde Herrera, hay que salvar un fuerte escollo, la prominente Sierra de la Rasa. Más aun, en el cartel identificativo ubicado en la carretera a la entrada del pueblo, éste se autoafirma como “Herrera de Caderechas” (…sin entrecomillado). Sea como fuere, suscita cierta curiosidad, si no intriga, el porqué de ese apellido aparentemente desubicado (razones habrá…).

El itinerario típico está señalizado. Se toma una pista que se adentra en un bosque de pinos y se eleva pausadamente hasta el desvío hacia el Bosque Encantado (a la derecha). La pista se torna en estrecho sendero y la cuesta se empina. Pero casi no se nota porque a cada paso nos sorprende algún adorno de fantasía en el bosque: unos enanitos aquí, en el hueco de unas raíces; unas setas o unas flores mágicas allá, en el suelo; unos bolsos de croché colgados en los árboles acullá, etc.; o un letrero multidireccional y multicolor que nos ubica a cientos o miles de km en relación con otras partes del mundo, incluido Zanzíbar (…o les ubica a ellos…).

Así, entretenidos, caminamos durante 1 km hasta culminar en lo que constituye el espectáculo visual más intenso de ese bosque. Nos referimos a la zona en la que docenas de pinos (quizá no menos de 100 unidades; o eso nos pareció) revisten su tronco con urdimbres de lana y macramé. Tienen múltiples formas y colores, con motivos decorativos muy variados. Han sido elaborados con arte y esmero; aparentemente, tejidos a mano; he leído que por habitantes del pueblo de Herrera de Valdivielso (bajo el patrocinio de un benefactor). Uno puede degustar ese lugar durante un buen rato, remoloneando de un lado a otro.

Salimos de ese bosque por su parte superior. Enseguida alcanzamos la cresta del cordal de la Sierra de la Rasa, poniendo atención en encontrar la señal de paso al lado opuesto, el norte, encarado al Valle del Valdivielso. La vegetación cambia radicalmente: los pinos se convierten en frondoso boje. Nos arropa a lo largo de un estrecho sendero bajo elevados cantiles rocosos a la derecha. Desde ahí tenemos espectaculares vistas del valle, y de la Sierra de la Tesla más allá. Ascendemos prolongada, pero suavemente durante casi 3 km hasta un portillo que nos proporciona panorámicas de ambas vertientes, la norte (Valdivielso) y la sur (Caderechas).

Tras el portillo, toca descender hacia Herrera. Es una bajada vertiginosa que pondrá a prueba nuestras piernas y pies durante más de un km, con el firme del sendero algo inestable. Decidimos repartir esa carga en dos fases. Poco después de iniciar el descenso, tomamos una pista a la izquierda en dirección al pico Tablones. Después de 1 km nos volvemos y retomamos la abrupta bajada hacia el pueblo. Poco antes de entrar, nos desviamos hacia la iglesia. Parece haber sufrido alguna reforma de urgencia con ladrillo, quizá para evitar su derrumbe. No resulta estético, pero, entre los ladrillos, aún queda historia de piedra digna de admiración.

Podríamos calificar la excursión como ‘Fácil’, pero lo haremos como ‘Moderada’. Lo de ‘fácil’ puede llevar a engaño. En más de un caso, he leído que la ruta es “familiar”, para “todos los públicos”. Tal vez sea así (y con alguna reserva) si sólo se llega hasta el final del Bosque Encantado y se retorna por el mismo camino. No me veo tranquilo al imaginar a niños de 10 o 12 años (menos aun a menores) subiendo por el largo y resbaladizo sendero del Bosque Encantado, donde, además, hay zonas (pocas) algo expuestas. Definitivamente, deja de ser “familiar” en toda la parte que bordea la cresta por el norte; y menos aun lo es en el trepidante, desenfrenado descenso final. Precaución.

Lo más destacable de la ruta, aparte de las vistas panorámicas, lo constituye, el Bosque Encantado. Toda la ornamentación en él nos pareció talentosa; arte popular hecho con sensibilidad e inteligencia, con oficio e ingenio. Los añadidos artísticos no dañan a la naturaleza. Los árboles siguen estando allí, intactos. Tampoco los efectos estéticos chirrían al buen gusto. Hacen al bosque más vistoso, dotándole de fantasía. Y, por encima de todo, nos revelan la generosidad y el buen sentido de la naturaleza humana, ocasionalmente. Me refiero, claro está, a los de las personas que han hecho posible ese regalo. Otro valor añadido.

Era una de nuestras primeras salidas. No íbamos preparados para fotografías; sólo la cámara del teléfono. Creíamos que bastaba con ir y disfrutar el momento presente. Cortos de miras (y de fotos), nos equivocábamos. Quizá el mayor valor del presente sean su proyección y permanencia en el futuro. El recuerdo se desvanece, así que la historia necesita documentar materialmente el pasado.

… Vamos, divagaciones aparte, que habrá que hacer la excursión de nuevo como es debido, pertrechados (con cámara de movimiento incluida, a ser posible) para fotografiarlo todo. …Y con los cerezos floridos. …Y, puestos a pedir extras (aunque ya parece de pedigüeños), si pudiera ser en un día más luminoso, con visión cristalina de ambos valles...

Waypoints

PictographWaypoint Altitude 2,750 ft
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1

PictographWaypoint Altitude 3,168 ft
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2

PictographWaypoint Altitude 3,370 ft
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3

PictographWaypoint Altitude 3,590 ft
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4

PictographWaypoint Altitude 3,632 ft
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5

Fotogramas extraídos de video

PictographWaypoint Altitude 3,784 ft
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6

PictographWaypoint Altitude 3,934 ft
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7

PictographWaypoint Altitude 3,426 ft
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8

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