Ruta de los acantilados del monte Ulia
near Trintxerpe, País Vasco (España)
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Trail photos
Itinerary description
Ruta que se vé en este video, cuando deciden irse por la senda de aventura, en vez de seguir por la ruta roja y blanca: https://youtu.be/2vR8eDb0e-E
En el video la llaman la ruta de los acantilados, pero yo la llamaría la ruta del dolor, el terror, y el desafío a la muerte. Pero bueno, sí que tiene unas vistas chulas en algunos tramos.
Ojito: No es ruta apta para críos. (A menos que quieras que te rompan la oreja con quejas realmente justificadas, o que se despeñen por los acantilados) Aparte, sólo he capturado la ruta desde que se desvía desde el camino principal, hasta que llega al faro de la plata. El resto es seguir las marcas rojas y blancas.
La anchura del camino al principio es la máxima que va a haber en todo el trayecto. Hay varias bifurcaciones no marcadas que te pueden llevar por caminos de perdición. Gracias a mis agudos instintos de supervivencia (osea, de pura chiripa) conseguí no desviarme de la ruta correcta, y seguí la ruta del video hasta el final.
La mayoría de la ruta está rodeada de vegetación descontrolada que impide ver el camino a más de 5 metros. Al de un rato comienzan a aparecer las zarzas, que nos regalarán una sesión de acupuntura y nos harán desear no haber venido con ropa nueva.
Un poco más lejos llegaremos a una boca de tunel cerrado con una verja, y unos metros más allá al tunel que sale en el video. En grupo ellos iban muy valientes, pero yendo sólo da un poco de cague meterse por ahí. Pero como no había otra lo crucé armado con la linterna del móvil y una botella de agua de nivel 1.
Al salir del tunel tenemos un rato más de zarzas, pero también empiezan las vistas chulas de los acantilados. Al de un rato las zarzas dejan paso a hierbas altas, y la ruta empieza a acercarse a los acantilados, hasta el punto de llegar a haber medio metro escaso entre el camino y una muerte segura. (O, como mínimo, un hostión de proporciones bíblicas, seguido de un rescate en helicóptero o una muerte por ahogo)
Lo único que queda por comentar, ya casi llegando al faro de la plata, es una bajada empinada maja, seguida de una subida casi igual de empinada, que encima viene con más zarzas, estas de una especie diferente, más altas y con espinas más afiladas) Eso, y que la ruta acaba saliendo entre las hojas de una palmera baja, dándonos el aspecto de criminales al acecho, o de haber hecho un número 2 en la maleza.
Las vistas desde el mirador del faro de la plata merecen realmente la pena, pero igual la próxima vez me hago la ruta normal, que tiene pinta de ser menos dolorosa.
En el video la llaman la ruta de los acantilados, pero yo la llamaría la ruta del dolor, el terror, y el desafío a la muerte. Pero bueno, sí que tiene unas vistas chulas en algunos tramos.
Ojito: No es ruta apta para críos. (A menos que quieras que te rompan la oreja con quejas realmente justificadas, o que se despeñen por los acantilados) Aparte, sólo he capturado la ruta desde que se desvía desde el camino principal, hasta que llega al faro de la plata. El resto es seguir las marcas rojas y blancas.
La anchura del camino al principio es la máxima que va a haber en todo el trayecto. Hay varias bifurcaciones no marcadas que te pueden llevar por caminos de perdición. Gracias a mis agudos instintos de supervivencia (osea, de pura chiripa) conseguí no desviarme de la ruta correcta, y seguí la ruta del video hasta el final.
La mayoría de la ruta está rodeada de vegetación descontrolada que impide ver el camino a más de 5 metros. Al de un rato comienzan a aparecer las zarzas, que nos regalarán una sesión de acupuntura y nos harán desear no haber venido con ropa nueva.
Un poco más lejos llegaremos a una boca de tunel cerrado con una verja, y unos metros más allá al tunel que sale en el video. En grupo ellos iban muy valientes, pero yendo sólo da un poco de cague meterse por ahí. Pero como no había otra lo crucé armado con la linterna del móvil y una botella de agua de nivel 1.
Al salir del tunel tenemos un rato más de zarzas, pero también empiezan las vistas chulas de los acantilados. Al de un rato las zarzas dejan paso a hierbas altas, y la ruta empieza a acercarse a los acantilados, hasta el punto de llegar a haber medio metro escaso entre el camino y una muerte segura. (O, como mínimo, un hostión de proporciones bíblicas, seguido de un rescate en helicóptero o una muerte por ahogo)
Lo único que queda por comentar, ya casi llegando al faro de la plata, es una bajada empinada maja, seguida de una subida casi igual de empinada, que encima viene con más zarzas, estas de una especie diferente, más altas y con espinas más afiladas) Eso, y que la ruta acaba saliendo entre las hojas de una palmera baja, dándonos el aspecto de criminales al acecho, o de haber hecho un número 2 en la maleza.
Las vistas desde el mirador del faro de la plata merecen realmente la pena, pero igual la próxima vez me hago la ruta normal, que tiene pinta de ser menos dolorosa.
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